El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado este viernes en un pleno extraordinario una iniciativa por la que se compromete a colaborar económicamente con la Cofradía de la Santa Vera Cruz para recuperar la cúpula la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz, que se derrumbó el pasado 25 de junio cuando se realizaban las obras de rehabilitación, un asunto que investiga la Fiscalía.
Una propuesta de PP y Vox que han rechazado los grupos de la oposición, PSOE y Valladolid Toma la Palabra (VTLP), y que enmienda la petición de responsabilidades políticas que ha defendido el portavoz socialista, Pedro Herrero, que ha calificado este acuerdo como “un cheque en blanco” que no tiene en cuenta “la dejadez imperdonable” del equipo de Gobierno ante “un suceso evitable”.
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero (PP), ha asegurado que este asunto “estaba suficientemente despachado con la comisión” y ha pedido al resto de grupos “mirar al futuro” y que ese compromiso se traduzca en ayudar a la Cofradía de la Vera Cruz, propietaria del monumento.
El concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, principal aludido en las críticas de los partidos de la oposición, ha afeado las posturas de las formaciones de izquierda ante “un suceso lamentable” y les ha preguntado si han actuado de “mala fe” al no notificar el mal estado del templo, unas críticas que ha compartido el edil de Vox, Alberto Cuadrado.
“Estamos intentado que la reconstrucción sea lo más fidedigna posible, con materiales y diseño originales, avalados por informes de arquitectos, para que más pronto que tarde volvamos a tener este patrimonio recuperado”, ha insistido Zarandona.
Y ha afirmado que “ha dado respuesta” a las peticiones de información de la oposición en preguntas escritas y orales durante los plenos municipales, en atenciones a los periodistas y en una comisión extraordinaria que tuvo lugar el pasado 31 de julio, en la que defendió la correcta gestión de los permisos.
“Clamorosa negligencia”
La oposición, sin embargo, no ha aceptado la explicaciones del equipo de Gobierno: Pedro Herrero ha asegurado que el derrumbe del “centro neurálgico” representa “un caso flagrante de mala gestión política” y “una clamorosa negligencia”
En su intervención se ha centrado en la gestión de la Declaración Responsable de Obras y Usos (DROU) por parte del concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, al que ha acusado de no actuar con diligencia y de dilaciones injustificadas, así como ha reprochado al regidor sus palabras cuando dijo que el asunto estaba “solventado y despachado” por “no hacer su trabajo” y no “estar al mando”.
Por su parte, el concejal de Valladolid Toma la Palabra (VTLP), Jonatan Racionero, ha criticado al ejecutivo municipal que forman PP y Vox de actuar con “negligencia y falta de transparencia” y ha remarcado que “el punto de partida de esta tragedia es el cúmulo de deficiencias administrativas”.
Racionero ha recordado que en todo este proceso se dieron dilaciones injustificadas en la información y en la notificación, en al menos dos ocasiones, de que la DROU era incorrecta (17 de noviembre de 2023 y 24 de junio de este año, en la víspera del siniestro), en este último caso cuando las obras se habían retomado el 30 de abril, con demoras de 21 días para informar de la paralización de los trabajos.
Limitación de tiempos
El pleno de este viernes, además, también se ha visto salpicado por la polémica: los partidos de la oposición, PSOE y VTLP, han vuelto a denunciar la limitación de tiempos para esta sesión extraordinaria: 9 minutos frente a los 52 y 36 minutos que recibieron en los plenos extraordinarios anteriores.
De hecho, Racionero ha cuestionado cómo va a conseguir que la ciudad “se una” en torno a la recuperación de este monumento, una petición recurrente del alcalde y del concejal de Urbanismo, si el equipo de Gobierno no da información y actúa con “falta de transparencia”.
Al inicio de la sesión, además, ha intervenido el portavoz de la asociación Ciudadanos por la defensa del patrimonio de Valladolid, Óscar Carranza, que ha calificado los hechos como “un desastre patrimonial sin precedentes” salpicado por un “un cúmulo de errores y negligencias” y ha cuestionado por qué el Ayuntamiento no ha solicitado la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para este templo, que sí tiene el entorno.