“Quieren hacer un cortijo de todo esto. El que no comulga con su dictadura, sobra”. Es la denuncia de uno de los sindicalistas de UGT consultados por este diario, que denuncian una “caza de brujas” principalmente en la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC), aunque también en Servicios Públicos (FeSP). Desde hace unos meses, se van produciendo dimisiones en cascada desde diferentes áreas y provincias. Algunos denuncian presiones para firmar documentos que no han leído previamente o para expulsar a otros cargos.
La secretaria general del la FeSMC-UGT de Palencia, Montserrat Cítores, y toda su ejecutiva presentaban su dimisión a mediados de febrero por una “pérdida de confianza” hacia las comisiones ejecutivas autonómica y federal tras “constantes ataques” después de que apoyaran la candidatura de Victoria Zumalacárregui, que perdió el Congreso —las elecciones internas— frente a las listas de Héctor Yágüez. El actual secretario de la FeSMC recibió el 59% de los votos de los delegados asistentes en 2021. La dirección federal ha puesto una gestora en la federación.
Además de Cítores, dimitió su equipo entero después de que se les pidiera el cese: los siete responsables de Comercio, Seguridad, Oficinas y Despachos, Transporte, Limpieza, Hostelería, Ferroviario y los tres secretarios de Organización, Administración y Acción Sindical de FeSMC de Palencia. La Ejecutiva autonómica también ha intervenido la FeSP de Palencia, hasta ahora dirigida por Marta Martínez, que también se ha visto obligada a dimitir.
Poco después del anuncio por parte del responsable de FeSP Castilla y León, Tomás Pérez Urueña, varios responsables de la Ejecutiva autonómica se presentaron en la sede palentina, echó a la ejecutiva de Martínez y les quitaron los teléfonos del sindicato, según informa un responsable de UGT. La explicación que ha dado la Ejecutiva es que no se ha celebrado una reunión mensual en el pasado año, a pesar de que la secretaria general palentina ha tenido que estar de baja por motivos de salud.
El secretario general de la Federación de Servicios Públicos, Tomás Pérez Urueña, asegura que en este caso se ha aplicado el estatuto e insiste en que no es nada “extraordinario”, afirma. “Tenía resultados muy buenos, pero a nivel interno no funcionaban muy bien”, señala.
En estos meses se han producido otras tantas dimisiones y ceses como la del secretario general de UGT Valladolid y secretario provincial, Luis Rivera, la responsable del área de Igualdad de FeSMC UGT Castilla y León, Cristina García, y el secretario de participación institucional de UGT Castilla y León, Julio César Martín, que pertenece a la FeSP. Los motivos de estas dimisiones y ceses, son “muchos”, insiste Yagüez. “Son cambios habituales”, zanja.
La mayoría de fuentes consultadas por este diario prefieren mantener su anonimato para evitar represalias dentro del sindicato. Estas personas hablan de “maltrato psicológico” por parte de un equipo directivo “cuya única finalidad es poner a amigos y simpatizantes”. “He visto muchas guerras internas y no se llegó a intervenir ninguna provincia”, atestigua un sindicalista.
Los secretarios generales de las Federaciones de Servicios Públicos, Tomás Pérez Urueña; y Servicios, Movilidad y Consumo, Héctor Yagüez, rechazan que haya “presiones” a otros cargos. “Bajo ningún concepto”, asevera Yagüez en declaraciones a este periódico. Pérez Urueña recuerda que existen herramientas internas dentro del sindicato y niega que se hayan producido presiones: “Hay algunos que solo creen en la democracia cuando ganan”, apunta.
Varias provincias afectadas
“Si no controlan Palencia y otras provincias, para el próximo congreso tendrán que jugar sucio”, explican estas fuentes. Entre esas “otras” provincias, se encuentran unas que apoyaron a la candidatura de Yagüez y otras que respaldaron a la perdedora. No se trata solo de una lucha de poder entre vencedores y vencidos, sino que va más allá y afecta incluso a personas que en un principio apoyaron a Yagüez.
Algunos cargos —algunos con muchos años de experiencia dentro de UGT— aseguran estar recibiendo “presiones” para dimitir sin ninguna explicación y dicen sentirse “acosados”. “Nos van a depurar y luego nos van a expulsar del sindicato”, aseguran. ¿El objetivo? Asegurarse ganar en el próximo congreso, previsto para dentro de dos años.
En su carta de dimisión, la secretaria de Palencia señalaba que se le había quitado el despacho al secretario de FeSMC de León un hecho que ha podido confirmar este diario. “Manejan todo de forma autoritaria”, asegura otra fuente consultada por este diario.
A mediados de febrero se celebró un comité muy polémico, que se saldó con la dimisión forzada de Julio César Martín. Varios cargos de UGT recibieron instrucciones para expulsar al secretario de participación institucional con el objetivo de reemplazarle por uno hombre 'de los suyos'. Algunos miembros de UGT denuncian “presiones” a raíz de este suceso, aunque otros aseguran que en su caso viene de antes. “Si UGT es una democracia, cada uno podrá votar lo que quiera y dar su opinión. Pero si no sigues sus directrices [las de Héctor Yagüez] según las dicta...”, asegura un responsable de UGT. “No es la imagen que UGT debería dar”, expone otra persona del sindicato.
Denuncian presiones para expulsar a un miembro del comité
Que iban a cesar de Julio César Martín era un rumor que circulaba en el edifico de Gamazo semanas antes de que pasara. El comité, en el que deciden el plan de acción para los siguiente años, debía celebrarse en enero, pero fue aplazado varias semanas para “presionar” a aquellos que no querían echar a Martín. De hecho, también se realizó una colecta de firmas en contra.
Según el relato que han esbozado varias fuentes, había quedado un puesto libre tras la dimisión del secretario de Organización hace varios meses, que correspondía a la FeSP. Yagüez, de la FeSMC, pretendía colocar a Óscar Lobo (que ha ocupado varios cargos en los últimos años), pero no Lobo y la vacante no correspondían a la misma federación. El responsable de la FeSP, Tomás Pérez Urueña, quería colocar a su hombre y decidieron 'sacrificar' a Martín para realizar dos nombramientos nuevos, aunque la federación que gana fuerza aquí es la FeSMC.
En ese momento empezaron algunas presiones a distintos cargos que se negaron a respaldar esta decisión. “No le conozco de nada y no había hecho nada como para quitarle de su puesto”, asegura un responsable sindical consultado por este periódico.
Por fin se celebró el comité y se presentó una lista de firmas para echar a Martín. “Nadie cuestiona si son válidas o no”, critica Julio César Martín al ser preguntado por este periódico y que asegura que sintió “indefensión”. Quien intervino no fue el responsable de su federación, Pérez Urueña, sino Héctor Yagüez, de FeSMC. “Dijo que hacía falta un sindicato fuerte contra Vox y que sería bueno para la UCA (el gobierno) por el bien de las federaciones”, explican varias fuentes.
Preguntado por este diario, el secretario general de UGT Castilla y León, Faustino Temprano, rechaza que haya habido “ninguna presión” e insiste en que todos los cambios que ha sufrido el sindicato están enmarcadas de acuerdo con el estatuto y en la vía “normal”. “Estoy convencido de que nadie ha presionado a nadie. Y la gente ya es mayorcita para votar lo que crea”, ha concluido. Sobre el caso particular de Julio César Martín, ha asegurado que en el comité se realizó un análisis de la gestión “y punto, y nada más”.
Yagüez, en declaraciones a este periódico, se niega a aclarar los términos de los ceses de los últimos meses y asegura que se trata de asuntos “internos” y asegura que los cambios no son “arbitrarios” ni “caprichos de un grupo reducido”. “No tienen relación unas cosas con otras”, explica.