La Audiencia Provincial de Valladolid ha confirmado la orden cautelar de alejamiento de un padre que presuntamente suministró dióxido de cloro a su hija de 12 años para “protegerla de agentes patógenos”, ante la pandemia de COVID-19. La justicia, además, ha confirmado la suspensión del régimen visitas. Ambas decisiones fueron adoptadas por el Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid en el marco de una investigación al progenitor por presuntamente suministrar a la niña esa sustancia.
La Sala apoya las medidas impuestas por el Juzgado de Instrucción al estimar que “existen indicios fundados de la posible comisión por parte del investigado de un delito contra la integridad física del artículo 153 del Código Penal sobre su hija menor”. El Tribunal cree “correcta la apreciación” que hace la Juez Instructora de que la menor se halla en “una situación objetiva de riesgo”. El padre, indican “no asume el criterio emitido por la Agencia Española de Medicamentos sobre el grave riesgo para la salud que tiene el consumo de soluciones de dióxido de cloro, defendiendo que su ingesta produce excelentes beneficios en sus dosis adecuadas”.
“Con ello se colige que el investigado al propiciar tal práctica puede colocar a su hija menor de edad en una situación objetiva de riesgo relevante de ingerir tales productos que son perjudiciales para su salud y su integridad física”, continúa el auto. Los forenses advierten que “el consumo de dióxido de cloro y de clorito de sodio supone un grave riesgo para la salud y no se recomienda en ningún caso; que el clorito de sodio que se degrada en solución acuosa a dióxido de cloro no tiene la consideración legal de medicamento legal y puede producir graves daños a la salud y que, en la alerta de medicamentos ilegales, no existiendo evidencia científica de ningún tipo que sea eficaz para tratamiento o prevención de la Covid-19, ni de ninguna patología”.
Los forenses añaden que el consumo directo de esta sustancia “puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea que pueden llevar a deshidratación, fallo renal, anuria, anemia hemolítica y metahemoglobinemia, así como que sus vapores pueden causar irritación ocular o respiratoria, broncoespasmo o incluso edema pulmonar”.