Un frío intenso ha dado la bienvenida este lunes a los cientos de congresistas del Mobile World Congress (MWC) que se acumulaban desde primera hora de la mañana en la entrada del certamen. Pese a las colas para activar las acreditaciones QR, el clima general era de optimismo ante una cita que espera acercarse a los récords del 2019, cuando el salón llegó a reunir a 100.000 asistentes. La novedad de este año, más allá de las innovaciones tecnológicas que muestre la cita, es el regreso de los visitantes asiáticos, limitados el pasado año por las restricciones pandémicas. En los pasillos del salón destacaban los ejecutivos de empresas chinas como Oppo o Huawei, que ha reunido a la delegación más grande de esta edición.
“Definitivamente, tienes que estar aquí para conocer las tendencias del momento”, explicaba a ACN Ivan Runje, un directivo de Hrvatski Telekom venido desde Croacia. Como él, cientos de congresistas llenaban desde las ocho de la mañana todos los rincones de la Fira de Barcelona, ocupados completamente por un evento que acogerá a 2.000 empresas de 200 países en un contexto general de entusiasmo por el regreso a la normalidad tras dos congresos marcados por la Covid. Algunos todavía llevaban el pasaporte en la mano e iban en prisa en las primeras conferencias y reuniones de una jornada que preveían maratoniana.
“Me gustan mucho Barcelona y Catalunya. Es estratégico tener una audiencia así, de gente de negocios, que conecte con un destino como este. Tiene que ser un honor tener un evento así. En Europa sois líderes en este tipo de conferencias y lo debería cuidar”, destacaba Runje nada más entrar. Por su parte, la estadounidense Revathi Pillai, venida de Massachusetts, apuntaba que el Mobile va recuperando el esplendor y la afluencia de las ediciones previas a la pandemia. “No es tan concurrido como antes, pero está regresando”, celebraba.
El retorno de los congresistas asiáticos supone una inyección de fuerza por un salón consagrado a un sector en el que el peso de las empresas chinas y coreanas es fundamental. Pese a las prisas por la acumulación de reuniones, citas y compromisos de este primer día, visitantes como Tang Kai, de Oppo, destacaban que estaban muy contentos de volver. “Es muy excitante para mí estar aquí”, decía antes de mostrarse asombrado por el bullicio y el tráfico en la ciudad este lunes. “Es casi igual que hace tres o cuatro años”, valoraba este directivo venido desde Shenzhen. “Me gustaría explorar los nuevos dispositivos y las novedades en 5G e inteligencia artificial”, explicaba, de igual modo, Fanny Oro, directiva de China Mobile en Hong Kong.
El Mobile, considerado el mayor congreso de tecnología móvil del mundo, ha abierto puertas con una Fira engalanada con el lema de 'Velocity', declaración de intenciones de un evento que promete acercar al mundo las novedades que marcarán la digitalización en los años próximos. Para ello, empresas de todo el planeta como Samsung, Xiaomi, Telefónica, Orange, Vodafone o Ericsson han construido imponentes stands que este lunes se han llenado rápidamente de vida, luz y música.
Algunos congresistas que vienen a la cita por primera vez destacaban la buena organización y las indicaciones “muy fáciles de entender”. “El MWC es uno de los acontecimientos clave de todo el mundo, había oído hablar de ello, pero nunca había podido venir y estoy muy contento de estar”, afirmaba Wilson Xavier, ejecutivo de la empresa de marketing inteligente IDC residente en Dubai. Como en otros casos, tenía varias reuniones programadas por esta mañana, citas que iba combinando con momentos para tomar fotos en los artilugios, robots e instalaciones de gran formato que las multinacionales de todo el mundo han llevado hasta Barcelona.
Otro elemento destacado de la apertura de puertas ha sido la práctica desaparición de las mascarillas entre los asistentes. “No tener que llevar la mascarilla nos ayuda mucho a todos, se nota otro ambiente, la verdad”, aseguraba Alexis Fuentes, de la empresa catalana Loops Cloud Computing. Si bien en los dos años anteriores las restricciones sanitarias hacían de filtro entre los asistentes, esta mañana costaba ver a algún congresista con mascarilla. Que no haya restricciones ha animado en gran medida al retorno de los asiáticos, que representan el 25% del total de inscritos en el salón.