La población en riesgo de pobreza y exclusión social se situó en 2023 en el 22,4% de la población de Castilla y León, 530.000 personas, 10.000 más que en el 2022, debido al aumento de la brecha de género, ya que las leves variaciones del indicador sólo afectan a las mujeres, y a las diferencias en el medio rural, donde ese porcentaje llega al 30 por ciento.
Estos son algunos de los datos del XIV informe sobre el estado de la pobreza en Castilla y León que ya presentó en febrero la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social (EAPN) y en la que ha profundizado este jueves, Día Internacional de Erradicación de la Pobreza, que destaca que la comunidad ocupa el noveno lugar en cuanto a ese indicador, conocido como la tasa AROPE.
El informe, que se ha presentado en el CES, recoge que en el 2023, la tasa AROPE aumentó 0,7 puntos en las mujeres, hasta el 23,6 por ciento, con lo que la brecha entre género aumentó hasta los 2,4 puntos, ya que la masculina está en el 21,2 por ciento.
La brecha rural se ensancha 11,6 puntos
En cuanto a las zonas rurales presentan una tasa AROPE más alta que la de las zonas urbanas, con un 30,0 % y 18,4 % respectivamente en 2023, una diferencia que vuelve a ampliarse hasta los 11,6 puntos, debido al mayor envejecimiento, mayor número de mujeres con menores pensiones, y marcha de los jóvenes, ha analizado uno de los autores del estudio, Jonathan Sánchez, en su presentación.
Los datos también señalan que el 6,4 por ciento de la población de Castilla y León estaba en situación de carencia material y social severa, el 1,4 por ciento más que el año anterior y el más alto desde que se publica este indicador, el 2014, cuando estaba en el 4,6%, con el 2,5 del 2019, antes de la pandemia, como menor dato.
También la pobreza severa aumenta fuertemente este año en las zonas rurales en 3,8 puntos porcentuales, hasta el 12,3 %, 5,2 puntos por encima del registrado en las zonas urbanas (7,1 %).
“Castilla y León ha logrado controlar la pobreza pero no su intensidad, ya que las personas pobres lo son más”, ha resumido Jonathan Sánchez.
Mayor Arope en los menores aunque se recorta
En cuanto a la tasa AROPE (porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión) entre niños y adolescentes se situó en el 25,5 por ciento en el 2023 en Castilla y León, la cuarta menor del conjunto autonómico, el 1,3 por ciento menos que el 26,8 del 2022 y 8,4 puntos por debajo del 33,9 nacional.
Y como en anteriores informes, según han explicado Jonathan Sánchez y otra de las autoras, Cristina Sánchez, quienes viven en hogares con menores económicamente dependientes registran tasas mucho más elevadas que el resto para los principales indicadores de pobreza y vulnerabilidad.
Pero, aunque la tasa AROPE de hogares con menores en Castilla y León siempre es superior a la de los hogares sin menores. Sin embargo, este año la diferencia se reduce a menos de un punto debido al descenso de la tasa AROPE al 22,9 por ciento un punto menos que en el 2022, entre las personas en hogares con menores, y al aumento del resto, hasta el 22 por ciento, 1,3 puntos más.
Un tercio de las pensiones no superan el umbral de la pobreza
También analiza el estudio el importe de las pensiones, que tiene un efecto significativo tanto en la generación de pobreza entre las personas mayores, como en su contención.
En 2023 más de un tercio de las pensiones que se repartieron en Castilla y León (218.346 pensiones, el 35,0 % del total) tenía un importe que no superaba el umbral de pobreza, es decir, inferiores a los 785 € mensuales en 14 pagas.
Y en un 13,2%, el importe de su pensión es inferior al umbral de pobreza severa (renta inferior a 523 € en 2023), y la cifra alcanza al 23,2 % en el caso de las prestaciones por viudedad.
La vivienda como factor de vulnerabilidad
El estudio señala a la vivienda como un factor de vulnerabilidad, y en Castilla y León el 6,6 % de la población tiene gastos de vivienda superiores al 40 % de su renta disponible, 1,3 puntos menos que el 8,2 nacional, una cifra que se eleva al 34,4 por ciento en el caso de las personas pobres de la comunidad, y 2,7 puntos en este caso por encima de la media nacional.
En cuanto al empleo, la baja intensidad del trabajo en el hogar ha pasado del 8,2 al 7,3 por ciento, lo que indica que en los hogares se está trabajando más.
Sin las transferencias del Estado la pobreza llegaría al 44,2%
También analiza EAPN que pasaría si no hubiera transferencias del Estado en Castilla y León, y concluye que en 2023 la situación de pobreza se ampliaría a más de dos de cada cinco personas (44,2 %).
Si solo se incluyeran las pensiones de jubilación y supervivencia y no se realizase ninguna otra transferencia, la tasa de pobreza alcanzaría al 23,1 % de la población castellanoleonesa.
En comparación con el impacto de las administraciones públicas a nivel nacional, el efecto en Castilla y León es mayor: mientras que mantener las pensiones de jubilación y supervivencia reducen la pobreza en un 26,9 % en Castilla y León (4,9 puntos porcentuales), a nivel nacional lo hacen en un 29,7 % (6,0 p.p.).
En el caso de que no hubiera ningún tipo de transferencias la población pobre castellanoleonesa aumentaría un 142,9 % (26,0 p.p.) mientras que en toda España el incremento sería del 110,9 % (22,4 p.p.).
EAPN valora el Pacto Social por las Familias
El presidente de EAPN en la comunidad, Óscar Castro, ha planteado ante este informe tres retos fundamentales para visibilizar al tercer sector, centrar la intervención en las personas y sensibilizar a la sociedad.
Ha valorado el Pacto Social por las Familias propuesto por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y ha reclamado, entre otras medidas, una mejora del sistema de rentas sociales, y servicios sociales más accesibles y con mayor dotación.
Cabero: la principal enfermedad del Estado social es la pobreza
El presidente del CES, Enrique Cabero, ha aplaudido el informe que sirve para conocer la situación en la comunidad y poder tomar medidas y ha advertido de que la principal enfermedad que puede contraer el estado social es la pobreza.