El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha aprobado este jueves la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) el monumento fascista conocido como 'La Pirámide de los Italianos', situado en el puerto del Escudo (Valle de Valdebezana, Burgos). Se trata de un santuario funerario construido entre 1938 y 1939 para inhumar los restos de los soldados italianos enviados por Mussolini durante la Guerra Civil para apoyar, en la batalla del Escudo, el golpe franquista contra la democracia.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha anunciado que denunciará a la Junta de Castilla y León por declarar BIC la Pirámide de los Italianos, según ha informado a través de un comunicado. La ARMH reprocha que la Junta de Castilla y León que pretenda “convertir” la comunidad en un “vertedero de monumentos fascistas” y quiera “seguir celebrando” la “victoria” de los ejércitos de “Franco, Hitler y Mussolini”. El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), ha rechazado querer “reescribir la Historia”.
A partir de ahora, los propietarios del terreno tendrán la obligación de conservar, custodiar y proteger la pirámide para asegurar su integridad y evitar su pérdida, destrucción o deterioro y deberán garantizar las visitas cuatro días al mes y el acceso a investigadores y científicos, entre otros.
El santuario es una construcción piramidal de 20 metros de altura, de cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi. Su estilo “se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo imperante en la época”, señala el Ejecutivo autonómico en una nota.
La Junta considera que es un edificio singular dentro del patrimonio arquitectónico e histórico de la Comunidad, realizado al estilo italiano en territorio español: “La Pirámide de los Italianos constituye un bien único dentro del patrimonio cultural de Castilla y León, por su diseño y los valores estéticos, arquitectónicos y paisajísticos que en él concurren”.
Tal y como ha explicado el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, una de las alegaciones contra esta designación como BIC era de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, por no estar identificado el propietario del monumento, que es el responsable de su mantenimiento. Según el portavoz, el propietario desde 1969 es la Asociación Hermandad de la Rivera de Herbosa. Respecto a la reinterpretación, para contextualizar la protección del monumento fascista –como obliga la Ley de Memoria Democrática–, corresponde también al propietario.
Al final, el Ministerio de la Presidencia no puso objeción a esta declaración siempre que se defina el uso posterior y se incluya una mención de reinterpretación que se ajuste a la Ley, informa EFE. La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Burgos será la encargada de garantizar el proyecto de resignificación de la pirámide. El director general de Patrimonio de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, Juan Carlos Prieto, ha detallado que los propietarios son conocedores de las implicaciones que tiene esta declaración como Bien de Interés Cultural y que están dispuestos a asumir las responsabilidades que tienen en cuanto al mantenimiento del espacio y su resignificación.
Un monumento “amenazado” por una ley “sectaria”, según García-Gallardo
García-Gallardo ha destacado este jueves por la tarde el valor artístico e histórico de la Pirámide, “único” en España, que mandó construir el régimen fascista italiano porque en la batalla del puerto del Escudo “fallecieron numerosos italianos”. En el entorno de la Pirámide se enterraron los restos de unos 400 soldados italianos, algunos de ellos procedentes de otros frentes como Guadalajara o del sector Valladolid-Soria. En la batalla de Santander, que duró entre agosto y septiembre de 1937, el balance es de 60.000 muertos, desaparecidos o capturados del bando republicano, 30.000 del bando sublevado y 500 soldados italianos muertos y 1.500 desaparecidos.
García-Gallardo ha animado a las personas a visitar el lugar y hospedarse en la zona. “Este monumento estaba amenazado por la ley sectaria de Memoria Democrática y queremos proteger un bien patrimonial arquitectónico y único, amenazado por el sectarismo de algunos, que quieren imponer una visión de la historia única, probablemente falsaria en muchos aspectos”, ha afirmado el vicepresidente, que ve “un potencial turístico enorme” para la zona, pero no ha concretado si se rehabilitará el espacio para habilitarlo a visitas, puesto que la pirámide está en un terreno privado y hasta ahora las visitan han sido clandestinas.
García-Gallardo ha recomendado ver la historia “con la mirada limpia” y ha negado querer “reescribir la Historia”. “No hay que mirar a la Historia con ese rencor. Uno no debe mirar al Imperio Romano y pensar únicamente en los aspectos que más le desagradan”, ha pedido el vicepresidente autonómico, que ha pedido “aprender de cada etapa” de la Historia
Su objetivo —ha afirmado— es “evitar el deterioro y la vandalización” del espacio para que sirva como “documento” del conflicto y de “legado” para las próximas generaciones.
Reproches de la ARMH
Para el presidente de la ARMH, Emilio Silva, se trata de una “prevaricación” porque los responsables de la Junta “saben que no pueden enaltecer a unos soldados que vinieron a asesinar ciudadanos y compatriotas y cuya principal misión en territorio español fue ayudar a instaurar un régimen fascista en España”.
Silva eleva las acusaciones y explica que declarar BIC a la pirámide es “incitación al odio”. “Lo lamentable es que la Justicia no actúe de oficio como haría si se tratara de un monumento a un grupo terrorista pero las víctimas del franquismo siguen siendo tratadas como si sufrieran menos o fuera inferiores en derechos”, recrimina en el comunicado. “Llamar interés cultural a unas piedras que celebran los asesinatos cometidos por un grupo de soldados fascistas italianos atenta contra la esencia de la democracia”, afirma Silva.
Preguntadas por este diario en varias ocasiones, asociaciones memorialistas de Castilla y León no ven “mal” que se conserve la Pirámide de los Italianos si sirve como “testimonio histórico” porque pueden servir para explicar los combates que vivió el puerto del Escudo.
Cementerios provisionales en la Guerra Civil
Desde el primer momento de los combates de la Guerra Civil, se fueron organizando numerosos cementerios provisionales. El 14 de junio de 1938 se documenta la primera iniciativa de Attilio Radic para la construcción de este osario. En julio de 1939 las obras, a falta de algunos detalles, estaban terminadas y el ministro de Exteriores de Italia se presentó en el lugar a fin de supervisar el entierro de los combatientes italianos, que hasta ese momento habían estado enterrados en diferentes cementerios de la zona.
El osario del Escudo, aunque de dimensiones modestas, se relaciona con los grandes sacrari italianos de entreguerras, modelo constructivo que en Italia en el siglo XX tuvo un enorme desarrollo con la construcción de grandes cementerios conmemorativos dedicados a los caídos en las distintas guerras, que pertenecen a lo que se ha llamado “arquitectura de la memoria”.
La fusión de arquitectura y naturaleza que confluyen en este mausoleo, enmarcan la Pirámide de los Italianos en una arquitectura romántica inmersa en la naturaleza, un enclave de montaña en el que se aúnan valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos, que permiten relacionarlo con el Cementerio Ideal ilustrado en las magníficas acuarelas del arquitecto Teodoro Anasagasti (1880-1930). Las pirámides como tumbas y monumentos funerarios no sólo pertenecen a la historia antigua de la humanidad, sino que también fueron elementos frecuentes en los siglos XVIII y XIX de la Ilustración y el Neoclasicismo. En el caso de la pirámide del Escudo, algunos apuntan incluso influencias de las antiguas pirámides de Meroe, capital del reino de Kush, cercanas a la Abisinia invadida por los italianos en 1935.
Descripción
La disposición de la Pirámide de los Italianos presenta un perfil escalonado en sus lados Norte-Sur, que se contrapone con el perfil liso del talud de los otros dos paramentos Este-Oeste, ofreciendo una variedad de puntos de vista estilo art decó y que, para Pietro di Varzi, simboliza el camino de subida al cielo y la dureza de la batalla del Escudo. Por estas fechas se diseñan en Italia otros edificios en los que está presente esta simbología ascensional, como la Villa Malaparte en Capri o el cementerio erigido en honor de los muertos en la Primera Guerra Mundial en el Monte Grappa, obra de Giovanni Greppi. Todo el conjunto de la Pirámide de los Italianos se llevó a cabo conforme a los planos del arquitecto Attilio Radic, y siguiendo la valoración simbólica de Di Varzi, asociando la idea de pirámide con la del panteón romano en su interior.
El ingreso al interior del panteón se realiza a través de una cancela de hierro de forja geométrica, de dos hojas, cerrada con un cristal esmerilado en su lado interno, decorado con elementos alusivos a la guerra y a la naturaleza. En su interior a modo de un pequeño panteón, se abre un espacio circular y cupulado que sirve de capilla religiosa para el culto, cubierto por una semiesfera con linterna que permite pasar la luz del exterior a través de dos claraboyas en forma de cruz.
Todo el espacio circular se presenta como un columbario con una bella cuadricula, con cientos de loculi (nichos) destinados a acoger las cenizas de los soldados italianos del Corpo Truppe Volontarie, en hornacinas dispuestas en diez pisos, en su día cerradas con pequeñas lápidas con el nombre del soldado y con un número correlativo de orden de las 360 lápidas que conforman el conjunto. A través de una escalerilla vertical de hierro, se accedía a la cripta con los sepulcros de gran tamaño de los oficiales caídos en el combate.
El conjunto se caracterizaba por su total austeridad y funcionalidad, estando actualmente desprovisto de elementos ornamentales. Sí hubo algún elemento proyectado, entre los que destacaba una estatua de la Victoria alada que coronaría la pirámide, pero que nunca llegó a colocarse.
Actualmente se conserva la invocación ‘Presente’ por triplicado sobre la puerta de acceso, grito con el que se recordaba a los soldados muertos. Y al lado sur de la pirámide, todavía se puede leer un epígrafe, fruto de la erudición latina de Pietro di Varzi, en el que se juega con la palabra ‘escudo’ como sinónimo de arma y nombre del puerto de la montaña donde tuvo lugar la batalla, al que unió el salmo de la Biblia latina: «SCUTUM ENSE FRACTUM IBI CONFREGIT POTENTIAS ARCUUM SCUTUM GLADIUM ET BELLUM“ (La espada rompió el escudo, y allí rompió a la vez los poderes de los arcos, el escudo, la espada y la guerra).
“En la actualidad, la Pirámide de los Italianos, víctima del expolio y el vandalismo de las últimas décadas, emerge, con sus veinte metros de altura junto al embalse del Ebro y la Nacional 623, como un hito visual e histórico en la frontera entre Castilla y León y Cantabria”, señala la nota de la Junta.