El gobierno de Barcelona no llevará al pleno de este viernes su propuesta de ordenanzas fiscales para el año 2017. El 'no' taxativo, este mismo jueves, de ERC y la tirantez con la CUP –los dos potenciales socios de Colau para aprobar la fiscalidad de la ciudad– ha obligado al gobierno municipal a renunciar a su propuesta de ordenanzas fiscales, presentada hace unos días.
“Retiraremos la propuesta de ordenanzas, pero eso no quiere decir arrojar la toalla... Hay elementos que no se podrán plantear esta año, pero otros que aún se pueden retomar”, ha manifestado el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, en comparecencia. Pisarello ha destacado que la intención del gobierno es prorrogar las ordenanzas fiscales de 2016 y llegar a acuerdos puntuales con los diferentes partidos del pleno.
Según el primer teniente de alcalde, las últimas semanas se ha producido una “negociación intensa” tanto con ERC como con la CUP, los dos presumibles aliados del gobierno. Es por eso que el número dos de Colau se ha mostrado sorprendido ante las declaraciones previas de Alfred Bosch: el líder de ERC ha hecho patente este jueves su 'no' rotundo a la propuesta de ordenanzas del gobierno municipal. Esquerra reitera que el gobierno de la ciudad aún no ha cumplido los acuerdos del año pasado con la formación independentista.
“¿Cómo se entiende el 'no' de Bosch en esta propuesta de ordenanzas? ¿Cuál es la razón de este 'no'? Es un no político, porque hemos cumplido con un 90% de los acuerdos”, ha dicho Pisarello, algo enfurecido, mientras blandía una hoja de papel con los acuerdos impresos con Esquerra en materia de inversión.
A continuación, el primer teniente de alcalde ha repasado algunos de los puntos negociados con ERC: “La T-15 ha llegado a 2.000 jóvenes que están en situación de vulnerabilidad; la L9 para la Zona Franca... Las conversaciones con la Generalitat están muy avanzadas, y ha habido entendimiento; y los acuerdos de distrito también están a punto, además se ha adquirido Can 60 y se ha hecho la reforma de la plaza del Poble Romaní en Gràcia”, ha explicado Pisarello.
En paralelo, la CUP también se ha mostrado recelosa de cara a las ordenanzas fiscales de Colau. Si bien los cupaires el año pasado votaron a favor de la fiscalidad propuesta por el gobierno municipal, hace unos días presentaron sus 17 propuestas fiscales que harían decantar el voto hacia el 'sí'. Aunque la CUP manifiesta a esta diario que el debate sobre las ordenanzas fiscales aún estaba abierto a las asambleas, la propuesta de Colau estaba “lejos de sus claves y de lo que esperaban”.
La retirada de las ordenanzas fiscales no añadirá presión al gobierno, han destacado fuentes municipales. De hecho, preguntado por los presupuestos, el siguiente gran debate económico de la ciudad, Pisarello ha explicado que han comenzado las conversaciones con los grupos. “En el Ayuntamiento hay muchas fuerzas políticas y seguimos confiando en que podremos llegar a los acuerdos necesarios”, ha concluido el primer teniente de alcalde. No lo tendrá fácil el gobierno municipal. Este mismo jueves, la CUP ya ha comenzado a avivar el fuego de cara a los números de la ciudad amparándose en el acoso que los manteros han vivido en el metro por parte de la policía en los últimos días: “La CUP no negociará los presupuestos mientras duren las redadas racistas”.