El brote en la residencia Cardenal Marcelo de Valladolid ha obligado a ingresar en el hospital a tres usuarios que ha presentado síntomas compatibles con la COVID-19, y a aislar a dos más, con 15 más con síntomas leves compatibles, según informa la Diputación. Este sábado la dirección del centro comunicó que una usuaria había dado positivo por coronavirus, lo que había obligado a confinara a 4 usuarios con síntomas, que posteriormente subieron a 11. A primera hora de la tarde del domingo, la institución provincial confirmó que además de dos hospitalizados había 14 usuarios con síntomas compatibles con la COVID-19, que han sido puestos en aislamiento, cifra que ha aumentado a 3 hospitalizados y 15 aislados. Además, según comunicó el sábado, cuatro trabajadores, todos ellos contactos directos de la residente que dio positivo este sábado, han sido puestos en cuarentena.
El pasado 31 de julio, tal y como publicó eldiario.es, los trabajadores de la residencia de la Diputación de Valladolid se saltaron el protocolo COVID en la despedida de una auxiliar de enfermería que se jubilaba, a pesar de que los residentes son de riesgo por su edad, de que hace tan sólo unos meses que el 98% sufrió el virus y que murieron decenas, no se cumple con las medidas mínimas de seguridad. La Diputación de Valladolid ya suspendió las visitas al centro tras el positivo de una trabajadora de la empresa de limpieza, nueve días después de esa celebración, una integrante del servicio de limpieza dio positivo en COVID-19.
La gestión de la epidemia en el centro, que pertenece a la Diputación de Valladolid, ya fue cuestionada en abril cuando se supo que la administración no alertó a la Consejería de Sanidad de que el director de sus dos residencias de ancianos había dado positivo en COVID-19 el pasado 19 de marzo, dos días después de que pidiese la baja por los síntomas, y de que el 98% de los residentes de la Cardenal Marcelo dio positivo en coronavirus. Tal y como publicó este diario, los técnicos de prevención de riesgo laborales “no pudieron pasar de la entrada” porque estaba “todo controlado”, según la dirección.