Barcelona firma un protocolo contra el acoso sexual con las principales discotecas y festivales

Las discotecas y salas de conciertos más concurridas de Barcelona tendrán a partir de este sábado un nuevo protocolo contra el acoso sexual que han elaborado con el Ayuntamiento. Locales como Razzmatazz, Apolo o Jamboree, así como los tres grandes festivales de la ciudad -Primavera Sound, Sonar y Cruïlla- han suscrito un manual de actuación antimachista que va desde formación para sus trabajadores hasta enterrar prácticas como las de ofrecer entrada y bebida gratis a mujeres.

De entrada suscriben el protocolo nueve discotecas y tres festivales de música, una cifra que desde el consistorio aspiran a ampliar, aunque esto dependerá de la voluntad de los empresarios del sector. Hacia ellos ha dirigido su mensaje la alcaldesa, Ada Colau: “Necesitamos corresponsabilidad para revertir una forma de violencia cotidiana muy extendida en una esfera importante de nuestras vidas, de la que todos disfrutamos, como es el ocio nocturno”. 

Si la violencia machista se da con mayor frecuencia en la esfera privada, en los espacios de ocio nocturno las formas de acoso pasan sobre todo por los tocamientos o la intimidación a las mujeres. Según la 'Encuesta de violencia machista de Catalunya de 2016', el 30% de los casos de tocamientos a mujeres, tanto si contienen violencia física como si no, se dan en los locales de fiesta. 

Laura Pérez, concejal de Feminismos, ha asegurado que el protocolo, que lleva por nombre 'No callamos', da indicaciones de como actuar en el interior de los locales cuando se detectan agresiones“. 

Para prevenir situaciones de acoso sexual, el documento pactado con las salas prevé también que estas sometan a sus trabajadores a cursos de formación antimachistas. Además, establece que los firmantes se comprometen a abandonar criterios que discriminan por razón de género, como las promociones para a traer a mujeres, que pasan por concederles entrada gratuita o ofrecerles bonificación en la bebida, o las fiestas con código de vestimenta obligatorio.

Con todo, los locales con los que ya trabaja el consistorio han asegurado que no llevan a cabo este tipo de prácticas desde hace años.