La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado definitivamente este miércoles la actualización del Mapa Estratégico del Ruido de la ciudad y la concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, ha explicado que ahora se trabaja ya para desarrollar un plan de acción sobre ese mismo asunto en el que, ha avanzado, se “hará hincapié” en el ruido procedente del ocio nocturno.
Así lo ha señalado la edil después de la reunión de la Junta de Gobierno celebrada este miércoles bajo la presidencia del alcalde de la ciudad, Óscar Puente, en cuyo orden del día figuraba la aprobación definitiva de la actualización del Mapa Estratégico de Ruido de la Ciudad de Valladolid (MERVA), un trámite que se debe realizar cada cuatro años.
Según Sánchez, concluyó hace unas semanas el periodo de alegaciones, en el que se recibió una de la Federación de Asociaciones Vecinales Antonio Machado que hacía referencia específicamente al ruido del ocio nocturno.
La normativa, ha detallado la concejal, plantea que primero se debe efectuar un Mapa del Ruido municipal y actualizarlo cada cuatro años y después “hacer un Plan de Acción”, que es el punto en el que el Ayuntamiento trabaja actualmente con plazo hasta septiembre de 2024.
De hecho, Sánchez ha avanzado que el futuro Plan de Acción “va a hacer hincapié en el ruido del ocio nocturno”. Para ello, ha defendido que el Ayuntamiento ha hecho “los deberes” ya que se han instalado distintos sonómetros en las zonas de ocio y se trabaja en medidas junto a asociaciones vecinales como la de la Zona Centro.
Niveles altos de ruido en zonas de ocio nocturno
Ante la solicitud de esta entidad para que se considere al casco histórico de la ciudad como Zona de Alta Saturación de ruido (ZAS), Sánchez ha explicado que se estudiarán los resultados de los sonómetros y “si los datos dan” se actuará en función de los márgenes que establece la ley. Eso sí, ha apuntado que donde más alto es el nivel de ruido es, por el momento, la 'zona de Coca'.
En cuanto al resultado de las medidas tomadas en función de los Mapas del Ruido, Sánchez ha mostrado la satisfacción del equipo de Gobierno pues considera que se ha conseguido bajar los niveles de contaminación acústica en distintas áreas de la ciudad.
La concejala se ha referido especialmente a la norma estatal que estableció en 30 kilómetros por hora el límite máximo de velocidad en un buen número de vías de la ciudad, algo que según Sánchez “ha hecho que en muchas calles haya bajado la contaminación acústica”. Eso sí, ha matizado que “hay mucho que hacer en ese sentido”.
De hecho, ha defendido que este mapa se ha realizado con “medios propios”, mientras que en 2008 cuando gobernaba el Partido Popular “se externalizó con un coste para las arcas municipales de mas de 370.000 euros”, por lo que lo ha definido como “una buena gestión”.