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El cuerpo importa hasta que ya no importa

ES BIEN SABIDO QUE LAS HAMBURGUESAS PUEDEN SER: ENTRADAS EN CARNES, VERDULERAS, PICANTES, RESULTONAS, SOLTERONAS, EMPERIFOLLADAS, PLANCHADAS, REFRITAS, ESPECIALES O CLÁSICAS… PERO TODAS, SIN EXCEPCIÓN, IGUALMENTE TENTADORAS…

¿Te apetece probar la mejor hamburguesa de la ciudad?

Pues no, no me apetece.

Esta es la filosofía del negocio “La Burguesa” que ya tiene 4 locales en Barcelona. Gracias a la información que me envió una amiga he descubierto que en la Calle Tuset, 15 hay un restaurante al que no iré nunca. Por dos motivos: el primero, soy vegetariana; el segundo, es un lugar espeluznante con una imagen corporativa sexista. Emula descuartizar a una mujer como reclamo publicitario para incitar a zamparse tiene un combinado de carne con patatas. Se deberán herniado que pensar cómo hacer un juego de palabras entre “Hamburguesa” y “La Burguesa”. Deberán haber cagado a gusto después de colgar el cartel de la tormenta imitación de “La Maja Desnuda” de Goya en el que la mujer aparece como si fuera un cerdo, una cerda, y la cortaran en trocitos.

¡Ya no es sólo porque me quiera a los animales, es que prefiero las mujeres! Es que tiene un restaurante que me hace vomitar. Quiero poner mil hojas de reclamación, pero no quiero entrar por la puerta. ¡Quiero decir a cada persona que quiera sentarse a sus sillas modernillo-vintage que se vaya a comer a casa!

Desea cortar la mujer en parches, fragmentarla en partes pequeñas para vendernos su carne? Los hay de muchos tipos, no os lo penséis! Nos invita a pedir “pezuña”, cortar el “pescuezo”, probar la “chica liguero” y adentrarnos a los sabores del “pecadillo” ... Pero, que os habéis vuelto locos?

Seguro que en este cuerpo cortado con líneas discontinuas encuentras tu parte preferida para descuartizar, porque no bastaba con matar a los animales y servirlos entre hojas de lechuga y pan de sésamo, también lo haremos con las mujeres. Ah, no !, que ya lo hacíamos! Es sólo un recordatorio de cuán bueno y saludable es cortar el cuerpo de las mujeres, venderlo por partes, anunciarlo en la pared, en las redes sociales y querer hacer gracia con el nombre y las referencias a la burguesía como valor añadido de su negocio. Y la clientela, lejos de darse cuenta de que come bajo un cartelera indignante, engullir carne para saciar el hambre del patriarcado. Un hambre que en realidad no es hambre, porque nosotros de hambre, no hemos pasado, pero comerse una señora hamburguesa es el mejor que hay ...

Qué parte es la que más te gusta? La hago cruda, al punto o muy hecha? Acompaño el codo de la mujer con patatas? Quiere un refresco con esta verdulera? Le pone a la clientela “en bandeja”, para que no piense, para que se sienta satisfecha y no ejercite el espíritu crítico. Los nombres de las hamburguesas son: verdulera, La Mamma, Viuda alegre, Catalana, Sueca, jamón, Madame ...

La feminidad, en el imaginario social, está mutilada. Para conseguir este ideal debes amputarte, recortar algo de ti misma, tus deseos, sueños, habilidades ... para encajar tienes que renunciar y dar tu cuerpo al dominio público, al mejor postor. Ya hablaros del Body Magic, recuerde?

Nos ponen al horno, como una gran colección de cupcakes. Somos sabrosas, coloridas, decoradas ... y se nos comen. Tienen hambre de nosotras, de nuestros nutrientes. Nos hornean y deglutir! La sociedad caníbal se nos come. El cuerpo importa hasta que ya no importa. Hasta que ya no es bello, ni funcional ni decorativo.

Tras el eructo viene el “buen provecho”.

ES BIEN SABIDO QUE LAS HAMBURGUESAS PUEDEN SER: ENTRADAS EN CARNES, VERDULERAS, PICANTES, RESULTONAS, SOLTERONAS, EMPERIFOLLADAS, PLANCHADAS, REFRITAS, ESPECIALES O CLÁSICAS… PERO TODAS, SIN EXCEPCIÓN, IGUALMENTE TENTADORAS…

¿Te apetece probar la mejor hamburguesa de la ciudad?