Los equilibrios del alcalde de Barcelona, ââXavier Trias, para aprobar las propuestas de su Gobierno son cada vez más difíciles. CiU gobierna en minoría en la capital catalana y necesita el apoyo de los demás grupos en cada votación. Hasta ahora, ha sido el PP quien le ha ido dando oxígeno en las votaciones más importantes. La “geometría variable” que defendía el alcalde, prometiendo que votaría algunos puntos con los populares y otros con el resto de formaciones -principalmente el PSC- ha quedado en poco. Consciente su fuerza, los populares, liderados por Alberto Fernández Díaz, exigen cada vez más y la cuerda se va tensando poco a poco. Tanto es así, que el alcalde ha tenido que retirar a última hora dos de los puntos más importantes del pleno del miércoles, el Plan de Drogas y la liquidación de las cuentas del 2012, porque ha perdido el apoyo que creía tener atado. Al ver que perdería la votación, el alcalde ha preferido dar un paso atrás.
La fuerza del PP en el Ayuntamiento de Barcelona es tal que es esta formación quien, a menudo -y de manera unilateral-, convoca a los medios de comunicación para explicar los acuerdos a que ha llegado con el propio equipo de gobierno. De hecho, la mayor parte de la obra Trias se conoce a partir de la información que da el PP y no el propio alcalde. Es el caso del Plan de Drogas, ahora congelado por una filtración a la prensa del PP.
El Plan de drogas y las filtraciones a la prensa
Uno de los puntos que el Gobierno municipal retiró ayer a toda prisa es el Plan de Acción sobre Drogas 2013-2016, donde se decide las políticas que se llevarán a cabo para prevenir el consumo de drogas y minimizar los riesgos de los consumidores. Como en cuestiones de inmigración, existe un acuerdo entre todas las formaciones del Ayuntamiento para intentar abordar este problema, de gran importancia para muchas familias, sin hacer excesivo partidismo y buscando siempre un acuerdo mayoritario, que supere incluso la mayoría parlamentaria.
Hace meses comenzaron las negociaciones entre los grupos municipales. ICV-EUiA y UxB (ERC) ya habían dicho que votarían a favor y el PSC se lo estaba pensando, pero también se decantaba por el sí. Muchas de las alegaciones de los partidos de izquierdas se habían incorporado al texto final. Sólo faltaba el apoyo del PP para aprobar un plan considerado por todas las partes como “continuista” respecto a los anteriores. El alcalde estaba a punto de colgarse una medalla y de conseguir lo que tanto gusta decir a todos los alcaldes de “un acuerdo de ciudad”.
Pero una filtración del PP al diario barcelonés La Vanguardia ha hecho caer la medalla del alcalde. La noticia publicada por el rotativo el pasado domingo anunciaba que CiU y PP habían pactado cerrar la 'narcosala' de Drassanes (Ciutat Vella). La sala de venopunción Baluart da servicio a muchos consumidores y recibe miles de visitas de toxicómanos que van a inyectarse principalmente heroína. El equipamiento ha sido un éxito, porque ha permitido sacar a los consumidores de la calle y ponerlos en contacto con médicos y con los servicios sociales, un gran primer paso hacia su posible rehabilitación. La noticia publicada se explicaba que, más que cerrarse, lo que estaba previsto era trasladar el servicio a otro equipamiento más grande, tal y como se había acordado entre todos los partidos, salvo el PP, pero el titular de la información hablaba sólo de cierre y atribuía el cambio a populares y convergentes.
Los partidos de izquierdas, que tenían el sí bastante cuesta abajo, han esperado algún gesto del alcalde desmintiendo la información pero, como no ha llegado, se han echado atrás y Xavier Trias ha tenido que retirar su votación de la orden del día del pleno de mañana. El Plan de Drogas, de gran importancia social, queda pues congelado a la espera de un nuevo acuerdo por culpa de una filtración interesada a un medio de comunicación.
Sin liquidar el ejercicio
El alcalde también ha retirado del orden del día la votación de las Cuentas Generales de 2012, es decir, la liquidación de todas las cuentas, porque aún no tenía la mayoría para su aprobación. Trias aprobó los presupuestos del 2012 gracias al apoyo del PP, de modo que ellos son el partido que ahora debería votar a favor de la liquidación, pero Alberto Fernández Díaz está muy molesto con el poco éxito o el poco empeño que está teniendo Xavier Trias a la hora de pedir a la Generalitat que devuelva al Ayuntamiento de Barcelona parte de su deuda, estimado por el PP en unos 500 millones.
Habrá que esperar al pleno de septiembre para ver si Trias convence a Fernández Díaz. El cierre de las cuentas debe ejecutarse sin demora en el pleno a la vuelta de vacaciones porque hay que enviarlo a la Sindicatura de Cuentas antes del día 15 de octubre.