La ciudad de Valladolid contará con una Zona de Bajas Emisiones a partir de este mes de enero, aunque las sanciones no se empezarán a aplicar en la ciudad hasta 2023. La ZBE de la capital vallisoletana se enmarca en el Plan de Mejora de la Calidad del Aire, cuyo borrador se ha mantenido en periodo de exposición pública hasta este 1 de octubre, y que comenzará a funcionar en periodo de recomendación el 1 de enero de 2022. Antes de que se sancione a los conductores, el consistorio debe elaborar una nueva ordenanza, que el equipo de Gobierno ha aparcado hasta aprobar el Plan en el pleno de noviembre o diciembre, aunque tenía previsto haberlo aprobado en julio.
Durante todo el año que viene, la Zona de Bajas Emisiones estará en vigor, pero sin sanciones admistrativas. Será un periodo informativo de un año de duración en el que los ciudadanos deberán hacerse a unos nuevos límites urbanos, la llamada “almendra central”, y al etiquetado de sus vehículos según el nivel de contaminación que emitan: B, C, Eco y 0. Así, Valladolid se adelanta casi un año a la Ley de Cambio Climático, que establece la obligatoriedad de estas zonas en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes.
Durante esa especie de periodo de pruebas de un año en el que se recomendará el cumplimiento del Plan a los ciudadanos, el consistorio desarrollará una nueva ordenanza que limitará legalmente la Zona de Bajas Emisiones de la ciudad y establecerá las sanciones administrativas para aquellos conductores que la incumplan. Esta fórmula tiene como objetivo evitar varapalos judiciales como el que sufrió el plan Madrid Central, explica la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, de Valladolid Toma la Palabra, socio de Gobierno del alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente.
“Para que se pueda sancionar a quien entre en la Zona de Bajas Emisiones tiene que haber una ordenanza. Este ha sido uno de los problemas de Madrid Central”, explica. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló varios Ordenanza de Movilidad Sostenible del Plan de Manuela Carmena. “Estamos aprendiendo de los que van por delante para evitar errores que han sucedido en otros lugares”, resume la edil.
La implementación escalonada se prolongará hasta el año 2030, como ya explicó el consistorio antes de verano. El 1 enero 2022 entrará en vigor el Plan solo como una recomendación para que no entren en almendra central vehículos sin etiqueta. En 2023, una vez esté aprobada la ordenanza, se procederá a sancionar a los conductores de vehículos sin etiqueta. A posteriori, en enero 2025, no entrarán los vehículos sin etiqueta, ni los de etiqueta B y cinco años más tarde, en enero 2030, no entrarán los vehículos sin etiqueta, ni los de etiqueta B, ni C. Solamente los Eco y 0. Sánchez cree que los tiempos son razonables y permitirá a los ciudadanos adaptarse a esta nueva realidad.
Ecologistas en Acción reclama un nuevo calendario
Este martes, la asociación Ecologistas en Acción Valladolid va anunciar las alegaciones que presenta contra el Plan del consistorio. Estas aportaciones han sido remitidas al Equipo de Gobierno durante el periodo de exposición pública del Plan, y según explican desde la asociación suponen dar una “vuelta completa” al proyecto municipal. “Vamos a proponer un replanteamiento total, a la extensión, las restricciones y el calendario”, indican.