Bartomeu tenía en su casa cinco contratos del 'Barçagate' cuatro meses después de dejar el club

Los Mossos d'Esquadra siguen analizando toda la documentación que incautaron el pasado lunes en los registros por el 'Barçagate'. La policía catalana precipitó la operación después de constatar que el club no le había entregado documentación sobre el caso. Los investigadores también registraron el domicilio particular del expresidente Josep Maria Bartomeu, donde cuatro meses después de dimitir el exmandatario azulgrana tenía un contrato del Barça con I3 Ventures, y otros cuatro contratos de la entidad con otras cuatro firmas que la policía catalana relaciona con el 'Barçagate'.

Pese a que desde su dimisión el pasado 27 de octubre Bartomeu es un socio más del club, los Mossos d'Esquadra hallaron en un “despacho–salón” de la casa del expresidente varios indicios relacionados con el 'Barçagate', según consta en el informe que la policía autonómica elaboró del registro, al que ha tenido acceso elDiario.es. Al margen de los contratos, los investigadores encontraron una carpeta del F.C. Barcelona con la leyenda “hackeo cuentas Twitter 15/02/2020”, una hoja manuscrita y una “nota jurídica” sobre el caso 'Barçagate' y una factura.

Respecto a los documentos del club hallados en casa de Bartomeu, figuran tres contratos “de prestaciones de servicios” entre el Barça y tres empresas de la estructura societaria relacionada con el Barçagate, I3 Ventures, NSG y Futuric. Pero además los Mossos también encontraron contratos del Barça con Coyote Express e Ituruguay, dos firmas que no formaban parte de las cinco que la Cadena SER descubrió que estaban implicadas en la campaña de desprestigio a los rivales de Bartomeu pero que ahora la policía catalana incluye en el 'Barçagate'. Por último, en casa del expresidente blaugrana los Mossos también encontraron un “informe privado y confidencial” de PWC, la multinacional a quien el Barça encargó una auditoría sobre el 'Barçagate'.

Precisamente la falta de documentación entregada por el Barça a los Mossos en relación con la que el club sí libró a PWC para hacer la auditoría era uno de los déficits que presentaba la investigación hasta los registros del pasado lunes, según pone de relieve la policía catalana en otro informe. “Después del análisis de toda la documentación y su comparativa con la entregada a PWC, se llegó a la conclusión de que, pese a las distinta entregas realizadas, quedaba todavía pendiente de entrega parte de documentación”, reza el informe policial.

La policía destaca que tras las entradas y registros ha obtenido contratos que no le había librado el club y que los investigadores conocieron a raíz del informe de PWC, como por ejemplo uno suscrito entre el Barça y Big Data Solutions, una de las empresas del 'Barçagate'. Tampoco había entregado el club parte de los contratos donde se plasmaban las “aprobaciones” correspondientes, que los Mossos sí encontraron en las oficinas del Barça.

Lo mismo ocurrió, según los Mossos, con tres facturas que la entidad pagó a la sociedad Coyote a través de su oficina en Hong Kong, en un sistema de camuflaje de facturas del 'Barçagate' que el Barça de Bartomeu ya había probado a través de La Masia. Las facturas no habían sido entregadas ni tampoco los procesos internos de facturación porque, según descubrió la policía catalana, en realidad el Barça las registró como préstamos realizados a la oficina de Hong Kong “ya que el club no era el destinatario de las facturas expresadas”.

Respecto a la auditoría, la investigación muestra que Bartomeu rebajó su alcance y la tuteló desde el inicio, llegando a reunirse directamente con los jefes de PWC para detallar que los documentos solo se consultarían fuera de las instalaciones del club y que solo se podrían buscar determinadas palabras en los correos de los principales implicados en el caso. Tal fue el nivel de intromisión que Bartomeu presionó a Noelia Romero, jefa de compliance y encargada de comprobar si las contrataciones con Nicestream se habían ajustado a las buenas prácticas y al código de conducta del club. En un correo, Bartomeu instó a Romero a informarle “inmediatamente” de su investigación interna.

Romero terminó su informe en junio de 2020 y lo envió a todos los miembros de la Junta, no sin lamentar el “ataque” a su independencia que supuso que desde el club se le informara de que KPMG iba a realizar una auditoría de su labor como compliance. El informe de Romero detallaba varias irregularidades del 'Barçagate' y en buena medida los Mossos d'Esquadra han asumido sus conclusiones relativas al fraccionamiento de contratos y a la inobservancia de los protocolos internos de contratación. Tras ser despedida en julio, Romero colaboró con la investigación y entregó miles de correos y archivos a los Mossos.

Sin rastro de facturas ni de informes

Los Mossos no tuvieron la misma suerte con todos los documentos que pretendían hallar en las oficinas del F.C. Barcelona. Por ejemplo, varios de los informes que empresas del 'Barçagate' hicieron para el club y que aparecen en los informes de PWC sobre perfiles en redes sociales o el candidato Víctor Font. Tampoco encontraron la documentación relativa a la rescisión de los contratos firmados entre Big Data y la oficina en Hong Kong del club, ni descubrieron rastro alguno de algunas de las facturas emitidas por proveedores del Barça que el club no pagó y que aparecen en el informe de PWC. También se obtuvo “una comunicación” respecto a la finalización del contrato entre el Barça e I3 Ventures.

El hecho de no haber encontrado varios informes del 'Barçagate' reafirma a los Mossos en su tesis sobre el delito de administración desleal por el que permanecen imputados Bartomeu; su hombre de confianza, Jaume Masferrer; el director general del club, Òscar Grau; y el jefe de los servicios jurídicos, Román Gómez-Ponti. Sostienen los Mossos que el Barça contrató a I3 Ventures para el “interés particular” de Bartomeu, causando un perjuicio al club de hasta 1,2 millones de euros.

¿En qué se basa la policía catalana? En primer lugar, en los correos entre el empresario Jaime Malet –que fue el intermediario entre el Barça e I3 Ventures– y el administrador de las empresas de propaganda digital, Carlos Ibáñez, en los que éste último circunscribe los trabajos para el Barça al “tema reputacional personal” de Bartomeu. Malet además, que no fue interrogado por los Mossos pero quiso dar su versión del caso a los agentes durante el registro del lunes a su firma, relató que el origen del contrato del Barça con I3 Ventures fueron  “los ataques en redes sociales bajo hashtag #bartomeudimisión que el señor Bartomeu, la Junta del Barça y el propio club estaban sufriendo por parte de un movimiento que quería acceder a la presidencia del club”.

A ello se suman las facturas troceadas para evitar los controles internos del club y que tuvieran que pasar por la Junta Directiva y al hecho de que de las declaraciones testificales de varios empleados del Barça, que negaron haber tenido conocimiento alguno de los contratos, y los que sí lo tuvieron no pudieron enterarse de mucho más porque ni Bartomeu, ni Masferrer, ni Grau ni Gómez–Ponti les dieron explicaciones. La guinda a la tesis policial son las declaraciones de los trabajadores de I3 Ventures y sus empresas asociadas, que explicaron que los informes se enviaban directamente a una cuenta personal de Masferrer. En suma, para los Mossos lo que habría llevado a Bartomeu a delinquir fue la confusión de sus intereses con los del club.

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