Las bases del Consell de la República, la entidad del entorno de Carles Puigdemont que agrupa a una parte de sus fieles, han votado a favor de que los partidos independentistas bloqueen la investidura de Pedro Sánchez. Lo han hecho en una consulta que no es vinculante para Junts ni para el propio Carles Puigdemont y que además ha tenido una participación de solo el 4% de los cerca de 90.000 afiliados que tiene la entidad. Con todo, el posicionamiento de las bases del CxR tiene influencia sobre las decisiones de Junts, pues aunque son organizaciones independientes, comparten parte de su militancia.
El resultado final, según ha hecho público el Consell de la República, ha sido un apoyo del 74,9% a favor del bloqueo y un 24,9 en contra, con una participación de 4.021 inscritos. La pregunta a la que contestaban era la siguiente: “¿El Consell de la República debe promover el bloqueo a la investidura del presidente en España por parte de los partidos independentistas catalanes?”.
Con todo, los resultados de esta consulta no son vinculantes para ningún actor independentista, ni siquiera para el propio Consell, en el que se puede consultar a la militancia sobre cualquier cosa pero donde, según sus estatutos, solo es necesario que la dirección tome nota cuando son asuntos de su competencia directa. En este caso, las negociaciones de investidura corren a cargo de Junts y de ERC, por parte del independentismo catalán.
La votación había sido promovida por un grupo de socios de la entidad, en una iniciativa sin conexión con el gobierno del Consell, que controla Puigdemont y sus afines. Este grupo lanzó la pregunta y consiguió suficientes avales para forzar la votación entre todos los inscritos, que acabó fijándose entre los días 17 y 23 de octubre. Los resultados se han conocido ahora, hechos públicos por la entidad, pero Junts ya avisó en su momento de que las decisiones de su espacio político respecto a la negociación con el PSOE no estarían supeditadas a las opiniones de los inscritos en el Consell de la República.
Esta es la segunda votación que ha llevado a cabo el Consell en el último mes. Justo hace una semana, la mayoría de los inscritos avalaron una reforma a fondo de la entidad que suprimió la llamada “asamblea de representantes”, que era la estructura que generaba más descontrol y donde la dirección del organismo encontraba más problemas para sacar adelante sus iniciativas. La decisión de Puigdemont y los suyos fue cortar por lo sano y, aprovechando que el mandato de los elegidos estaba próximo al fin, suprimir el organismo. En aquella votación el 76,5% de los votantes avalaron la operación, pese a que la participación, como ahora, fue testimonial, alcanzando el 6,5% del total de los registrados.