La CUP ha culminado este sábado su proceso de refundación. La asamblea de la formación, reunida en Sabadell, ha avalado las ponencias estratégica y organizativa de lo que han llamado el Procés de Garbí, un replanteamiento de los objetivos y de la estructura del partido para reaccionar a los malos resultados del último ciclo electoral.
La ponencia estratégica cupaire aprobada en la asamblea nacional apuesta por una “clara oposición como única perspectiva” ante la pérdida de la mayoría soberanista y la constitución del Govern de Salvador Illa, pero con el horizonte de ampliar el “independentismo popular”.
El texto, trabajado durante once meses en debates territoriales y sectoriales, es una de las dos patas de la refundación. La otra, la ponencia organizativa, remodela la cúpula para que el Secretariado Nacional tenga un mandato de cuatro en vez de dos años.
El objetivo de la reorganización es tener una dirección “más eficiente, más consolidada, con mayor capacidad de respuesta y más amplia”. Se sustituye al Consell Polític por una nueva Mesa Nacional, que será la dirección política de la organización y tendrá “mandatos más largos y estables” haciendo revisiones cada dos años de las apuestas tácticas. Asimismo, el Secretariado Nacional pasará a tener la figura de coordinadora y secretaría general. Además, contará también con dos portavoces nacionales.
En el origen de este proceso se encuentra el retroceso electoral de esta fuerza independentista y de izquierdas en todos los frentes. Quedaron fuera del Congreso y perdieron numerosos concejales en 2023 –salvo en Girona, donde ganaron la alcaldía–, y en las elecciones en el Parlament se dejaron 62.000 votos y bajaron de nueve a cuatro diputados.
En un breve acto político en medio de la asamblea, los portavoces del grupo motor del Procés de Garbí, Maria Gordillo y Non Casadevall, han defendido que la CUP será “una organización más afilada, más eficiente y, sobre todo, más útil”. “La CUP grande y la CUP fuerte que prometen las ponencias comienzan hoy aquí”, han defendido. Y han añadido: “Estamos muy convencidas de que el camino escogido, que no es fácil ni habla de soluciones mágicas, es el mejor camino que podíamos haber trazado”.
Por otra parte, Non Casadevall ha reivindicado que, a diferencia de otros partidos independentistas, el cónclave de la CUP “no ha hablado de quién, sino que ha hablado del qué y del cómo”. Y ha subrayado que siguen “convencidas” pese a “la oscuridad del momento político actual y la incertidumbre del futuro”.
Alianzas “puntuales” con ERC, Comunes y Junts
La ponencia estratégica señala que la composición del nuevo Parlamento “sitúa a la CUP en una posición de difícil incidencia y de clara oposición como única perspectiva”. “Nos encontramos ante una mayoría absoluta de las fuerzas españolistas y con un claro retroceso del peso de las izquierdas”, señalan los cupaires.
En este contexto, la ponencia indica que “habrá que valorar el trabajo puntual conjunto con otras fuerzas” en el Parlament. “Es esperable que coincidamos en varios posicionamientos con ERC y Comuns-Sumar y, en términos de oposición independentista, también con Junts”, precisa el texto, que apuesta por “explorar el apoyo” de estos partidos en iniciativas concretas.
“Debemos valorar en cada caso la oportunidad de este trabajo conjunto –así como los costes de no llevarlo a cabo– pero teniendo siempre presente que lo básico y primordial que deberá guiar la acción parlamentaria será la propia visibilización y fortalecimiento como alternativa, necesaria e independiente de otros espacios”, concluyen al respecto.
El documento también plantea la posibilidad de volver a presentar candidatura en el Congreso de los Diputados o participar por primera vez en unas elecciones al Parlamento Europeo, pero subraya que es necesario “generar las condiciones políticas y organizativas” para que sea posible.