Vuelta a Bruselas de la plana mayor de Junts. Si el jueves se reunió la Ejecutiva del partido en Bruselas para desbloquear el pacto con el PSOE, un encuentro donde se evidenció que todavía faltaban flecos por negociar, esta vez los pesos pesados del partido vuelven a estar junto a Carles Puigdemont en Bélgica para ver si se desencalla definitivamente el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez. También se ha desplazado a la capital belga el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, con la pretensión de cerrar el acuerdo lo antes posible.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, y el presidente de JxCat en el Parlament, Albert Batet, viajaron a Bruselas este domingo, mientras que otros dirigentes, como la presidenta del partido Laura Borràs o la portavoz de la formación en el Congreso, Míriam Nogueras, lo hacen este lunes. Mientras tanto, el propio eurodiputado de Junts Toni Comín reconoció el sábado que el pacto estaba “al alcance de la mano” y fuentes de Junts corroboran que se podría acabar cerrando en las próximas horas.
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, se encuentra también en la capital belga desde el domingo para avanzar en el pacto. En unas declaraciones tras conocerse el aval de la militancia socialista a los pactos de investidura, afirmó: “Hoy estamos más cerca de la investidura”.
Fuentes de la negociación aseguran que están perfilando cuestiones “técnicas” de la ley de amnistía, aunque evitan pronunciarse sobre el perímetro de la misma. Junts quiere ampliarla respecto a lo que firmó el PSOE con ERC. La intención es que el acuerdo llegue de forma inminente. “Pueden ser cinco minutos o 20 horas”, señalan fuentes de la negociación, que aseguran que se están intercambiando documentos con el objetivo de que “la ley esté lo más afinada posible hasta el último párrafo y la última línea” ante la previsión de una cascada de recursos contra la norma.
No obstante, ese intercambio se ha producido de forma telemática en los últimos días y la última reunión presencial fue el lunes pasado, cuando Santos Cerdán se vio por primera vez con Carles Puigdemont. Después de ese encuentro y de la firma del acuerdo con ERC, la situación se enfrió.
El pasado viernes, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y el propio Turull estuvieron reunidos durante varias horas. También volvió a viajar a Bruselas el secretario de organización del PSOE, aunque no lograron cerrar los detalles.
La intención de los socialistas era cerrar un pacto antes del fin de semana, después de que el jueves ya hubieran firmado y hecho público su acuerdo con ERC. La voluntad era, además, registrar la ley de amnistía en el Congreso lo antes posible para que la investidura pudiera celebrarse esta misma semana.
Los movimientos se detuvieron, sin embargo, después de que desde Junts no dieran por bueno el texto de la amnistía y quisieran ampliar el alcance de las causas que cubre. Junts había reunido a la cúpula del partido en Bruselas mismo el jueves para estudiar la propuesta de los socialistas. Tras una reunión de casi seis horas, la dirección no dio su visto bueno al pacto. De hecho, el mismo jueves por la noche Puigdemont puso un tuit en X donde señaló que cuando se trata con el sistema político español “todas las precauciones son pocas”.
A lo largo del fin de semana, los mensajes de los dirigentes de Junts se han centrado en recetar discreción y en insistir en que si no se llega a “un buen pacto” para Catalunya, Junts no lo apoyará en ningún caso. Quien ha sido más claro y ha apuntado a la posibilidad de cerrar un acuerdo pronto, sin embargo, ha sido el eurodiputado de Junts Toni Comín, quien en declaraciones a los medios desde Perpiñán dijo el sábado que el pacto podría estar cerca. “Cuando las cosas están a la vuelta de la esquina, 'keep calm'”, afirmó.