Vicent Sanchis (Valencia, 1961) llegó a la dirección de TV3 en pleno auge del procés. Ha estado en el cargo hasta hace menos de un mes. Su sucesor o sucesora será elegido por concurso, pero la Corporació de Mitjans Audiovisuals, cuyos integrantes han sido nombrados tras el pacto entre ERC, Junts y PSC, no se han esperado a tener un nombre para destituirle. Es una decisión que Sanchis atribuye a “la rabia” aunque evita señalar a nadie en concreto.
La televisión pública catalana ha sido blanco de críticas de las formaciones contrarias al independentismo por considerar que actuaba al servicio de los intereses de este movimiento. Pero de un tiempo a esta parte los ataques más furibundos, en especial en las redes, proceden de sectores secesionistas, algunos próximos a Junts. “¿O agitación y propaganda independentista o agitación y propaganda española? ¿No será que no es cómo nadie quiere que sea?”, se pregunta Sanchis. Tras dejar el despacho de TV3, acaba de incorporarse al Grup Món como director general. Además es profesor de Ciencias de la Comunicación en la Universitat Ramon Llull de Barcelona.
Discúlpeme el tópico. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor en estos cinco años?
Le responderé también con un tópico. Seguramente, lo mejor ha sido trabajar con un equipo que es de los mejores que me encontraré en mi vida y la parte que me ha dolido más ha sido, en esta última etapa, el tratamiento absolutamente injusto que ha recibido la televisión por parte de algunos partidos y personajes a través de las redes sociales.
¿Un tratamiento injusto con la televisión o con usted?
Con la televisión. A mí me han dicho de todo porque estaba en TV3 y no seré tan ingenuo de pensar que estas críticas iban dirigidas a mí personalmente. Eran contra TV3 porque hay gente que considera que no es cómo querrían o que les ha traicionado o que es un instrumento de propaganda. Si fuesen críticas razonables me importaría y hubiese intentado evitarlo, pero es que muchas son brutalmente injustas. Me sabe mal porque hay una gente que está destruyendo la gran televisión pública y nacional de este país, minándola tanto como puede desde una actitud rabiosa.
Antes citaba las críticas en las redes y, leyendo los tuits de algunos dirigentes independentistas, parece que el problema para ellos es que desde hace un tiempo TV3 les parece poco independentista.
No, no dicen eso. TV3 no tiene que ser muy o poco independentista, tiene que ser una televisión nacional. Las críticas más injustas dicen que TV3 contribuye a la castellanización del país y que está españolizando a los catalanes.
No deja de ser una paradoja teniendo en cuenta que se la rebautizó como 'teleprocés'.
Debe ser una paradoja que también se la haya rebautizado como 'TETV3'. Alguien no está siendo muy ecuánime porque, si es la televisión del procés y un aparato de propaganda independentista como dicen Vox, PP, Ciudadanos y una parte del PSC, ¿cómo puede ser que desde sectores independentistas sin adscripción, partidos minoritarios o dirigentes básicamente de Junts se diga que esta es una televisión de agitación y propaganda española? Vamos a ver, o agitación y propaganda independentista o agitación y propaganda española. ¿No será que no es cómo nadie quiere que sea? Igual ese es el mérito. Espero una reflexión de la gente que no debería ser tan corrosiva con su televisión nacional.
Los informativos de TV3 perdieron en seis años casi la mitad de su audiencia no independentista, según datos del CEO correspondiente al 2020. ¿Eso no es un problema?
Sería un problema si este país hubiese vivido una situación normal. Pero, en estos últimos 10 años, una parte importantísima de la gente que tiene el catalán como lengua habitual, que consumen productos informativos o periodísticos en esta lengua y que votaba al PSC ya no lo hace. Por lo tanto, ¿no será que nos siguen mirando los mismos pero que los votantes socialistas ya no son los de hace ocho o diez años?
¿Pero TV3 no debería aspirar a que esos votantes también la miren?
Lo hace. Una cosa es aspirar y otra es que en un contexto con dos bloques tan definidos y en el que uno de ellos tal vez no se siente a gusto con TV3 pero la considera más propia y otro que la considera una televisión hostil es normal que se pierdan algunos espectadores. Las audiencias no dicen que hayamos perdido espectadores entre el público potencial de esta televisión. Además, cuando se calcula cuánta gente mira 'Polònia', 'Crims', 'Eufòria' o los informativos es imposible más interterritorialidad.
¿Se ha abusado de la información política?
En todas las televisiones del mundo, cuando se produce un momento político complejo y convulso, pasa. Recuerde que en la televisión municipal de Barcelona, Betevé, también hubo mucha [información política] para informar de los hechos de Urquinaona o del referéndum del 1-O. Ahora la información política ha ido bajando porque el momento político y social ha cambiado.
¿En esos momentos que usted resume como complejos y convulsos, TV3 ayudó a mantener viva la movilización de los sectores independentistas?
¿Y cree usted que en esos momentos otras televisiones ayudaban a movilizar o desmovilizar? Yo pienso que depende. Esos momentos se vivieron al margen de lo que dijese la televisión. Decir que Mònica Terribas, un presentador del Telenotícies o Lidia Heredia, que TV3 moviliza a la gente es tratar a la gente de idiota. Quien lo dice es quien piensa que ellos aún pueden controlar a la gente a través de la televisión. Piensan que la gente es absolutamente idiota y hace lo que dice la tele pero la gente no es absolutamente idiota y no hace lo que dice la tele.
Hay una gente que está destruyendo la gran televisión pública y nacional de este país, minándola tanto como puede desde una actitud rabiosa
¿Usted ha sido el director, pero era el que mandaba en TV3?
No. Es una estructura amplia y cada ámbito tiene responsables diferentes. Está el consejo de administración que manda porque aprueba lo que considera. Existe también un consejo profesional y de redacción. Igual que mandan el jefe informativos, el subjefe y los responsables de los programas. O como manda y mucho el comité de empresa. Cada uno en función de su papel. Es un equilibrio complicado pero que ha salido bastante bien. Eso no elude mi parte porque efectivamente era el responsable de todo lo que había en la parrilla.
¿Los políticos lo llamaban mucho?
Poco, porque creo que al cabo de un cierto tiempo vieron que era una causa perdida.
En una grabación policial del 'caso Volhov' se escucha a Pilar Rahola diciéndole a David Madí que Puigdemont ha intervenido para evitar que usted le quitara alguna de sus colaboraciones en la tele. ¿Fue así?
Pilar Rahola es una señora que en un momento determinado colaboraba en un programa de 8tv con Josep Cuní que tenía éxito y audiencia. Cuando se acabó, el primer programa para el que se la llamó fue el FAQS. Después la contrató 'Tot es mou' y la propia directora decidió rebajar su periodicidad y la siguiente la rebajó aún más. Los directores de programas tienen criterio propio y yo no he intervenido. No llamé a esta directora para decirle que debía mantenerla más y, seguramente, eso es lo que enfadó a Rahola. Hay gente que cree que ERC manda mucho en la tele y a lo mejor ella pensó que en algún momento alguien de ERC me había dicho algo. Pues, no. Esto no va así.
Madí afirmaba en esa conversación que tiene “una palanca especial” con usted y que usted “pagaría” haber apostado por ERC.
Es que tienes que reírte. ¿Si he apostado por ERC, dónde está mi recompensa? Por redes esto lo dice gente envenenada, con una mala hostia cósmica. Quien me conoce sabe que siempre he intentado mantener un criterio propio. Es un absoluto insulto para los profesionales de TV3 decir que ERC manda en los informativos o los programas. ERC, como todos los partidos, intenta conseguir cuotas de influencia, y normalmente no lo consigue, como pasa con el resto de partidos.
La nueva cúpula de la Corporación ha sido pactada entre ERC, Junts y el PSC. Fijándonos en algunos de los nombres, parece que se ha primado más la afinidad partidista que el currículum.
Sus currículums no son discutibles. Lo que pasa es que para esto no existe una fórmula mágica. Es injusto que se considere inepto a alguien por el hecho de que le haya propuesto un partido. Estas personas actuarán en base a su criterio. Evidentemente tienen un vínculo con los partidos que los han propuesto pero ya veremos qué pasa en cada caso con esta relación. En estas cosas, a veces la gente es injusta y cruel.
¿Qué le hubiese gustado hacer en su etapa y no ha podido?
Me hubiese gustado disponer de más recursos y podérmelos gastar. Hemos hecho los canales que hemos hecho, sobre todo el Canal 33 y el Súper 3, con muy pocos recursos. Me hubiese gustado tener más para realizar una programación cultural y una infantil más a la altura. Desde fuera hay quien ha decidido que nosotros nos hemos dedicado a españolizar a las criaturas y repiten que no tenemos programación infantil pero sí un canal de deportes que consideran horrible.
¿Tiene la sensación de que se ha quitado un peso de encima?
No.
¿Se hubiese quedado una temporada más?
No. Cuando se cambió la ley para que la elección fuera por concurso ya dije que yo no me presentaría. Entré con unos objetivos y ya están cumplidos. Viene una nueva época aunque eso no excluye que no se haya hecho bien la transición.
¿No se ha hecho bien?
No. Se debería haber esperado al concurso, como marca la ley, y una vez resuelto hacer la sustitución natural de las dos direcciones [TV3 y Catalunya Ràdio y de los responsables de informativos].
¿A qué atribuye este interregno tan largo?
A la rabia.
¿De quién?
De alguien.
¿A quién se refiere?
A quien votase en el Consejo que había que hacerlo así. Que digan quien lo votó y por qué. La ley no dice nada de interinajes antes del concurso. ¿Por qué no se han esperado a resolver el concurso y han querido dar una lección, aplicar una venganza, con los directores y jefes de informativos? Que lo expliquen los que lo han hecho.
¿Que su sucesor o sucesora se escoja por concurso qué garantiza?
Nada.
¿No hay ninguna diferencia?
La diferencia es que ahora habrá gente que se presentará y se podrá valorar públicamente si la escogida es la más idónea para ocupar el cargo. Si el concurso se ha hecho para calmar a alguien y poder decir 'Mira que progres somos', estoy seguro de que, por desgracia, la gente dirá que la persona elegida por el Consell de Govern no lo es por mérito del concurso sino fruto de un pacto político. Por lo tanto, estamos siempre en el mismo punto.
Siempre bajo sospecha.
Sí, porque este es el país de la sospecha permanente.
¿Sería mejor alguien que ya esté en la casa?
Depende de lo que se quiera hacer. Como norma general es que sea un buen profesional. La ventaja de ser de la casa es que la conoce. El inconveniente es que le conocen en la casa.
¿Qué consejo daría a su sucesor o sucesora?
Que vaya al zoo y mire la piel que tienen los rinocerontes. Necesitará muchas, muchas, muchas escamas. Es uno de puestos de responsabilidad pública y periodística más duros del país sino el que más. Así que ánimos.
¿Por qué no se han esperado a resolver el concurso y han querido dar una lección, aplicar una venganza, con los directores y jefes de informativos?
TV3 es una empresa con más de 2.000 trabajadores y aún así destinó 187 millones de euros entre 2015 y 2020 a producciones privadas. Con tanta gente, ¿por qué es necesario contratar tanto fuera de la casa?
Porque, aunque sea mucha gente, no pueden cubrir 24 horas al día de programación en cinco canales distintos, dos de ellos agrupados. Tanta gente, como dice usted, no pueden generar 100 horas de televisión diarias. Esto te obliga a recurrir a productoras externas y a comprar producción ajena. Además la ley obliga a que Televisió de Catalunya contribuya al impulso del sector audiovisual.
Un ejemplo: ¿por qué los operadores de cámara de las corresponsalías son personal externo vía concurso de productora y no personal interno fijo?
La falta de operadores de cámaras en TV3 es crónica y gravísima. No los tenemos.
¿Por qué externalizar un programa como 'Planta Baixa' y no hacerlo con personal interno?
Está externalizado a medias. El personal técnico es de TV3 pero no el equipo de periodistas y dirección. ¿Tenemos 30 personas de programas, además de las 30 del 'Tot es Mou', para ponerlas en un programa, con tres o cuatro horas de directo cada uno al día? La respuesta es no. En estos momentos el aprovechamiento de personal está entre el 95 y el 100%.
Ha habido quejas entre el personal externo por la poca transparencia en las oposiciones: preguntas repetidas en el examen de catalán, aprobado general en producción y sospechas de que se han dado plazas de interinaje a dedo.
Si se han dado plazas a dedo quien podría denunciarlo y más tiene que saberlo es el comité de empresa. Yo no tengo ninguna noticia sobre eso. Pero insisto, acusar es tan fácil. A TV3 deberían nombrarle pianista del siglo por los disparos que recibe. Si alguien tiene alguna sospecha que la denuncie, la haga pública o la lleve a los tribunales. Que vaya al comité de empresa porque estos comités no se casan con nadie y el de TV3 todavía menos.
Algunos gags de programas de humor han terminado en denuncias judiciales. ¿Considera que en algún caso se superaron los límites de la ironía?
Sí, claro porque cuando juegas con un humor fuerte, que en algunos casos puede rozar el humor negro, la frontera entre lo que se puede hacer y lo que no en una televisión pública es ambigua y muy opinable. Hay gente que dice que 'Polònia' es un milagro en una televisión pública europea pero también recibe a veces críticas muy duras y amargas de los políticos. El humor no tiene que gustar a sus víctimas. Pasa con otros programas de la casa. A veces se nos va la mano y al ser una pública tienes que estar siempre atento. Pero no podemos renunciar ni al humor ni a la libertad de expresión.