“No regalaremos nuestros votos a Collboni si son para desmantelar lo que ha hecho este gobierno”. Así han rechazado los comuns la oferta de Jaume Collboni, candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, quien ha ofrecido a los de Colau entrar al gobierno a cambio de votarle a él como alcalde. De esta manera, si los comuns se votan a ellos mismos, allanarán el camino para que Xavier Trias consiga la vara de mando de la alcaldía de Barcelona.
De hecho, el candidato de Junts está ultimando un pacto con ERC para compartir el gobierno de la capital catalana. El republicano Ernest Maragall se convertiría en el primer teniente alcalde del ayuntamiento. Aunque en las negociaciones para el consitorio barcelonés casi todo siempre es posible, como se comprobó hace cuatro años, Trias lo tiene todo encarrilado para ser el próximo alcalde.
La negativa de los comuns a la propuesta de los socialistas ha venido de la mano del concejal Jordi Martí, quien ha asegurado que no llevaran a cabo “ningún acuerdo que implique al PP”. Esta afirmación hace referencia a que un acuerdo entre Collboni y Colau sumaría 19 votos, pero el PSC necesita 21 para llegar a la mayoría absoluta y desbancar a Trias.
La única manera posible para ello era contar con el sí de, al menos, dos ediles del PP. Daniel Sirera, el candidato de los populares, se abrió a brindarle su apoyo para evitar que Xavier Trias se haga con la alcaldía, pero precisamente le pone como condición que Colau y cualquier otro miembro de los comuns queden fuera del ejecutivo municipal.
“Con el PP, ni a la esquina”, ha dicho Martí. “Cada día que pasa, tenemos más razones para guardar distancia con un partido que pacta con la extrema derecha de Vox” y ha añadido que se tiene que lanzar un mensaje claro de cara a las elecciones generales del 28 de julio. “No se puede dar foco mediático a un PP al que cada día se parecen más”.
Por parte del PP, este mismo jueves han insistido en que “todavía no hay nada claro”. El presidente del partido en Catalunya, Alejandro Fernández, ha asegurado que son partidarios de un gobierno “constitucionalista”, pero que los socialistas deben ceder a algunas de sus demandas.
La propuesta del PSC abría la puerta al gobierno progresista por el que llevan haciendo campaña tanto el PSC como los comuns desde que se celebraron los comicios del pasado 28 de mayo. Pero, según los comuns, para que este pacto se pueda llevar a cabo, falta ERC. Los de Colau achacan esta ausencia a que Collboni “no se ha querido sentar a negociar” la oferta de los comuns, que propusieron que los tres partidos se repartieran la alcaldía.
Por su parte, los socialistas afean al partido de Ernest Maragall que se desmarcaran “demasiado pronto” de la opción de un pacto entre PSC y Comuns y se decantara por dar apoyo a Junts. “Barcelona no puede volver atrás y regresar a la política de bloques y del enfrentamiento”.
“Nos tenemos que mojar y escoger. Un voto, dos consecuencias”, ha dicho Collboni. La primera de ellas es el prometido gobierno progresista. La segunda es impedir el “retorno del bloque independentista”, conformado por el ganador de las elecciones, Xavier Trias (Junts) con el apoyo de ERC.
Así, Collboni ha pedido “responsabilidad” a los de Colau para que voten su candidatura y le permitan ser alcalde. “Igual que hicimos los socialistas en 2015”, ha asegurado. Pero, según los comuns, la situación de este sábado “no tiene nada que ver” con la de hace cuatro años.