CCOO y el sindicalista que se 'infiltró' en Glovo inician este viernes una ofensiva contra las compañías de reparto online en Castilla y León

Hace una semana, el responsable de CCOO Servicios en Valladolid, Raul García Agudo, se infiltró en una entrevista de trabajo para un puesto de repartidor. Quería comprobar en primera persona las condiciones de los riders, aunque las empresas de reparto online aseguren hasta la extenuación que no existe una relación laboral. De hecho, varias sentencias han validado el modelo de estas empresas, al considerar que lo que se da entre repartidores y la compañía es una relación mercantil y no laboral. Sin embargo, este viernes, CCOO de Castilla y León ha convocado una protesta en uno de los centros neurálgicos de reparto de Valladolid para pedir que las empresas regularicen a los riders como asalariados, al creer que se trata de trabajadores encubiertos.

García Agudo solicitó por internet la entrevista de trabajo en la principal compañía de reparto vía aplicación de Valladolid, que cuenta con cerca de 500 riders registrados. Cuando se reunió con los responsables de contratación, le vendieron el empleo como si fuese una oportunidad maravillosa. Pero a él, que conoce bien la legislación laboral, las condiciones parecieron “absolutamente aberrantes”.

“Te dicen que en la empresa puedes trabajar lo que quieras y ganar en función de los pedidos que aceptes”, explica García Agudo a eldiario.es. “Te mienten a la cara; no es cierto que puedas elegir tú las horas. Debes tener disponibilidad horaria hasta que consigas una valoración muy alta por parte de los usuarios. Eso no se le puede pedir a un trabajador por cuenta propia”.

Jornadas maratonianas, nula cobertura médica, sueldos alejados del SMI, desembolso previo de más de 100 euros todo para que la app te permita aceptar pedidos. “Soy ingeniero informático y me parece terrible que haya gente que utilice la tecnología para enriquecer a cuatro socios a costa del trabajo de miles de personas”, relata. “Haciendo cálculos, para cobrar el Salario Mínimo Interprofesional, tendría que haber estado trabajando unas 15 horas al día como rider”.

Pero, además, explica Agudo, te obligan a utilizar tu propio vehículo y tus datos móviles, a pagar 60 euros por la mochila y 15 euros a una asesoría. “Si sumamos eso a la cuota de autónomo hay que desembolsar unos 140 euros antes de empezar a trabajar”, dice García Agudo. “Nos vamos a volcar al 200% con los repartidores porque no podemos permitir condiciones de semiesclavitud en nuestra Comunidad”.

La hoja de ruta del sindicato contempla atención sindical para estos repartidores, asesoría jurídica, presentar denuncias ante la Inspección de Trabajo, y también, acudir a los tribunales. “Estoy seguro de que esta presión de alto nivel se va a trasladar a otras comunidades”, dice García Agudo. Sentencias como la del juzgado de lo Social número 5 de Valencia que hace unos días obligó a Roodfoods Spain SL, sociedad detrás de Deliveroo, a contratar a 97 repartidores tras una demanda de la Tesorería General de la Seguridad Social.

La lucha de los riders valencianos, que tuvieron el apoyo de la Intersindical Valenciana, ha servido de acicate a CCOO de Castilla y León para iniciar la cruzada contra las empresas. También la decisión del Ministerio de Trabajo de incluir a los repartidores de comida dentro del convenio de Hostelería. “Esto nos ha impulsado a coger el toro por los cuernos”, asegura García Agudo.

Este viernes, CCOO Castilla y León ha organizado una concentración a las 13.00 horas en la Acera de Recoletos de Valladolid para reclamar que los 3.000 trabajadores de Deliveroo y Glovo en la Comunidad se conviertan en trabajadores asalariados. Se trata de la primera manifestación que este sindicato convoca en Castilla y León en defensa de los repartidores. Además, anuncia que el próximo martes los responsables de Comisiones Obreras se reunirán con la Dirección Regional de la Inspección de Trabajo “para presionar”. También anuncia que se plantean llevar la situación laboral de estos repartidores a los tribunales mediante una acción colectiva muy pronto.