La exdiputada Soraya Mayo, que perdió su escaño por Valladolid el pasado 10N, se ha incorporado al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, al que el vicepresidente Francisco Igea denominó “chiringuito” antes de formar parte del Ejecutivo. El fichaje de Mayo, que se ha hecho efectivo este martes, es una imposición más de Igea en una Consejería del Partido Popular. El Itacyl era una de las empresas públicas que conformaban la administración B de la Junta de Castilla y León, uno de los entes que Francisco Igea pretendía eliminar a toda costa y que dejó a la espera de conocer una auditoría que afectaba una quincena. Mientras se lo piensa, Mayo asume la subdirección de Investigación y Tecnología, un departamento que no contaba con ningún jefe al frente según el organigrama. Fuentes de la Consejería de Agricultura han confirmado la incorporación de Mayo, un secreto que apenas ha durado unas horas.
Un puesto de “alta dirección” con 60.000 euros anuales de salario
El aterrizaje de Mayo, licenciada en Periodismo, y con experiencia en comunicación institucional debido a su trabajo en la Federación de Autónomos Ata, en un departamento tan técnico es llamativo. En Investigación y Tecnología la comunicación puede aportar, pero Mayo carece de experiencia de gestión similar. En la subdirección que ocupará hay un Área de investigación agrícola con una Estación Enológica, una unidad de cultivos leñosos y hortícolas y otra de herbáceos. En el Área de Investigación Ganadera, hay un área de Investigación en Acuicultura, una Estación Tecnológica de la Leche y un Centro de Pruebas de Porcino. Por último, en el área de Innovación y Optimización de Procesos hay un Centro de Biocombustible y Bioproductos y una Estación Tecnológica de Carne.
El puesto que ha asumido Soraya Mayo está clasificado en el propio portal de Transparencia del Itacyl como “de alta dirección” y roza los 60.000 euros anuales, según se precisaba en este portal en diciembre de 2018.
Ciudadanos quería erradicar chiringuitos y puestos “a dedo”
Que Ciudadanos quería erradicar los chiringuitos es algo que se reflejó en las 100 medidas del pacto de Gobierno entre Ciudadanos y Partido Popular que se firmó hace un año. Durante la campaña electoral Igea había sido especialmente insistente en su intención de acabar con las “administraciones B”, especialmente a las existentes en las Consejerías de Economía y Agricultura. Itacyl, por ejemplo, era la empresa pública que gestionaba 'Tierra de Sabor' la marca que repartía millones en anuncios publicitarios y en subvenciones, alguna recaída en el marido de la exconsejera Silvia Clemente.
Pero esa inquina contra los entes públicos perdió fuelle en el pacto firmado, en el que tan sólo se recogió la creación de una “comisión paritaria” entre los dos partidos para “analizar la situación, utilidad y funcionamiento de las entidades del sector público”, lo que no ha supuesto la eliminación que se exigió en un primer momento, sino estudio de la situación. En el mes de octubre, el Grupo Parlamentario Socialista pidió en un Pleno, entre otras, la eliminación del Itacyl. Ciudadanos votó en contra.
Pero es que además de la “administración B”, Ciudadanos deploraba los “puestos a dedo”. Eso también cambió al firmar el pacto, donde tan sólo se acordó una “restricción” (no concretada en porcentajes) de los puestos de libre designación, siendo el concurso “la regla general de provisión de puestos de trabajo”.