La Junta de Castilla y León concluye que las larvas que aparecieron en una sopa del Hospital de León “son un hecho puntual”

El Gobierno autonómico intenta cerrar la polémica sobre Serunion, la empresa que se encarga del catering para el personal del Hospital de León donde se detectaron larvas en una sopa. Los Servicios de Control Oficial de la Junta en León han finalizado las actuaciones y concluyen que se trata de un hecho “puntual”.

Los funcionarios del Servicio Territorial de Sanidad en León realizaron una inspección pormenorizada del establecimiento, donde se verificaron sus condiciones generales de higiene en instalaciones y en prácticas de fabricación y manipulación de los alimentos, así como la auditoría del sistema de autocontrol de la propia organización responsable, “sin que en estos controles se haya detectado hallazgo o deficiencia importante”.

También se ha recabado otro tipo de información necesaria para la investigación puesta en marcha (número de comidas servidas, materias primas utilizadas, origen de las mismas,…), manifestando la empresa responsable que “sólo hubo un plato en el que se localizaron tres larvas y que una vez colada la sopa restante no se halló ningún ejemplar más”. Los Servicios de Control Oficial adscritos a la Delegación Territorial leonesa, cumpliendo con la normativa vigente, también procedieron a la recogida y precintado de muestras-testigo del preparado alimenticio implicado, de la materia prima utilizada (fideos), de una de las larvas halladas en la comida y de otros alimentos usados en la elaboración del plato, todo ello inspeccionado en el Laboratorio de Salud Pública de León para buscar otros ejemplares del insecto, descartándose la presencia de otras larvas o adultos.

Tras su análisis en el Laboratorio de Entomología Médica del Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud ‘Carlos III’, la larva remitida ha sido caracterizada como Tribolium sp., un coleóptero de la familia de Tenebrionidae“escarabajo bastante común en alimentos de origen vegetal envasados. Generalmente se alimentan de cereales, harinas, pastas alimenticias, galletas, etc. Estos insectos no son patógenos para el ser humano, ni están involucrados en la transmisión de ninguna enfermedad”.

Una vez definida su etiología como perteneciente al género Tribolium, la actuación inspectora de la Junta en este caso se ampliaba con una nueva inspección para determinar el origen de la larva y establecer medidas preventivas y correctoras, centradas en el almacén donde la empresa deposita las materias secas no perecederas, en donde se comprueba el buen estado de las instalaciones; la adecuada rotación de los alimentos; el tiempo que media entre la llegada de las pastas/harinas hasta su utilización (que no sobrepasa las tres semanas); y la apertura y búsqueda en algunas bolsas de larvas asimilables a las que protagonizan el incidente, con resultado negativo.

Esta misma ausencia de insectos ha caracterizado la instalación de dispositivos específicos para la detección de coleópteros, que, mediante el uso de feromonas, atraen a estos insectos, lo que además de causarles la muerte, sirve para caracterizar, monitorizar la distribución, densidad y dispersión de posible infestaciones, sin que en este caso se haya detectado plaga alguna.

Conclusiones

Tras todo este proceso de recogida de información y análisis, la investigación realizada por los Servicios de Control Oficial indica que las larvas solamente fueron detectadas en un único plato de sopa servido en este turno de comida y que, ni el resto del servicio, ni en las muestras-testigo y en la materia prima se han encontrado más ejemplares asociados, “lo que hace pensar que se trata de un hecho único y puntual”. Al tratarse de un escarabajo vinculado a alimentos relacionados con la harina, su origen estaría asociado a los fideos con los que se elaboró la sopa.

Del examen del almacén, los productos almacenados y la vigilancia con trampas de feromonas “no parece que haya una plaga de estos coleópteros en el establecimiento, por lo que cabe la posibilidad de que la contaminación de los fideos se produjera en etapas anteriores”. Estas larvas de insecto, por lo general, no están asociadas a peligros para la salud pública.

La Junta, a través de su Servicio Territorial de Sanidad, ha instado a los responsables de la empresa implicada al refuerzo de las medidas de vigilancia de plagas y medias preventivas necesarias para evitar recurrencia de episodios similares y, asimismo, se llevarán a cabo las comunicaciones oportunas a proveedores y fabricantes de la materia prima.

Antecedentes y nueva adjudicación para comedores escolares

No es la primera vez que se han detectado insectos en el catering de Serunion. En 2014 cinco colegios de la provincia de León, tres de ellos de la capital (Antonio Valbuena, La Palomera y Antonio González de Lama), el colegio de Trepalio en Trobajo del Camino y el CRA de Riaño, recibieron una partida de pasta de sopa con larvas de gorgojo en el menú escolar, y en tres de ellos (Valbuena, Trepalio y Riaño) se llegaron a servir a los escolares en el comedor, al igual que ocurrió en otro centro escolar de la provincia de Segovia, mientras que en los dos restantes de la capital leonesa se detectó su presencia en la cocina antes de su emplatado.

Recientemente esta misma empresa ha resultado adjudicataria de un concurso de la Junta para proporcionar los menús de los comedores escolares. Recibirá 4,5 millones de euros para el catering de los colegios públicos de Ávila y 6,2 millones de euros por suministrar los menús en 41 colegios de Valladolid.