Son días convulsos para el gobierno de Ada Colau en Barcelona. Hace unos días la oposición tumbaba el Plan de Actuación Municipal –hoja de ruta del mandato– y este jueves el gobierno se veía obligado a retirar las ordenanzas fiscales de 2017 del orden del día del pleno municipal de este viernes por la falta de apoyos. Precisamente en este pleno, acortado por la retirada del principal punto de debate de la jornada, se ha aprobado una propuesta de CiU para reprobar la acción del gobierno de Barcelona. La oposición ha tachado de “política de gestos” las actuaciones del Ayuntamiento.
La propuesta de reprobación, lanzada por CiU al plenario, ha recibido los apoyos de Ciutadans, ERC y PP. La CUP se ha abstenido. El concejal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, ha aprovechado las complicidades en la votación con el resto de formaciones de la oposición del pleno para abrir diálogo con la oposición para intentar echar a Ada Colau del gobierno de Barcelona. “Nos comprometemos a iniciar conversaciones con todos los grupos para explorar la posibilidad de conformar una alternativa de gobierno”, ha dicho Forn.
CiU, principal partido de la oposición del pleno con diez concejales (uno menos que BComú), ha cargado con firmeza contra el gobierno de BComú y PSC y se ha propuesto para liderar conversaciones en los próximos días para encontrar una alternativa para la ciudad. “Hoy su gobierno ha salido derrotado: la mayoría de este plenario censura su manera de gobernar. Este plenario le dice que no podemos continuar así. Como principal grupo de la oposición, afrontamos el reto”, ha explicado el concejal convergente.
El embate de CiU llega tras unos días complicados en la gobernanza para Colau. Los potenciales socios de Colau (ERC y CUP) han dado la espalda al gobierno municipal en el debate sobre los impuestos municipales, la primera de las dos grandes políticas económicas –después vendrán los presupuestos. Los independentistas le han recordado que el pacto con el PSC sigue sin contribuir a la estabilidad del gobierno, un año y medio después de ganar el Ayuntamiento.
ERC y la CUP se han mostrado ariscas las últimas semanas con las políticas de Colau, lo que provocó este jueves que el primer teniente de alcalde de la ciudad, Gerardo Pisarello, sugiriera que el gobierno municipal abrirá conversaciones con el resto de grupos de la ciudad. “En el Ayuntamiento hay muchas fuerzas políticas y seguimos confiando en que podremos llegar a los acuerdos necesarios”, concluyó el primer teniente de alcalde.
Comisión por un Pacto Municipal de Infraestructuras
Poco antes de la reprobación a la que se ha visto sometido el gobierno municipal, el área de Ecología, Urbanismo y Movilidad ha informado sobre la creación de un gran Pacto Municipal de Infraestructuras. La medida ha sido aplaudida por la oposición, como “ejemplo” del tipo de políticas pactistas que necesita el gobierno municipal para tirar adelante grandes proyectos para la ciudad.
“Hay que desarrollar un espacio para el acuerdo y para el consenso en la ciudad, que nos permita hablar con las diferentes administraciones con una sola voz”, ha afirmado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz. Ciutadans ha valorado como positiva la iniciativa y ha destacado que “hay margen para llegar a acuerdos políticos en infraestructuras”, poniendo como ejemplo la presumible inversión en Rodalies.