Una semana ha sido suficiente para que muchas de las entidades y organizaciones del distrito de Sant Andreu se pusieran de acuerdo y convocaran la primera movilización en contra de lo que consideran un abuso: la cesión temporal de un espacio de 5.000 metros cuadrados de los antiguos cuarteles de Sant Andreu a la Hermandad de los Antiguos Legionarios de Barcelona. Esta asociación militarista tiene su sede al lado de este espacio y, según diferentes fuentes, ya hace tiempo que lo están utilizando. Los vecinos de Sant Andreu consideran que hay otras prioridades y que existen muchas entidades más arraigadas y abiertas a la ciudadanía que necesitan este espacio.
La cesión la anunció el Consorci de la Zona Franca, que está presidido por el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y donde hay representantes del Estado, de la patronal y de los sindicatos. El Consorci compró estos terrenos al Estado en 2004 y tiene previsto levantar pisos privados y de protección así como construir equipamientos para los vecinos. Todos estos proyectos están congelados, por culpa de la recesión económica y, mientras tanto, el Consorci ha decidido ceder una parte de los terrenos a los legionarios.
Detrás del lema “Fuera fascistas, ni en Sant Andreu ni en ninguna parte”, se han concentrado este miércoles entre 150 y 200 vecinos en la puerta de la sede del distrito, que celebraba un pleno extraordinario para discutir los presupuestos municipales. Una parte de los manifestantes ha entrado en el pleno, sin que hubiera ningún tipo de tensión, y han leído el manifiesto que reclama, entre otros puntos, “un proceso real de participación” para decidir qué hacer en los antiguos cuarteles y que “ningún espacio de propiedad municipal pueda dedicarse a actividades de exaltación del militarismo y del fascismo”. Después de leer el manifiesto, que ha sido aplaudido por los consejeros de ICV- EUiA y los del PSC, los vecinos han abandonado la sede del distrito y han manifestado por las calles de Sant Andreu.
Entre los vecinos que se concentraban en la puerta estaba Raquel, la madre de una niña que estudia en la escuela Eulàlia Bota, junto a los terrenos de la discordia: “Yo no sé si son fascistas o no, pero no puedo entender que se ceda un espacio público a una entidad así”. Raquel explicó que en una ocasión que fue a la escuela de su hija en fin de semana vio como los antiguos legionarios “uniformados”, desfilaban y “disparaban con armas que deberían ser de mentira”. Desde su punto de vista, esta actividad no es la más adecuada para practicar junto a una escuela pública. Enric Minguillón, vecino y miembro de la Asociación de Vecinos de Sant Andreu, también criticó la cesión: “Me molesta porque no es una actividad ni social ni cultural. Son 5.000 metros cuadrados ocupados por una entidad privada con connotaciones xenófobas, militares y fascistas”.
“No somos fachas, somos militaristas”
El Presidente de la Hermandad de los Antiguos Legionarios de Barcelona, Jesús Cañadas, consultado por Catalunya Plural, aseguró que la entidad no es fascista y que si tienen una fotografía del dictador Francisco Franco en su página web es porque “él fue cofundador de la Legión y comandante de las tropas del Sahara”. Cañadas explicó que hace unos meses se reunieron con el concejal del distrito, Raimon Blasi, y le explicaron la su intención de pedir la cesión del espacio. Cañadas considera que “no es justo” todo este revuelo porque “en un país libre todo el mundo debe tener derecho a expresarse”. Según añadió: “No somos fachas, somos militaristas”.
Los socios de esta asociación, que adora al Cristo de la Buena Muerte, son legionarios o ex militares y también hay simpatizantes que no han sido nunca ni lo uno ni lo otro. Desde su punto de vista los ejércitos son más que necesarios hoy en día y asegura con preocupación que “Marruecos tiene ahora mismo más fuerza militar que España”.