La difusión del plan de desescalada del Departamento de Salud antes de que se aprobase definitivamente ha desatado una nueva crisis en el Govern. Los partidos en el Ejecutivo, ERC y JxCat, se han cruzado acusaciones veladas de haber filtrado los detalles del borrador hasta el punto de que este miércoles los consellers republicanos han abandonado una reunión del comité ejecutivo de la crisis del coronavirus.
Fuentes de ERC han confirmado a ACN que han dejado la reunión tras exigir que se paren las filtraciones y pedir un “pacto de lealtad” que evite “generar más confusión en la ciudadanía”. La reunión telemática tenía que estar presidida por el vicepresident del Govern, Pere Aragonès, e iban a participar en ella la consellera de Presidencia, Meritxell Budó; el conseller de Interior, Miquel Sàmper; la consellera de Salud, Alba Vergés; el conseller de Educación, Josep Bargalló y el conseller de Territorio, Damià Calvet.
La tensión se ha disparado este miércoles después de que Rac1 adelantara que el Govern se reunió este martes por la noche para revisar la propuesta de desescalada, adelantada por elDiario.es, que debía aprobar en las próximas horas el Procicat, el comité encargado de gestionar la pandemia. Siempre según Rac1, se acordó en ese encuentro ampliar los horarios de apertura de los bares y restaurantes hasta las 21 horas y ampliar su aforo en terrazas al 100%.
Una de las voces más duras contra la difusión del plan, porque no suele manifestar su opinión en público, fue el martes la del subdirector general de Coordinación y Gestión de Emergencias de Protección Civil, Sergio Delgado, que lo consideró una “falta de respeto total” al trabajo de los técnicos, a la ciudadanía que merece “tener certezas” y a las instituciones. La consellera de Cultura, Àngels Ponsa (JxCat), le contestó: “No puedo estar más de acuerdo”.
Por parte de ERC, una figura como el concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, defendió que la difusión del plan estaba “diseñada para hacer daño” y que es una “práctica política inmoral y tan vieja como inaceptable”. “En este caso es triste constatar cómo se ha querido perjudicar al Departamento de Salud”, lamentaba.
La polémica ha alcanzado al Parlament, donde este miércoles se celebraba una sesión plenaria. El vicepresident Aragonès ha tenido que responder a las críticas de la oposición por la difusión del borrador de desescalada. El vicepresident ha calificado las “filtraciones” de “lamentables”, ha pedido no hacerles casos e incluso ha trasladado a los medios de comunicación que las critican que “no las publiquen”.
Las críticas de la restauración
A la tormenta política se le sumaron este martes algunos sectores disconformes con las condiciones que plantea la propuesta del Govern para retomar la actividad. Los más críticos fueron los restauradores, que rechazaron la idea de abrir con un 30% de aforo y hasta las 17 horas. El presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, Pere Chias, aseguró que el sector “necesita” trabajar por la noche.
“Es una decepción absoluta”, lamentó el presidente del Clúster Foodservice, Raimon Bagó. El presidente de la Cámara de Comercio mostró “sorpresa e indignación” por la propuesta. “No nos gusta un Gobierno a 600 kilómetros, pero tampoco un Gobierno que no se hablan entre ellos”, lamentó Canadell, tras recordar que el plan de desescalada de la restauración cuenta con el apoyo del consejero de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa.