Los candidatos catalanes exhiben sus diferencias sobre cómo mejorar la financiación de la Generalitat
El debate sobre la reforma de la financiación de la Generalitat ha irrumpido en la precampaña electoral catalana y ha obligado a que todos los partidos en liza tomen posición. Este lunes en el primer debate de candidatos, convocado por la patronal de la pyme catalana Pimec, todos los candidatos presentes (la CUP o Ciudadanos no han sido invitados) han coincidido en que introducir cambios en los fondos de Catalunya recibe del Estado para sufragar los servicios públicos es una necesidad, pero han mostrado distancia, en ocasiones sideral, sobre cómo deben abordarse estos cambios en la financiación.
Tanto Pere Aragonès como Salvador Illa han tirado de sus propias propuestas, ya presentadas con anterioridad. El president de la Generalitat lleva como bandera electoral la iniciativa para una “financiación singular” elaborada por el departamento de Economía y que, en resumen, es una idea similar al concierto vasco y convenio navarro.
El líder de los socialistas, Salvador Illa, va en una dirección diferente y propone corregir la situación de infrafinanciación a través de una reforma de la ley, que en su opinión debería hacerse con el consenso de las autonomías, como se hizo en otros momentos. Illa además considera que debe mejorarse la forma en la que se gastan los recursos que llegan actualmente y critica a los partidos independentistas por no haber hecho “nada” en los últimos años respecto a la financiación.
“No es cierto que en los últimos años no se ha hecho nada”, asegurado el número tres de Junts, Josep Rull, en respuesta a Illa. “Hay más déficit fiscal que nunca y más desinversión que nunca”, ha indicado el político, que ha dado cifras sobre la desigualdad de la ejecución de las inversiones del Estado en el año 2022 entre Madrid y Catalunya.
Con todo, desde Junts han esquivado ilustrar con exactitud el modelo sobre la reforma de la financiación que proponen y Rull se ha limitado a decir que su partido no aprobará ningún presupuesto del Estado si no se “compensa” el déficit fiscal, sin entrar en más detalles.
También la candidata de los comuns, Jéssica Albiach, ha mostrado su deseo de que la Generalitat reciba los recursos que le corresponden según su recaudación. Albiach, que no se ha mojado a la hora de apostar por el modelo de Aragonès o el de Illa, ha centrado su intervención en el agravio comparativo que a su juicio representa que las grandes empresas paguen en torno al 6% de impuestos, mientras las pequeñas y medianas pagan hasta un 17%. En esa misma línea, ha defendido que el juego vuelva a tributar al 55%, en vez de al 10% al que se fijó para favorecer la llega del casino Hard Rock.
Entre los presentes el consenso sobre la necesidad de cambios en la financiación de la Generalitat ha alcanzado incluso al PP, partido normalmente refractario a estos planteamientos. Su candidato a la presidencia, Alejandro Fernández, ha asegurado que su partido está “totalmente a favor de mejora la financiación de Catalunya”.
Fernández además ha recordado que de los tres grandes acuerdos en esta materia que se han firmado en la historia, dos han sido con el PP en la Moncloa. Sin embargo, el candidato ha puesto como condición que se acabe el procés. “No se puede negociar con dar más dinero a quien dice lo volveré a hacer”, ha dicho, “en el momento que acabe el procés separatista estaremos a la altura para reformar la financiación”.
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