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CSIF denuncia saturación y falta de personal en las urgencias de Atención Primaria de Valladolid

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia “con datos concretos” la saturación en los servicios de urgencias de Atención Primaria en la provincia de Valladolid, insistiendo en que los pacientes y familiares se quejan “continuamente” a los profesionales, “creándose situaciones tensas, muy incómodas y nada adecuadas para el normal desarrollo del trabajo asistencial”.

El tiempo de espera para ser atendido en los Puntos de Atención Continuada (PAC) puede superar las tres horas, y a esto hay que añadir que alguno de los usuarios puede requerir atención posterior en los servicios de urgencias hospitalarias. “Son habituales los enfrentamientos con los trabajadores”, asegura la presidenta provincial de CSIF en Valladolid, María José San Román, “que en ocasiones acaban en agresión al profesional por parte del propio paciente o de los acompañantes, algo que -lamentablemente- el sanitario tiene asumido como parte de su trabajo”.

“CSIF ha trasladado en numerosas ocasiones, a las respectivas gerencias, el déficit de profesionales. Las necesidades del servicio superan ampliamente la capacidad numérica de atención del personal de estos servicios de urgencias. Los PAC llevan años necesitando un aumento de personal para cubrir las necesidades de la población y ofrecer una asistencia de calidad”, señala el responsable del sector de Sanidad de CSIF en Valladolid, Javier Hernando.

Los Puntos de Atención Continuada (PAC) de los centros de salud urbanos de Valladolid con mayor carga atienden más de 250 usuarios en un “día normal”, llegando a 430 pacientes diarios en fechas de mayor saturación, como las pasadas navidades, afirma. “El PAC del Centro de Salud Arturo Eiries, de Valladolid, es el que más urgencias atiende en toda la provincia. A nivel de castilla y León, solo fue superado en 2019 en 4.000 atenciones por el PAC de Ponferrada”, explica.

En este punto de atención continuada de Arturo Eiries, al que le corresponden 262.155 cartillas sanitarias, para la atención de urgencias de lunes a viernes, de los tres médicos y tres enfermeras que atienden el servicio, solamente dos de ellos permanecen de 15.00 horas a las 8.00 del día siguiente. Un único pediatra y un celador durante la tarde completan el reducido equipo, según explica el sindicato a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación.

Durante los servicios de urgencias de 24 horas, los sábados, domingos y festivos, el personal es de dos médicos, dos enfermeras y un celador las 24 horas; reforzados escasamente por otro médico, otra enfermera, un pediatra y un técnico de rayos durante el día; y un médico y una enfermera por la mañana. “Un personal claramente insuficiente para atender a más de 262.000 potenciales usuarios, y teniendo en cuenta que este PAC atendió 69.526 urgencias en 2019”, remarca Javier Hernando, que recuerda que CSIF ya ha reiterado la petición de más profesionales en diferentes foros y reuniones.

Los servicios de urgencias de los centros de salud de la provincia de Valladolid atendieron 372.836 urgencias el año pasado: 191.000 en el área Valladolid Este y 182.000 en el área Valladolid Oeste. El número de tarjetas sanitarias en toda la provincia es de 524.202.

Del total de esas urgencias, casi dos tercios, 220.884, fueron atendidas en los PAC más saturados de Valladolid y su alfoz. En el del Centro de Salud Arturo Eiries hubo 69.526 urgencias atendidas, en el Centro de Salud Pilarica 56.476, en el del centro Rondilla 23.857, y en el de Delicias 21.893.

En cuanto a los Puntos de Atención Continuada (PAC) rurales de la provincia de Valladolid, el del centro de salud de Medina del Campo atendió 26.634 urgencias, o el de Laguna de Duero 22.498.

En los PAC rurales de Valladolid, aun siendo el número de cartillas más reducido, los responsables de las gerencias deberían tener en cuenta la dispersión geográfica de las zonas básicas de salud, recalca María José San Román. En muchos de estos PAC atienden sólo un médico y una enfermera las urgencias, “lo que supone que el centro de salud se queda cerrado y sin profesionales cuando estos tienen que acudir a atender alguna urgencia, fuera del propio centro”.