Un alcalde de la Cerdanya demanda a una ecologista por criticar las irregularidades en el chalé de su hijo

El chalé del hijo de un alcalde de la Cerdanya construido en terreno inundable y con obras realizadas sin licencia ha terminado en los juzgados. Pero no por las irregularidades en su tramitación. El alcalde de Fontanals de Cerdanya, Ramon Chia (Junts), presentó una demanda de acto de conciliación contra la portavoz de la plataforma ecologista SOS Pirineus, Núria Martí, por sus críticas a la casa con piscina. 

El pasado jueves tuvo lugar en los juzgados el acto de conciliación previo a la posible interposición de una querella por injurias, en el que Chia pretendía que Martí se retractara de las críticas que efectuó en el reportaje sobre el chalé construido en terreno inundable. La portavoz ecologista se negó a rectificar al enmarcar sus palabras en la libertad de expresión y recordar que no empleó ningún término “ofensivo” contra el alcalde.

Este jueves, el abogado Carles Monguilod, que representa a Chia, ha explicado que tras asesorar al alcalde jurídicamente, el edil ha decidido no presentar ninguna querella ya que, aunque no las comparte, su cliente acepta las declaraciones públicas de Martí al estar amparadas bajo la libertad de expresión.

El abogado también ha resaltado que “en ningún caso” la demanda conciliación puede considerarse una “estrategia legal para intimidar” a la portavoz ecologista, sino que que se trató de un ejercicio legítimo que cualquier ciudadano puede pedir cuando entiende que se puede haber lesionado su honorabilidad. Una vez recibidas las explicaciones de Martí en el juzgado, no se interpondrá querella alguna.

La iniciativa legal, ha ahondado Monguilod, pretendía “dejar constancia” que ni Chia ni el Ayuntamiento de Fontanals de Cerdanya han cometido un delito en relación a la construcción así como “dejar intacta la honestidad y honorabilidad” del alcalde al entender que la información se podía interpretar “de manera equívoca”.

Por su lado, entidades vecinales y ecologistas como el Sindicat de l'Habitatge, Cerdanya Acció pel Clima, Ecologistes en Acció, SOS Costa Brava, Ceretània y Naturalistes de Girona han mostrado su apoyo a Martí ante lo que consideran un uso de acciones judiciales para acallar las voces que no se pliegan al poder de la comarca.

En el caso del chalé de La Cerdanya, la demanda de Chia contra Martí se centraba en las críticas que la portavoz ecologista vertió sobre el chalé irregular en un reportaje publicado en elDiario.es. En la información se explicaron las obras irregulares, el proceso del Ayuntamiento dirigido por el padre para intentar legalizar las construcciones sin licencia efectuadas por su hijo así como el terremoto político que ocasionaron las obras, que están siendo investigadas por la Oficina Antifraude.

En el reportaje, Martí no atribuyó ningún delito al alcalde, que forma parte de una familia poderosa de la Cerdanya –el hijo propietario del chalé tiene una empresa de jardinería y su hermano es presidente del consejo comarcal. 

Es más, SOS Pirineus ha recordado que las observaciones de su portavoz sobre el chalé “se ajustan a la realidad y expresan preocupación sobre unos hechos de indudable trascendencia pública”. 

En un comunicado, SOS Pirineus ha denunciado que una querella como la que Chía puede interponer supone un intento de “atemorizar” a las asociaciones en defensa del medio ambiente. La entidad ha pedido al alcalde que se lean en el pleno municipal las alegaciones presentadas por Martí sobre el chalé en el acto de conciliación.

Los chalés en la Cerdanya

El caso de Fontanals guarda parecido con otro chalé ilegal de una familia de políticos locales en Bellver de Cerdanya: los intereses privados, en un primer momento, se imponen en ayuntamientos pequeños de pueblos donde todo el mundo se conoce, pero vecinos reaccionan y alzan la voz para que prevalezca el interés público.

En Fontanals, el cisma se redobló por el derribo de la obra ordenado por el propio Ayuntamiento, que los ecologistas denunciaron el pasado mes de marzo que no se había  llevado a cabo pese a que así lo propuso el propio Chia en 2021 al consistorio tras reconocer que la construcción era ilegal. elDiario.es pudo comprobar en marzo de este año que la casa seguía en pie y la piscina tan solo estaba tapada por una lona, cuando Chia expresó que la convertiría en un depósito soterrado de agua.