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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Aragonès y los comuns cierran un doble acuerdo de presupuestos para la Generalitat y Barcelona

Doble acuerdo en Catalunya para tramitar los presupuestos de la Generalitat, por un lado, y para cerrar los del Ayuntamiento de Barcelona. El president Pere Aragonès y los comuns han pactado in extremis que estos últimos retiren las enmiendas en el Parlament este lunes a cambio de que ERC rectifique en la capital catalana y apruebe las cuentas de 2022 del gobierno de Ada Colau. 

La noticia ha saltado a primera hora, cuando a las 8.30 horas Aragonès ha reunido a sus consellers y les ha informado de que se había alcanzado el pacto con el grupo parlamentario de En Comú Podem para salvar el trámite, tras la negativa de la CUP a retirar sus enmiendas pese a ser el socio prioritario del Govern. El anuncio del president ha desencadenado una serie de comparecencias políticas, entre ellas la de Ernest Maragall, líder republicano en Barcelona, que ha confirmado que votarán sí a los presupuestos municipales; y la de Elsa Artadi, portavoz de Junts, que ha calificado el acuerdo de “fracaso” del independentismo aunque ha asegurado que votarán a favor, no en vano las cuentas llevan el sello de un conseller de su formación, Jaume Giró.

Poco antes del inicio del pleno en el que se votará el trámite, Aragonès ha comparecido para defender que “Catalunya necesita un presupuesto y tendrá presupuesto en vigor el 1 de enero”. “Necesitamos herramientas para hacer frente a la COVID y recursos para reactivar la economía, para hacer el cambio de modelo productivo, para estar al lado de trabajadores, empresas y emprendedores, y para mejorar los servicios públicos”, se ha felicitado el president, que ha dado las gracias al conjunto de los consellers de su Govern, especialmente al de Economía, y también al grupo de En Comú Podem.

Aragonès ha evitado cargar contra sus socios de gobierno por haberse descolgado de la negociación con los comuns, y también ha rechazado que la mayoría independentista esté rota. “Una mayoría solo se rompe si se rompen los objetivos compartidos y eso no ha pasado”, ha dicho. “La CUP ha decidido no apoyar este presupuesto y está claro que el hecho de que no apoyen estos presupuestos significa que deberemos hablar con la CUP sobre cómo seguimos trabajando”, ha añadido.

Tras la negativa de la CUP a avalar las cuentas –la formación anticapitalista confirmó la enmienda a la totalidad este fin de semana–, el Govern inició conversaciones con el grupo parlamentario de En Comú Podem el pasado jueves. ERC lideró las conversaciones durante el fin de semana ante los recelos de Junts, su socio de gobierno, de negociar con la formación de Ada Colau. Ningún dirigente de Junts se presentó el domingo a la reunión que el Govern llevó a cabo con los dirigentes de los comuns, ni si quiera el conseller de Economía Jaume Giró.

Más allá de las palabras de Aragonès en su comparecencia, la apuesta de ERC por pactar con los comuns ha abierto un nuevo boquete en la coalición de Govern. Junts insistía en lograr un acuerdo con la CUP que apuntalara la mayoría independentista que ERC, Junts y los anticapitalistas forman en la cámara y, como alternativa, optaban por una aprobación de las cuentas con la abstención del PSC. Con todo el president ha negado que estas diferencias estratégicas hayan generado diferencias a nivel del Govern y las ha reducido a cuestiones “partidistas”. “Los presupuestos los lleva adelante el gobierno y todo el Govern hemos trabajado conjuntamente”, ha asegurado.

La líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha matizado que se trata de un “preacuerdo” para retirar la enmienda a los presupuestos y que seguirán negociando en las próximas semanas, pero ha dado a entender que las conversaciones llegarán a buen puerto. “Hemos hecho lo que siempre decíamos: trabajar para abrir un nuevo tiempo en Catalunya lejos de viejas inercias políticas y económicas”, ha manifestado, y ha calificado como “cambio de paradigma” que ERC y su partido se hayan alineado para sacar adelante los presupuestos tanto de la Generalitat como de Barcelona.

Albiach ha defendido que, pese al poco margen que han tenido para negociar este principio de acuerdo, han conseguido ya algunas mejoras en las cuentas. Ha enumerado así compromisos como el de impulsar las infraestructuras ferroviarias, crear oficinas para la conservación del litoral y para la remunicipalización del agua. Sin embargo, la mayoría de estas medidas, como la internalización del servicio 061 o el incremento de la partida de vivienda hasta los 1.000 millones de euros, ya estaban en el proyecto de presupuestos negociado con la CUP.

Junts cree que el acuerdo es un fracaso de Aragonès

La portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha comparecido poco después de conocer el acuerdo de presupuestos para valorar de forma negativa este pacto, pese a que ha asegurado que el proyecto sigue siendo el que su partido saco adelante desde el Departamento de Economía. Artadi ha calificado la alianza con los comuns de “fracaso del independentismo” y, en especial, de la gestión de Pere Aragonès, pues asegura que se está traicionando la voluntad de la ciudadanía catalana después de que los partidos independentistas consiguieran el 52% de los votos en las últimas elecciones.

“Se ha roto la mayoría del 52%”, ha asegurado Artadi, que ha indicado que aunque el acuerdo no cambia en lo sustancial el contenido de los presupuestos sí modifica las mayorías sobre las que se asienta el Govern. “Eso es relevante y tendrá consecuencias”, ha advertido. Por ello, la portavoz de Junts ha anunciado que su partido ha pedido una reunión de urgencia con ERC y la CUP. “Queremos saber qué recorrido tiene esta legislatura”, ha indicado.

Artadi ha asegurado además que Junts no ha querido participar en las negociaciones con los comuns, porque “es un partido abiertamente en contra del independentismo” y que su partido solo ha hablado con ERC y la CUP “pues entendemos que solo la mayoría del 52% nos permite avanzar hacia la independencia”. Con todo, Artadi ha indicado que el acuerdo con los comuns no cambia los presupuestos, que siguen siendo los del conseller Giró y ha enfatizado “que quede muy claro, Junts garantizará que ninguna de las bases que defiende Junts quedara alterada”.

El propio Giró, en su comparecencia ante el Parlament, ha celebrado que los presupuestos puedan salir adelante. Pero también ha lamentado que haya sido imposible hacerlo con la CUP. “Entré en política por unas convicciones muy determinadas y en un momento en que pensé que era muy especial por la historia del país. La mejor forma de hacer honor a estas convicciones era haber aprobado los presupuestos con la mayoría independentista y no ha podido ser”, ha dicho.

El sí de Maragall, a regañadientes

El líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, ha comparecido para confirmar que votarán a favor de las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona pese a haber rechazado su tramitación hace menos de una semana. El responsable del grupo republicano, acompañado de varios concejales, ha defendido su nueva posición a regañadientes, asegurando que ellos siguen estando en contra de las cuentas presentadas por Comuns y PSC en la capital catalana, pero que darán el ‘sí’ para permitir la tramitación de las cuentas catalanas. “Es una decisión política de servicio al país y a la ciudad”, ha argumentado.

Maragall ha renunciado a presentar este giro como un acercamiento de posiciones con el gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni y ha asegurado que si se comprometen a avalar las cuentas barcelonesas es solamente porque los comuns lo han puesto como condición para su voto favorable en el Parlament. “Asumimos esta contradicción y lo hacemos responsablemente”, ha manifestado, y ha criticado 

“Aquí estamos sin ningún empacho, con la cara bien alta”, ha insistido Maragall. El líder republicano en Barcelona, que es también diputado en el Parlament, votó en contra de la tramitación de las cuentas barcelonesas el pasado miércoles, obligando al Ejecutivo municipal a salvar ese escollo con ‘Barcelona pel Canvi’. Tras haber pactado los presupuestos de 2020 y 2021, Maragall defendió en su intervención ese día que el proyecto de Comuns y PSC para 2022 no era suficientemente “transformador” en materia urbanística o turística.

Con este acuerdo, el gobierno de Ada Colau logra la mayoría suficiente para aprobar en diciembre unas cuentas que suponen un gasto récord de 3.400 millones de euros, un aumento del 4,7%, gracias a los fondos Next Generation y al mayor endeudamiento. Colau ha comparecido por la tarde para “celebrar” el acuerdo. “Hacemos lo que la gente espera de nosotros, que es hacer política útil que huya de los rifirrafes y de la polarización”, ha expresado. En línea con lo manifestado por Albiach, ha defendido que esto permite “dejar atrás el bloqueo” en Catalunya e “inaugurar una nueva etapa de mayorías para el diálogo”.