De la consulta del 2009 al 9-N: de la chispa de la movilización a un proceso “madurado”
Arenys de Munt se ha levantado este domingo bajo la expectación de una jornada política excepcional. A las tres y media de la mañana, las ocho mesas habilitadas para votar ya se habían constituido con total normalidad en el Institut Domingo Perramon de Arenys de Munt. Como muchos de los 1.317 locales de votación de Catalunya, las colas han protagonizado los primeros minutos de la jornada y los aplausos han resonado en la apertura del instituto.
Este 9 de noviembre, Arenys de Munt se ha reencontrado con las urnas y el pueblo ha revivido así otra jornada histórica, la del 13 de septiembre de 2009. Entonces la sociedad civil llevó adelante una consulta popuar inédita para preguntar a la ciudadanía su opinión sobre la independencia de Catalunya. Un 41% de la población participó y el 'sí' se impuso con un abrumador 96%. La iniciativa se reprodujo en cientos de municipios catalanes y culminó con la votación de Barcelona en abril de 2011.
¿Qué paralelismos hay entre el 9-N y la consulta del 2009? ¿Qué valor simbólico tienen una y la otra? Fuentes de ERC que participaron en la organización del proceso participativo de hace 5 años, han explicado que “las dos votaciones guardan ciertos paralelismos”. Ambas han recibido “presiones, amenazas y prohibiciones”, ya sea por parte del gobierno español y el TC en el caso del 9-N, como con la suspensión del apoyo del Ayuntamiento a la consulta y los movimientos de la Falange Española en la consulta de 2009.
Y, evidentemente, aunque ninguna de las dos “tienen ningún valor jurídico ni vinculante”, la prohibición provoca que “el valor simbólico sea cada vez mayor, hasta convertir la votación en un evento de un valor político que no puede ignorarse a partir de mañana”, han explicado. A la salida del instituto esta misma fuente y otros votantes han reiterado la importancia “del simbolismo que tiene la imagen del pueblo catalán votando a pesar de todo”.
Joan Rabasseda, alcalde de Arenys de Munt ha asegurado que “el 2009 fue un punto de inflexión de un proceso soberanista que después no paró de crecer. Fue la chispa de la movilización ciudadana”, que después se ha traducido en las calles con manifestaciones como la del Estatuto en 2010 y las acciones reivindicativas de las tres últimas jornadas de Catalunya. Estos dos hechos, sumados a la crisis económica y el distanciamiento político y social respecto España, han fortalecido la voluntad de ejercer el derecho a decidir, así como también la reivindicación de la independencia. “La gente ha perdido el miedo”, remarca el alcalde.
Y es que muchos de estos votantes ya lo hicieron hace 5 años. Este domingo han destacado la diferencia entre aquel proceso y el actual. “No tiene nada que ver con la consulta del 2009, esta es mucho más formal. Entonces el componente de la ilusión era muy grande. Esta vez hay más organización e institucionalidad”, asegura Joan, uno de los voluntarios. “Cinco años después volvemos a votar, aunque sea en un proceso participativo que cada vez parece más un Arenys de Munt 2, pero organizado por el Gobierno. La gente ya no tiene miedo ni de votar ni de amenazas para que antes de ser independentistas, somos demócratas ”, concluyó Rabasseda.
Familias enteras, parejas jóvenes, jubilados e hijos acompañando a sus padres ya mayores han sido imágenes recurrentes durante toda la mañana. A la salida, muchos sentían orgullo, satisfacción y esperanza. Como ha reconocido Rosa, quien explicaba que “voto porque estoy en el derecho de hacerlo y porque ya estamos hartos. Queremos seguir nuestro camino para reanimar el país”.