La semana de represión que han sufrido los manteros de Barcelona ha tenido este sábado un nuevo capítulo y una respuesta con un mercadillo ambulante en la Rambla, en el centro de la ciudad. La jueza, a petición de la Fiscalía, ha decretado este sábado por la tarde prisión provisional para cuatro de los siete manteros detenidos este jueves, entre ellos el de M.L.S., uno de los portavoces del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes. Los otros tres manteros detenidos han quedado en libertad con cargos. La noticia se ha conocido mientras más de 200 vendedores tenían plantadas sus mantas y vendían camisetas, bolsos y zapatos a los turistas que paseaban por la Rambla. Se trata de uno de los “mercadillos rebeldes” que el colectivo organiza periódicamente para hacer frente a la “persecución” que denuncia sufrir por parte de policía y administraciones públicas.
En base al atestado policial de los Mossos d'Esquadra, los siete manteros están acusados de un delito continuado contra la propiedad industrial y otro de pertenencia a organización criminal. Uno los que entrará en la prisión Modelo de Barcelona, además, está acusado de blanqueo de capitales. El Fiscal contra los delitos de odio y discriminación de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, había pedido el ingreso en prisión de cinco manteros, pero finalmente la jueza la ha decretado para cuatro vendedores.
Fuentes judiciales han señalado que la orden de ingreso en prisión se basa en más en circunstancias personales, económicas y familiares -de los manteros que en los indicios de criminalidad que recoge la investigación de los Mossos.
Por otro lado, fuentes del entorno de los manteros ven el ingreso en prisión de M.L.S. como un intento de desestabilizar y perseguir al sindicato. Además de uno de sus portavoces, M.L.S. es uno de los manteros que tiene un papel más activo en el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes. “Quieren borrar a los que orientan y ayudan más a los otros manteros”, añaden las mismas fuentes.
Asimismo, las mismas fuentes han desmentido la versión policial de que el piso de la calle Calabria de Barcelona donde los Mossos d'Esquadra detuvieron a los siete manteros el pasado jueves fuera un “gran almacén” de productos para la venta ambulante. Por contra, han señalado que en la vivienda los manteros guardaban una cantidad pequeña de productos que ellos mismos vendían, y han recordado que los “auténticos almacenes” no están en un piso de un barrio del centro de Barcelona.
El mercadillo rebelde ha comenzado pocos minutos antes de las cinco de la tarde. Pasadas las siete de la tarde, algunos vendedores han comenzado a replegar las mantas, pero otros, los que estaban en la zona de Canaletes, las han mantenido.
Una patrulla de cuatro agentes de la Guardia Urbana ha subido en motocicleta la parte peatonal de La Rambla para ir echando a los manteros que quedaban. Ha sido en este momento cuando un grupo de apoyo de los manteros ha frenado el avance de los agentes para que los vendedores, la mayoría de ellos nerviosos por la presencia de la policía, pudieran cerrar el mercado con tranquilidad.
Los vendedores han celebrado una asamblea una vez ha finalizado el mercadillo para empezar a decidir los pasos a seguir después de la detención y el arresto provisional de cuatro de sus compañeros.
Con las detenciones, el ambiente entre los manteros y el Ayuntamiento se tensiona todavía más coincidiendo con el inicio del mes de agosto. El entorno de los manteros ha lamentado que el consistorio no haya sido receptivo con sus propuestas y que se haya “alineado” con los grandes comerciantes y restauradores.
Además del ingreso en prisión de cuatro vendedores este sábado, otro vendedor está encerrado en el recién reabierto CIE de Barcelona desde el pasado domingo tras ser identificado por la Guardia Urbana. Y otro vendedor tuvo que ser operado la semana pasada en la pierna tras una supuesta agresión de un urbano de paisano en la Rambla.