Ada Colau ha sacado su lado más combativo en el acto central de la campaña que la ha de llevar a revalidar la alcaldía de Barcelona para rogar al electorado de izquierdas que concentre el voto en su candidatura. “Como persona que sabe lo que es no llegar a fin de mes, que sabe lo que es enfrentarse a un corte de luz”, ha exclamado, emocionada, la candidata, “os digo que me dejaré la piel para demostrar que Barcelona da un mensaje de esperanza a todo el mundo”.
Con unas encuestas en las que los 'comuns' aparecen ligeramente por debajo de la ERC de Ernest Maragall, Colau ha apelado a la “gente progresista de la ciudad” para que le den la victoria que le procuraron en 2015. “Nos jugamos las políticas de cambio, que dan esperanza y que demuestran que sí se puede y que hay alternativa”, ha proclamado la alcaldesa frente a unas 3.000 personas en Plaça de Catalunya.
Los 'comuns' han elegido para su acto central una plaza que retrotrae al imaginario del 15M para recordar, a pocos días del 26M, que pese a su paso por la alcaldía Colau sigue conectada con su pasado activista. Todos los que han desfilado por el escenario han apelado al espíritu del movimiento indignado el mismo día en que la candidatura lanzaba un vídeo en el que la Colau líder de la PAH se cita con la Colau alcaldesa para recordarle que hay mucho por hacer en Barcelona.
Y tanto hay por hacer que un grupo de afectados por los desahucios, primero, y de okupas, después, han llevado sus protestas ante el escenario en el que intervenía la alcaldesa. “Bienvenidas las protestas siempre”, ha salido al paso Colau frente a las familias que con pancartas le recordaban que a día de hoy son más de 500 las que están en lista de espera para entrar en un piso de emergencia. A ellas les ha asegurado la candidata que están haciendo “más vivienda que nunca” y que harían más si la Generalitat aumentara su financiación para ello.
Los 'comuns' lucen apoyos de la cultura y del taxi
El acto les ha permitido también a los 'comuns' lucir apoyos de personalidades de la cultura, una de sus principales bazas de campaña junto con el manifiesto de respaldo a su candidatura firmado de intelectuales de izquierdas de todo el mundo. Por el escenario han desfilado el periodista Bop Bop, los cantantes Maria Arnal o Nacho Vegas, la actriz Vicky Peña y el ya incombustible Cor Rebel, un coro formado por simpatizantes que se ha encargado de abrir los mitines de los últimos quince días a ritmo del 'Bella Ciao' o la 'Barcelona tiene poder' de Peret.
Una de las estrellas invitadas al mitin central ha sido Tito Álvarez, el omnipresente líder del taxi en Barcelona, que ha empezado disparando directamente contra Maragall por considerar que Uber y Cabify “tienen cabida” en la ciudad. El sindicalista ha asegurado entre aclamaciones que está convencido que el 95% de los taxistas votarán a Colau. “Ada, no creíamos en política y llegasteis al gobierno y nos hicisteis volver a creer; la lucha social sería imposible si no tuviéramos activistas en las instituciones”, ha defendido, satisfecho con las medidas en marcha en el la capital catalana para frenar el aumento de las VTC en la ciudad.
Sin citar a su rival Maragall ni Collboni
En un discurso en el que ha repasado algunas de las medidas aprobadas durante su mandato, como el dentista municipal o la eléctrica pública, la alcaldesa se ha quejado de que los demás partidos hayan abonado al “todos contra Colau”. “Nos han tachado de inexpertos, de intrusos, de verduleras, de pescaderas, azafatas... ¿Qué pasa con las verduleras?”, ha proclamado. “¿Os molesta la gente trabajadora de los barrios? ¿La gente común?”, ha insistido la líder de los 'comuns'.
A diferencia del último gran mitin, el fin de semana junto a Pablo Iglesias en el barrio del Carmel, en esta ocasión Colau ha optado por no hacer referencia a su principal rival, Ernest Maragall. Ni siquiera al socialista Jaume Collboni. Aun así, ha dejado alguna unas críticas a ERC y al PSC . “Qué decepción que las fuerzas de izquierda digan que quieren pactar con la derecha para echarnos, no se entiende que su objetivo sea acabar con el gobierno más popular, republicano, feminista y valiente de los últimos 40 años, ¿qué izquierdas son esas?”, ha lamentado.
En el acto han intervenido otros miembros de los 'comuns' como Gerardo Pisarello, que ha cambiado el consistorio por el Congreso tras el 28A, y Joan Subirats, su relevo como número 2. Mucho más pausado que ella, el actual comisionado de Cultura del Ayuntamiento ha sacado pecho de las políticas para reducir las desigualdades educativas y sanitarias de la ciudad. “El error es pensar que querer una ciudad excelente es contradictorio con que sea equitativa”, ha expuesto el que se ha convertido en mano derecha de Colau.