El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha hablado del proceso soberanista y de sus perspectivas. Lo ha hecho pocas horas después de firmar solemnemente el decreto de convocatoria de la consulta prevista para el 9 de noviembre. En una extensa entrevista emitida conjuntamente por TV3 y Catalunya Ràdio, se ha mostrado convencido de que finalmente se podrá votar. Y a la pregunta de la entrevistadora, Mónica Terribes: “usted está limpio de corrupción?”, respondió, “creo que estoy limpio de corrupción”, aunque ha matizado, “puedo haber tenido algún fallo como todo el mundo” .
Artur Mas ha aceptado en la entrevista el reto de hablar de la situación de desconfianza que muchos ciudadanos tienen respecto a la clase política y económica. Admitió compartir la preocupación por “el estado de sospecha a las instituciones”. Y ha sacado pecho afirmando que la Generalitat es la autonomía más transparente del Estado. “Estamos dispuestos a limpiar” aseguró también.
En clave más personal, Artur Mas ha negado que su padre fuera testaferro del presidente Jordi Pujol: “Casi no se conocían mi padre y el presidente Pujol”, ha afirmado. Sobre el “Caso Pujol”, afirmó que, a pesar de no seguir directamente la comparecencia, algunas de las intervenciones de los diputados habrían traspasado las líneas de las formas educadas en el Parlament.
Sobre la consulta, el presidente está convencido de que el proceso acabará votando. Al mismo tiempo ha reconocido que el Estado pondrá trabas, pero desde la Generalitat, “intentaremos ponérselo muy difícil desde el punto de vista jurídico”.
Mas ha admitido que la consulta puede ser suspendida por el Constitucional, pero no anulada. Consecuentemente el gobierno catalán estará preparado para, si antes del 9 de noviembre se levantara la suspensión, reanudar el proceso de votación.
El presidente catalán se ha reafirmado en el convencimiento de que la ley de consultas no refrendatárias y el decreto de convocatoria firmado este sábado son constitucionales. Pero, si el Alto Tribunal los tumbara enigmáticamente dijo que, primero reuniría a las fuerzas políticas que en este punto apoyan al gobierno para fijar una posición común y luego soltó una de sus metáforas marineras: “nuestro barco es un velero, no es un barco a motor. Los barcos que van a vela tienen motor y cuando se quedan sin motor despliegan las velas y por poco viento que sople mantienen el rumbo ”.
Hundir la posición catalana manu militari
En la pugna que se mantiene desde Catalunya con las instituciones centrales, ahora la pelota la tiene el Estado, ha afirmado Mas, que ha reprochado que desde la Administración central no se ha hecho ninguna propuesta alternativa al contenido de la consulta. Por este motivo el presidente confía en el posicionamiento internacional en caso de que se pueda votar. Por este motivo aboga por mantener la consulta escrupulosamente dentro de las normas democráticas.
Sobre el contenido del decreto, Mas ha considerado que se ha hecho para resistir cualquier embate desde el punto de vista jurídico. Porque, dijo, “intentarán hundirlo todo, pero no podrán”. En este sentido afirma que si el Estado lo hunde todo, deberá hacerlo no desde la pulcritud jurídica sino manu militari y que si así fuera lo denunciaría en Europa.
Mas se ha mostrado dispuesto a “asumir todos los riesgos que deba como presidente” y ha dejado claro que “no tengo voluntad de mártir ni de héroe” pero también está convencido de que no le podrán condenar de ningún delito grave como el de sedición porque “hemos hecho las cosas bien”.