La escena que se vivió el pasado sábado 9 de julio en los estudios de TV3 no se les olvidará fácilmente a los trabajadores de la cadena pública que la presenciaron. Tras una entrevista del programa Preguntes Freqüents (Faqs) a Laura Borràs, y una vez ella abandonó el plató, el diputado de Junts Francesc de Dalmases agarró de la muñeca a una periodista del programa, la encerró en una habitación y la abroncó por el contenido de la entrevista, que consideró incómoda y que había incumplido el pacto previo de “no hacer un juicio público” a Borràs, según testigos de los hechos. La propia presidenta del Parlament estuvo presente durante el episodio, que ha sido confirmado por hasta cuatro fuentes a elDiario.es.
Según relatan personas que estuvieron presentes, los hechos ocurrieron justo tras la entrevista a la presidenta en el programa nocturno, centrada en la causa en la que la Fiscalía pide seis años de cárcel a Borràs por fraccionar contratos para poder otorgarlos a dedo a su amigo Isaías H. En la entrevista, en la que se vivieron algunos momentos de tensión, Borràs abogó por suprimir el artículo del reglamento del Parlament que la suspendería como diputada una vez el juez le abra juicio oral por corrupción.
Tras la entrevista, Laura Borràs abandonó el plató y se encontró con el equipo que la acompaña habitualmente, compuesto por su jefe de gabinete, su responsable de prensa y el diputado Dalmases. Fue éste quien, airado al ver a la periodista con la que había concertado la entrevista, la agarró de la muñeca y la introdujo en una de las estancias de invitados contiguas al plató. Junto a ellos dos entraron también Borràs y su equipo al completo, pero cerraron el paso a una de las compañeras de producción de la periodista, que se quedó fuera junto a otros miembros del equipo.
Lo que ocurrió dentro de la habitación, según confirman varios de los presentes, fue una bronca a gritos en la que el diputado increpó a la periodista acusándola de ser una “mala profesional” por haber permitido ciertas preguntas a los colaboradores del programa. Algunos de los trabajadores del canal relatan cómo escucharon desde fuera gritos y fuertes golpes contra objetos, sin poder identificar si pegaba contra los muebles o a las paredes. Algunas de las frases que se escuchaban eran insultos contra la periodista y contra el espacio como “este programa es una mierda” o “eres una mala periodista”.
Francesc de Dalmases es diputado y vicepresidente de Junts desde el pasado mes de mayo, además de uno de los colaboradores más estrechos de Borràs, a la que suele acompañar en su actividad política. Contactado por este medio, Dalmases ha rechazado hacer ninguna declaración al respecto.
Fuentes de Junts consultadas por elDiario.es quitan importancia al episodio y niegan que hubiese agresividad. “Lo que pasó es una discusión profesional entre el equipo de la presidenta y el programa. En ningún caso hubo ningún comportamiento agresivo”, afirman desde el partido. Lo mismo repiten desde el equipo de prensa de la presidenta. Pep Elies, responsable de prensa y uno de los presentes, afirma que lo que ocurrió fue “una discusión civilizada, desde un punto de vista profesional y normal cuando una entrevista no va cómo se considera que debe ir”. “Cuando discutes puedes levantar la voz, pero no puede decirse que fuera una discusión violenta ni agresiva en absoluto”, incide el miembro del equipo de Borràs, que también niega que Dalmases cogiese por la muñeca a la periodista.
Pero los testimonios recogidos por este diario dibujan otra escena. “Yo pasé mucho miedo, me temblaban las piernas”, afirma una trabajadora del espacio de TV3 que presenció los hechos. Según explica, los gritos llegaron a ser tan fuertes que un regidor del programa acudió para pedir que bajaran la voz porque el ruido estaba entrando a los micrófonos. “El grado de agresividad fue muy alto”, afirma, recordando que se quedó paralizada: “Por un lado no quería dejar sola a mi compañera, pero por otro quería pedir ayuda y no sabía que hacer”. Finalmente esta trabajadora optó por enviar un whatsapp a la dirección del programa, que pidió a los presentes que se quedasen cerca y que interviniesen si volvían a escuchar gritos o golpes. Según las versiones recogidas por este diario, todo ocurrió en un lapso de tiempo entre los 10 o y los 15 minutos.
Diversos miembros del equipo técnico presenciaron la escena y escucharon los gritos desde fuera de la habitación donde estaban Borràs y sus acompañantes junto a la periodista. También algunos de los invitados y colaboradores que esa misma noche acudían al programa se enteraron de lo ocurrido. Una de estas personas explica que, en un momento de publicidad, salió del programa y al acudir a la zona de bastidores vio a varios trabajadores aún afectados por lo ocurrido, por lo que preguntó qué había pasado. “Me dijeron que el equipo de Borràs se había enfadado por el contenido de la entrevista y en concreto por las preguntas que habían hecho algunos de los colaboradores”, relata una de las personas que estuvo presente esa noche.
La propia Laura Borràs había mostrado durante la entrevista su incomodidad con algunas preguntas, tanto de la presentadora del espacio, Cris Puig, como de algunos de los periodistas colaboradores que acudían esa noche al programa. Uno de los momentos de tensión ocurrió después de que uno de los periodistas del programa hiciera un resumen con los hechos por los que se acusa a Laura Borràs de prevaricación y falsedad en documento mercantil por fraccionar contratos durante su gestión de la Institució de les Lletres Catalanes para poder otorgárselos a un amigo. “Yo pensaba que había venido a una entrevista, no a un interrogatorio ni a un juicio previo”, se quejó la presidenta en directo.
La tensión subió de temperatura durante la intervención de la periodista Carla Turró, que preguntó directamente a Borràs por los correos electrónicos que la incriminan. “Yo defenderé mi inocencia y no daré credibilidad a pruebas de la Guardia Civil”, aseguró la jefa de Junts, que lanzó una acusación velada a los periodistas de “no mirar críticamente todo lo que aparece”. Para finalizar, la presentadora le preguntó si estaba enfadada y ella respondió que sentía “indignación”.