Catalunya permitirá a los psiquiatras vetar el aislamiento de los presos si ven riesgo de suicidio

La Generalitat de Catalunya permitirá a los psiquiatras vetar el ingreso de presos en celdas de aislamiento si aprecian riesgo de suicidio. Esta es una de las medidas anunciadas este lunes por conselleria de Justicia tras el suicidio de tres internos en el último mes y medio. El plan de choque también estudia poner “ropa menos resistente”, como toallas o sábanas, en celdas de presos con riesgo de suicidio y en aislamiento.

“No partimos de cero, ni en los suicidios ni en el diseño de medidas de prevención”, ha dicho el conseller de Justicia, Ramon Espadaler. El titular del departamento ha destacado el trabajo ya realizado, como el programa de prevención de suicidios de 2019, que reevalúa al interno cada dos años, y el acuerdo de Govern de octubre de 2023 para abordar incidentes vinculados a conductas suicidas y violentas, que permitió incorporar a 21 nuevos profesionales.

Hasta tres internos se han suicidado en distintas cárceles catalanas en el último mes y medio. El pasado 20 de septiembre, un interno en la prisión de Lledoners. El pasado cinco de septiembre, una interna de Brians-1 también se quitó la vida. El último caso fue el de un interno del centro de Puig de les Basses (Figueres, Girona), que se suicidó en una celda de aislamiento provisional, uno de los regímenes carcelarios más duros y perjudiciales para la salud mental.

Las tres muertes suponen llegar a once suicidios de internos en lo que va de año, una cifra que supera los seis que se produjeron en 2023 y se acerca a la cifra negra de 14 en 2022, una de las más altas de los últimos años.

Los suicidios de los presos son uno de los mayores problemas en los centros penitenciarios. Las condenas largas y la dinámica carcelaria impactan negativamente en la salud mental de los internos, por lo que los profesionales recomiendan cuanto antes medidas que impliquen el contacto del interno con el exterior y la recuperación de sus lazos sociales fuera de la cárcel.

Más de la mitad de reclusos de las cárceles catalanas sufren algún tipo de problema de salud mental, cifra que es siete veces mayor que en el resto de la población, según un estudio de finales de 2022 de Justicia i Pau.

En este contexto, y teniendo en cuenta el proyecto Anaïs, en el que se estudiaron los 54 casos de suicidio entre enero de 2018 y el 30 de junio de 2023, el Govern ha presentado 10 nuevas medidas, entre las que quieren restringir lo antes posible el acceso de herramientas “letales”, ropa de cama e higiene, en internos en riesgo de suicidio. En algunas celdas se quieren sacar los barrotes de las ventanas para evitar ahogamientos y poner cristales para que otros presos puedan controlar las conductas de los internos en riesgo.

Espadaler también ha explicado que quieren crear una mesa permanente en los próximos 15 días para prevenir los suicidios en prisión, compuesta por todos los agentes implicados que harán una revisión mensual de los datos y la evolución, y sensibilizar y formar a todos los agentes que intervienen en los centros penitenciarios. Además, activarán un sistema de alerta en atención a incidentes críticos e involucrarán a las personas internas a través de un buzón para que se conviertan en “agentes activos en la detección del posible riesgo” y puedan advertir sobre las conductas de otros presos.

“Incorporaremos la figura del interno de apoyo para acompañar a las personas en riesgo de suicidio. Muchas veces la soledad no es necesariamente una causa, pero está entre las cuestiones que pueden explicar esta tendencia hacia el suicidio”, ha dicho Espadaler.

Otras medidas son intensificar el seguimiento por parte de atención primaria con los protocolos de riesgo bajo y moderado de suicidio; habilitar espacios alternativos para la resolución de conflictos con videovigilancia, y la intervención intensiva de los departamentos especiales (Dert) para detectar contraindicaciones sobre la aplicación de aislamiento.

El conseller también ha explicado que otra medida es garantizar la conectividad y mejorar la información de los internos entre los profesionales del ámbito sanitario y penitenciario, y estudiar en los próximos 3 meses el riesgo de suicidio con perspectiva de género.

“La prevención de los suicidios es un reto que afecta al conjunto de la sociedad. En el ámbito penitenciario tenemos una gran responsabilidad. Es uno de los retos importantes en esta legislatura. Cada suicidio es un fracaso”, ha garantizado Espadaler.