Veterinarios acusan a la Junta de retroceder los estándares sanitarios en Castilla y León
El sindicato de veterinarios de Castilla y León (Sivecal) ha acusado este lunes al Gobierno autonómico de querer involucionar los estándares sanitarios en Castilla y León al publicar una orden que “desprecia las bases de la epidemiología veterinaria como ciencia que estudia la enfermedad en las poblaciones animales”.
A través de un comunicado, el sindicato ha denunciado que la 'Propuesta de Orden por la que se estructuran en Castilla y León los planes y programas relativos a la gestión de la sanidad animal', publicada por la Junta en el portal de Gobierno Abierto “no supone una mejora en la ejecución de los planes y programas sanitarios en Castilla y León”.
Como han detallado en un escrito, esta orden es un “flagrante ataque a los cimientos de la sanidad animal” pues “no tiene en cuenta aspectos fundamentales de la epidemiología moderna”.
Concretamente, han alertado de que la orden permite la designación de un Director Regional y un Coordinador provincial mediante resolución del titular de la dirección general con competencia en materia de sanidad animal, “arrinconando y obviando” al Jefe de Servicio de Sanidad Animal y a los Jefes de Sección de Sanidad y Producción Animal, que “son quienes tienen esa responsabilidad según define la estructura orgánica de la propia Consejería y la relación de puestos de trabajo”.
Esto “asienta la habilitación” de veterinarios distintos a los de los Servicios Veterinarios Oficiales de la Consejería para llevar a cabo acciones sanitarias sometidas a reserva competencial en el Reglamento General de Sanidad Animal, que “claramente especifica” que solamente cabe nombrar personal colaborador con dichos Servicios Oficiales bajo la fórmula de “contratación” por la Consejería de los Graduados en Veterinaria que sean necesarios.
Del mismo modo, la orden crea comisiones locales de seguimiento en las que “no cuenta con los Jefes de Sección ni con los Veterinarios Coordinadores de las Unidades, en contra de las responsabilidades propias de estos” y “no modula ni desarrolla” la figura de los “veterinarios de explotación”.
Asimismo, han alertado de que “habilita la instalación de cebaderos T1 fuera del ámbito de unidad veterinaria con ”prevalencias distintas a 0“ y autoriza el traslado de terneros a establecimientos de cebo cuya prueba de movimiento será realizada en destino, lo que es ”una temeridad y contrario a cualquier principio de precaución sanitaria“.
“Intereses espurios”
Por todo ello, los veterinarios han condenado los “espurios intereses” que persigue la nueva orden, que “desregula las bases mollares sobre las que se asienta la sanidad animal”, pues ignora aspectos clave como “la evidencia de que la enfermedad contagiosa desborda y traspasa los límites de la explotación individual” o que “las enfermedades animales son verdaderas barreras sanitarias en el comercio pecuario”.
Asimismo, han lamentado que esta orden ignora que la sanidad animal constituye “la esencia misma de la ganadería”, ya que representa el factor común de todas las operaciones a desarrollar en sus tres ciclos de la producción, industrialización y comercialización, y afecta simultáneamente al triple aspecto de lo económico, de lo social y de lo cultural.
Finalmente, el sindicato veterinario ha considerado “innecesario e injustificado” sustituir la normativa actual en vigor y publicar una nueva orden, pues sería “suficiente” con actualizar varias cuestiones de la vigente normativa para mejorar los planes y programas que gestionan la Sanidad Animal de Castilla y León, han apostillado.
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