La tintorería que te cobra 3 años de cárcel por limpiar una gabardina

Llevar a la tintorería La Modelo tu gabardina preferida manchada de espray, una mancha difícil como pocas, y que el regente del establecimiento quiera cobrar por ello 3 años de prisión. Esta situación absurda es el punto de partida de la campaña La gabardina de la Montse, un crowdfunding que busca recaudar 420 para limpiar la prenda que los manifestantes ensuciaron a la exdiputada del PSC Montserrat Tura en 2011, durante la manifestación Aturem el Parlament en la que movimientos vinculados al 15-M rodearon el Parlament de Catalunya para protestar contra los recortes que se iban a acometer.

Más allá de los 420 euros para limpiar la gabardina, la campaña pretende poner el acento en la situación de los condenados a 3 años de prisión por aquellos hechos, ocurridos hace ahora 5 años. La primera sentencia de la Audiencia Nacional absolvió a los encausados, pero las acusaciones, Parlament y Generalitat además de la fiscalía, interpusieron un recurso ante el Tribunal Supremo, que finalmente dictó condenas de 3 años contra 8 personas, mientras que absolvió a 11.

En la sentencia el Supremo argumenta que las 8 personas acusadas ejercieron “violencia e intimidación” contra los diputados, y que tuvieron intención de “impedir el normal desarrollo de sus respectivas funciones representativas”. Los magistrados del Alto Tribunal consideran que estos hechos impidieron el derecho fundamental de la representación política y atacaron “los valores superiores del orden democrático”, unas consideraciones contrarias a las dictadas un año antes por la Audiencia Nacional, que consideró que la protesta del 15 de junio de 2015 en el Parlament podía considerarse parte del ejercicio del derecho a la manifestación.

La sentencia condena a las 8 personas por acciones como seguir a un diputado coreando lemas contra los recortes, ponerse delante de otro con los brazos en cruz, desplegar una pancarta mientras se pedía no dejar pasar a los representantes o pintar un aspa con un spray en la gabardina de Tura. “Descrita la acción imputada, la Sala no puede ver en ese seguimiento con los brazos en alto, al tiempo que se gritan las consignas de la manifestación, un simple alarde gestual”, asegura la sentencia del Supremo, que considera que en esa acción hay un delito ya que “la acusada sabe, porque forma parte del grupo de los cien manifestantes a los que se refiere el hecho probado, que está acosando a un representante ciudadano democráticamente elegido para desempeñar sus tareas en el órgano legislativo”.

Desde entonces diversos organismos, entre ellos el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos, han mostrado su sorpresa y rechazo frontal a esta condena. El papel de las instituciones catalanas, Parlament y Generalitat, también ha sido fuente de críticas por parte colectivos antirrepresión y formaciones políticas, por su actuación al haberse personado como actuación en la causa, primero, y por haber recurrido cuando se dictó la primera sentencia absolutoria.

La campaña La gabardina de la Montse tira de humor para dar a conocer estos hechos y denunciar que es la primera vez en España “que se condena a una persona por hechos colectivos y no por lo que ha hecho individualmente”, como se desprende de la sentencia. Además, denuncian que las 20 detenciones de activistas se produjeron de forma irregular, ya que durante la protesta no hubo identificaciones, y que “en el juicio quedó patente la existencia de archivos ilegales de todas las detenidas”, elaborados por la policía.

La propia Tura ha respondido a la campaña este miércoles desde su cuenta de twitter, recordando que en el juicio no reclamó indemnización por su gabardina y que la cifra de 420 es la valoración que hizo de los daños producidos.

Desde la campaña se recuerda que esos 420 euros son “el único daño material” producido durante las protestas. “El ingreso en prisión de las ocho personas condenadas supondría el uso del sistema penal para desactivar la protesta y supone una amenaza para derechos como el de manifestación y el de libertad de expresión”, aseguran desde la campaña, que, en tono de broma, reclaman un euro para poder pagar la tintorería de la gabardina y conmutar la prisión. De hecho, la primera sentencia de la Audiencia Nacional ya puso un precio a los hechos de la gabardina: cuatro días de localización para el condenado por pintarla. Sin duda, mucho más asequible que las tarifas de la tintorería La Modelo.