El inicio de curso escolar en Catalunya, igual que en el resto de España, no va a ser muy distinto a cómo acabaron las clases en junio. Al menos en cuanto a medidas contra la COVID-19. Los alumnos seguirán usando la mascarilla en clase, el acceso al centro deberá ser escalonado y se tendrán que mantener en la medida de lo posible los grupos burbuja. Pero habrá algunos cambios: los jóvenes vacunados no estarán obligados a confinarse y en los recreos se relajarán las restricciones. En el patio se podrán mezclar grupos clase y, si se mantienen separados, podrán ir sin mascarilla. Además, las familias podrán entrar finalmente a los centros.
El avance de la vacunación –la mitad de jóvenes de 12 a 15 años tiene ya la primera dosis– ha empujado a las consellerias de Salud y Educación a revisar los últimos protocolos, elaborados en mayo, pero han optado por añadir pocas novedades debido también al crecimiento de la variante delta, que es más contagiosa. Por ahora, se van a dar un trimestre de margen con las actuales medidas. “Los centros no tendrán que replantear sus planes organización”, ha querido tranquilizarles el conseller Josep González-Cambray, que ha comparecido junto a la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, y al conseller de Salud, Josep Maria Argimon.
A partir del 13 de septiembre, todos los alumnos catalanes en edad de escolarización obligatoria, también los de Infantil y Bachillerato, comenzarán de forma 100% presencial. “Mantendremos el uso de mascarilla, la higiene de manos, la ventilación… Todo esto es más importante que nunca”, ha valorado González-Cambray, que ha añadido que no cambiarán tampoco los protocolos de comedores y transporte escolar. También existe el compromiso de la Generalitat de que sigan en plantilla todos los refuerzos de personal, docente y de apoyo educativo, que entraron por la pandemia.
Las dos grandes novedades del curso tienen que ver con las cuarentenas, por un lado, y con el recreo, del otro. Sobre lo primero, aquellos que estén vacunados o que hayan pasado la COVID-19 no tendrán que confinarse si son contactos estrechos y podrán seguir yendo a clase. En los próximos días, la Generalitat cruzará los datos educativos y de salud para que los institutos sepan qué alumnos están vacunados y cuáles no.
En este sentido, Argimon ha dejado claro este año que no habrá medidas de detección del virus adicionales en las escuelas. No se llevará a cabo un cribado especial a los docentes, como se hizo en anteriores ocasiones, ni se realizarán pruebas PCR a todos los alumnos que sean contacto estrecho de un positivo. “Estamos aplicando el mismo protocolo que en la comunidad. Si hay cambios de criterio, los anunciaremos”, ha valorado.
Ambos consellers han insistido una y otra vez durante la rueda de prensa en animar a los jóvenes que acudan a vacunarse, a poder ser antes del día 10. En estos momentos los de 16 a 19 años están vacunados en un 68% con primera dosis y un 55% con la segunda. Los de 12 a 15 años tienen una cobertura del 54% y el 13,5%, respectivamente. Aunque se descarta plantar puntos de vacunación en los centros, Argimon ha pedido a todos los que faltan a que acudan a los centros de vacunación.
La otra gran novedad de este septiembre tiene que ver con el recreo y la participación de las familias en los centros. A partir del día 13, los centros dejarán de estar obligados a sectorializar sus recreos, o a tener franjas horarias determinadas, y los grupos podrán mezclarse. Eso sí, con mascarilla. Aunque los alumnos y alumnas se la podrán quitar si el colegio decide que salgan al patio por grupos de convivencia. “No relajamos las medidas, las adaptamos”, ha defendido González-Cambray.
Asociada a esta modificación, las familias también podrán entrar en la escuela. Si hasta ahora tenían que quedarse en la puerta, también en Primaria, ahora podrán entrar y acompañar a sus hijos e hijas a su clase. Podrán participar en actividades comunitarias y excursiones, siempre con las habituales medidas, y también tendrán la posibilidad de entrar en el aula en el caso de los de primero de Infantil, para completar el proceso de acogida durante los primeros días. Para todo ello, se recomendará –aunque no se obligará– que solo lo hagan las familias que estén vacunadas.
En este sentido, las reuniones del tutor y las familias serán “preferentemente” telemáticas, pero se permitirá que puedan ser presenciales si son menos de diez personas.