El gobierno de Barcelona en Comú no ha conseguido asegurar los apoyos necesarios para su macromodificació de crédito en la Comisión de Economía y Hacienda de este martes. A la incertidumbre de la CUP, molesta por las respuestas de Bcomú a las diez alegaciones al presupuesto presentadas por los anticapitalistas hace unos días, se suman la reserva de voto de ERC, PSC y Ciudadanos, que el lunes —cuando está previsto el pleno donde se hará la votación definitivamente— se pronunciarán sobre la modificación presupuestaria de Colau. CiU y PP son los únicos grupos que ya han votado en contra.
La Comisión de Economía ha contado, pues, con más votos en contra (PP y CiU) que a favor (Bcomú); las reservas de voto se computan como abstenciones. Incluso ERC y PSC, los principales aliados de Colau para la modificación presupuestaria han hecho reserva de voto, postergando la rúbrica de su compromiso con la modificación del gobierno municipal hasta el lunes.
Quien más claro lo ha tenido ha sido el PP y CiU. Precisamente los convergentes, en palabras de la concejala Sònia Recasens, han sido uno de los grupos más duros: Recasens ha calificado de “tomadura de pelo” los presupuestos, alertando del peligro de “déficit” a final de año que conlleva asumir los números de Colau. Ciudadanos y PP han criticado, por su parte, la lenta negociación entre el gobierno y los partidos de izquierdas.
Precisamente uno de estos partidos, la CUP, es la que más reticencias había mostrado a lo largo de esta semana. Y el concejal de los anticapitalistas, Josep Garganté, las ha hecho patentes a lo largo de la Comisión de Economía: Garganté ha tachado la modificación de crédito de “continuista” y, como ya hizo la Asamblea General de la CUP pasado sábado y María Rovira ayer en comparecencia, se ha mostrado lejano a los postulados de Bcomú. Está previsto que la CUP decida sobre su voto este jueves en asamblea, aunque desde fuentes de la formación de izquierdas se anuncia que se trabajará con el gobierno “hasta el último momento”.