Revelan el enigma de la edad del 'Cielo de Salamanca' gracias a los signos del zodiaco pintados en el mural
La antigua biblioteca de la Universidad de Salamanca tuvo un mural, del que solo se conserva un tercio, donde se representaba la bóveda celeste en algún momento del siglo XV. Ahora, investigadores de la Complutense han comprobado la fecha exacta de la triple conjunción de Venus, Marte y Saturno que aparecería en el signo de Cáncer
Uno de los mayores enigmas que albergaba la Universidad de Salamanca parece haberse resuelto: la fecha que representa el Cielo de Salamanca, el valioso mural pictórico de la bóveda de su antigua biblioteca realizado por el artista salmantino Fernando Gallego en el siglo XV con el asesoramiento de catedráticos de astronomía.
La obra estaría representando el cielo de los días 13, 14 y 15 de agosto de 1475 para la longitud y latitud de Salamanca, según concluye ahora una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) realizada por Azucena Hernández.
“La representación de esta bóveda celeste es una obra pictórica sin precedentes en el arte español. Fue una muestra de erudición y un reconocimiento expreso a la peculiaridad de un espacio de estudio y lectura reflexiva”, destaca esta especialista en Historia del Arte.
En el mural, del que solo se conserva un tercio de su superficie por unas obras en 1763, los doce signos zodiacales cruzaban la superficie de la bóveda en un despliegue oblicuo. A ambos lados de esa banda zodiacal estaban representadas doce constelaciones boreales y otras doce australes, así como el Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos en el siglo XV.
El único evento astronómico compatible con lo que está pintado en el fragmento de bóveda conservada fue la triple conjunción de Venus, Marte y Saturno en el signo de Cáncer, que fue visible en Salamanca del 13 al 15 de agosto de 1475
Hernández ha conseguido reconstruir la parte perdida de la obra y revela que la presencia de planetas confirmaba la intención de representar el cielo en una fecha exacta: “Partimos de la hipótesis de que los autores intelectuales del diseño, astrónomos vinculados a la universidad salmantina, eligieron la representación de la bóveda celeste visible desde Salamanca en una fecha asociada a un evento astronómico singular y no a una con significado político o social como se había supuesto hasta el momento”.
Para llevar a cabo el estudio, la investigadora fue analizando todos los fenómenos astronómicos que se consideraban ‘singulares’ en la Edad Media (eclipses de sol o de luna, visibilidad de cometas y conjunciones planetarias) durante un intervalo de 37 años, desde la fundación de la cátedra de Astronomía en 1460 hasta la mención de los trabajos en la bóveda en la obra De Hispaniae Laudibus de 1497.
El Sol y Mercurio ayudan en la datación
Las posiciones del Sol y de Mercurio sirvieron de arranque del estudio y permitieron descartar eventos astronómicos incompatibles. El estudio se ha realizado de forma manual, revisando los datos de las posiciones planetarias, día a día, mes a mes y año a año durante el periodo analizado.
Hay en marcha un proyecto de recreación museística de la bóveda completa en base a esta investigación y con la colaboración de un pintor especializado en recuperaciones históricas
Finalmente, el único evento astronómico compatible con lo que está pintado en el fragmento de bóveda conservada fue la triple conjunción planetaria de Venus, Marte y Saturno en el signo de Cáncer que fue visible en Salamanca los días 13 al 15 de agosto de 1475, precisamente cuando se estaba construyendo la biblioteca“, subraya Hernández.
“La obra es tan singular, única en el mundo, que siempre se había lamentado no conocer cómo fue antes de su desaparición parcial”, concluye la investigadora, quien avanza la posibilidad de crear un réplica completa: “La propuesta ha interesado a las autoridades de la Universidad de Salamanca –que ya dedicaron una exposición en 2018 al Cielo de Salamanca– como a los responsables políticos de la ciudad, y hay en marcha un proyecto de recreación museística de toda la bóveda en base a esta investigación y con la colaboración de un pintor especializado en recuperaciones históricas”.