El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Lerma (Burgos) ha acordado el sobreseimiento provisional y archivo del procedimiento abierto contra dos agricultores por el incendio forestal que calcinó 2.500 hectáreas en la comarca burgalesa del Arlanza en julio de 2022, y que afectó al parque natural Sabinares del Arlanza-La Yecla.
El auto recoge que el desconocimiento de la causa exacta del fuego, que se inició cuando se estaban realizando labores agrícolas en un paraje del municipio de Tejada, lleva al archivo de la causa por un delito de incendio ante “la imposibilidad de atribuir responsabilidad a los investigados”, ha informado el gabinete de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
“En el presente caso no se han reunido en la causa indicios suficientes que permitan tener por acreditado que la conducta de los investigados el día de los hechos reuniera los presupuestos típicos del ilícito que se investiga”, señala la resolución.
Además, la resolución de la Junta de Castilla y León que prohibió cosechar entre las 12 y las 19 horas aquel día, debido a las elevadas temperaturas derivadas de una ola de calor, nunca fue publicada, por lo que resultó ineficaz, y en consecuencia, no puede apreciarse imprudencia grave, insiste el auto.
“Efectuadas las oportunas averiguaciones, la Resolución citada nunca fue oficialmente publicada, con lo que ello conlleva a los efectos previstos y regulados en el art. 39 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, según el cual, los actos administrativos como la Resolución a que se alude son eficaces desde que se dictan, salvo que tal eficacia esté supeditada a la notificación o publicación del acto”.
El incendio de la comarca de Arlanza se declaró el 24 de junio de 2022 sobre la una de la tarde y se extendió rápidamente por los municipios de Quintanilla del Coco, Santibáñez del Val y Santo Domingo de Silos, que fueron desalojados, junto con otras dos localidades próximas.
En total se tuvo que desalojar a 500 personas, incluidos los monjes del Monasterio de Santo Domingo de Silos, y el fuego calcinó 2.500 hectáreas, el 70 por cierto del parque natural Sabinares del Arlanza, además de dejar devastado buena parte del pueblo de Santibáñez y causar otros daños en inmuebles y naves de Quintanilla y Santo Domingo.