El Hospital Clínic ha atendido en lo que va de año 260 personas (el 90% mujeres) víctimas de agresiones sexuales, un 34% menos en comparación a las 396 del mismo período en 2019, lo que los responsables del centro atribuyen a una menor interacción social debido a la epidemia. También a las dificultades de acceso al hospital debido a la crisis sanitaria.
En el balance del hospital barcelonés presentado este miércoles, coincidiendo con el Día Internacional para la Erradicación de las Violencias contra las Mujeres, también destaca el incremento de agresiones sexuales por parte de parejas o exparejas durante el estado de alarma o el aumento de agresiones a menores de edad de entre 16 y 18 años. En cuanto a la edad, el 51,5% de las personas atendidas tenían menos de 25 años.
En el caso de las menores de edad de entre 16 y 18 años, aunque durante el estado de alarma no se registró casi ningún caso, durante los otros periodos del año sí que han incrementado notablemente en términos relativos, hasta representar el 9,6% de los casos en lo que va de año, mientras que en 2019 representaron el 4%.
“Por un lado, la restricción de movilidad, la dificultad de dirigirse a los centros de salud o el miedo al contagio pueden haber autolimitado o autocensurado a la población. Esta sería una posibilidad. También puede haber ocurrido que los casos que se daban en contextos de relación social, ocio o discotecas hayan disminuido por las restricciones”, ha valorado la psiquiatra y presidenta de la Comisión de Violencia Intrafamiliar y de Género del Clínic, Lluïsa García.
“Durante estos últimos cinco años hemos visto como se incrementaba la demanda de asistencia por violencia sexual. Este año no podemos decir esto, pero tampoco podemos negar que haya un problema, sino que realmente el acceso al hospital se ha visto muy restringido”, ha añadido la coordinadora de Urgencias del Hospital Clínic, Teresa Echeverría
Sobre el aumento de las agresiones sexuales a mujeres por parte de sus parejas o exparejas, Echeverría ha señalado que, en concreto, durante el estado de alarma, estos casos representaron el 18% del total. García ha subrayado que estas agresiones vienen acompañadas de una mayor violencia física y ha explicado que se han registrado casos producidos fruto de la entrega y recogida de menores en parejas separadas –y la falta de espacios seguros para hacerlo, debido a la pandemia–, así como en parejas separadas que conviven en el mismo domicilio por motivos económicos.
Otro de los puntos destacados del balance de este año es el aumento de la voluntad de denunciar, una tendencia que, según Echeverría, iba a la baja el caso de la violación múltiple de La Manada. Así, un 61,1 % de las mujeres atendidas durante este año han manifestado voluntad de denunciar los hechos, un porcentaje que llega al 82 % en el caso de mujeres agredidas por parejas o exparejas, mientras que en 2019 fue el 52%.
Asimismo, también ha crecido el porcentaje de mujeres atendidas que se han adherido al Programa de seguimiento, que este año ha llegado al 55 %, mientras que en 2019 fue del 32 %.
Las cifras explicadas este miércoles se han presentado en cuatro períodos: antes de la COVID-19, el estado de alarma, el periodo de desescalada y medidas leves de relación, y el endurecimiento de medidas y la aplicación del toque de queda. Antes de la pandemia los datos mantenían la tendencia al alza de los últimos años, con una media de 9,3 agresiones atendidas a la semana; durante el estado de alarma los casos cayeron a 3,2 por semana; a partir del 22 de junio, coincidiendo con la desescalada, los casos volvieron a incrementar hasta los 6,3 semanales pero sin alcanzar las cifras del año anterior; y durante el endurecimiento de las restricciones las agresiones atendidas han caído a 2 por semana, aunque los responsables del hospital han señalado que los datos para este último periodo aún no son significativos. Otro de los datos destacados es la reducción de los indicadores de sumisión química, una cifra que en 2019 fue del 28 % en las mujeres agredidas y que este año ha sido del 15,8 %.
Para concluir, Echeverría ha subrayado que el confinamiento ha debilitado las redes sociales que pueden proteger de agresiones sexuales y ha hecho un llamamiento a acudir a los centros sanitarios si se sufre una: “El hospital es un espacio seguro donde recibir ayuda a la situación de miedo. A pesar de las restricciones de movilidad y el miedo al contagio o no reunir criterios de gravedad para utilizar los servicios sanitarios en estas condiciones extremas es importante dirigirse al hospital a buscar ayuda y atención”.