En Barcelona, el agua de la ducha ya no se perderá por el desagüe, sino que será reaprovechada para llenar las cisternas de los váteres. Así se establecerá en una ordenanza para el aprovechamiento de las aguas grises en la que el Ayuntamiento está trabajando y que obligará a los edificios de nueva construcción y a grandes rehabilitaciones a disponer de un sistema que permita recoger, tratar y recuperar para otros usos el agua que se se genera en ducharse o bañarse.
El aprovechamiento de las aguas grises puede ser una herramienta “esencial” para reducir el consumo de agua potable en el ámbito doméstico, tal como estacan desde el Ayuntamiento. Según cifras del consistorio, un hogar de cuatro personas genera unos 200 litros de aguas grises al día que, en caso de disponer de sistema de reaprovechamiento, se podrían reducir significativamente, teniendo en cuenta que cada persona gasta de media 35 litros al día en descargas del váter.
Esta normativa rebajará el consumo medio de agua, cuyo tope en estado de emergencia por sequía es de 200 litros por persona y día. A día de hoy, el 43% de los municipios catalanes siguen incumpliendo este umbral, aunque la mayoría de los que se encuentra en el Área Metropolitana de Barcelona están por debajo. Barcelona, concretamente, gasta 163 litros por habitante y día.
La normativa que prepara el Ayuntamiento establecerá los criterios necesarios para poder aprovechar las aguas grises de manera sostenible. Los estudios realizados previamente apuntan que el aprovechamiento es rentable en edificios de más de 16 viviendas o que tengan un consumo mínimo anual de 500m3. Aun así, desde el consistorio destacan que la inversión para este sistema es mínima, se recupera rápido y permite un ahorro directo de 90 euros al año en edificios de 16 viviendas y de hasta 170 euros en edificios con 50 viviendas.
Una consulta pública
Los trámites para poner en marcha la normativa han empezado con un proceso participativo abierto a la ciudadanía, que puede aportar dudas o ideas para el texto. La consulta pública contará con una comisión de seguimiento formada por empresas, organizaciones, instituciones, universidades y expertos y durará todo marzo y abril. Luego, se redactará un texto inicial y se llevará a debate y votación. La idea es aprobarla a finales de año.
Esta ordenanza, que se enmarca en el Plan de Recursos Hídricos Alternativos y en el Plan de acción por la emergencia climática, supondrá dar continuidad a una iniciativa que ya se lleva a cabo en las nuevas construcciones de Gràcia y el 22@, donde la Normativa del Plan General Metropolitano (MPGM) ya obliga a desarrollar sistemas de reaprovechamiento de aguas grises.
Igualmente, esta nueva ordenanza se suma a las acciones sobre recursos hídricos alternativos ya incluidas en el Pla Endreça, que invierte 14,4 millones de euros en la ampliación de la red de agua freática para dar servicio a puntos de mayor consumo y que permitirán aumentar en un 20% el volumen de agua freática, que es la que se usa para limpiar las calles o regar los árboles.