El último informe del Observatorio de Emancipación Juvenil informa que nueve de cada diez jóvenes de Castilla y León sigue viviendo en casa de sus padres. Además, la Comunidad era en el año 2021 la tercera con más personas jóvenes que habían emigrado a otros puntos de España para completar sus estudios superiores, sobre todo a Madrid.
Los datos, presentados este martes en rueda de prensa en el Consejo Económico y Social, analizan la situación de las personas jóvenes de Castilla y León en el segundo semestre de 2021. Los más jóvenes continúan inmersos en una precariedad y fragilidad laboral que repercute en sus expectativas vitales. Según recoge el informe, tan solo el 14,7% de los castellanos y leoneses había abandonado el hogar de origen a finales de 2021.
Un joven asalariado no podría acceder a una vivienda sin superar el umbral de sobreendeudamiento, teniendo que destinar el 53,8% de su salario para el pago de alquiler y un 33% para la cuota hipotecaria, sin contar otro tipo de costes como el de suministros básicos asociados al uso de la vivienda, al que se destina una media del 10,4% de los ingresos.
De la misma manera, contar con un empleo estable era algo poco probable. Casi la mitad de la población joven, se encontraba en su empresa actual desde hacía menos de un año. Y, solo dos de cada 10 jóvenes tenían una continuidad laboral de más de tres años. Casi todos los contratos que han firmado estos jóvenes eran temporales. Por su parte, la tasa de actividad de los jóvenes con estudios superiores fue del 73,2%. La tasa de paró disminuyó hasta el 21,1%.
El Observatorio de Emancipación Juvenil monitoriza los resultados sobre la juventud y ofrece una perspectiva cuantitativa y descriptiva sobre la situación de la juventud en materia de empleo, educación y vivienda.