La Fiscalía pide siete años de cárcel por estafa a los hermanos pioneros del 'bitcoin' en Catalunya

Instalaron cajeros de 'bitcoins' en Barcelona, Madrid, Alicante, Valencia, Málaga, Bilbao y hasta en Atenas, y este martes se sentarán en el banquillo de los acusados. La trayectoria ascendente de los hermanos Jordi y Miguel Alcaraz, pioneros de esta criptomoneda en Catalunya y fundadores y dueños de la empresa Bitchain, puede verse truncada por un juicio en el que la Fiscalía les pide siete años de prisión y una multa de 10.800 euros a cada uno por estafa. Ellos niegan que cometieran delito alguno.

El fiscal acusa a los dos hermanos de estafar a finales de 2015 un total de 180.000 euros a una empresa y dos particulares. Según el fiscal, los dos hermanos usaron los fondos para “otras finalidades distintas” a la adquisición de 'bitcoins', el teórico objeto del préstamo suscrito con Bitchain.

“De común acuerdo y para obtener arteramente un beneficio económico en perjuicio ajeno, emplearon la mercantil Bitchain para buscar financiación externa para un supuesto proyecto basado en el intercambio y compraventa de 'bitcoins'”, relata el fiscal sobre los Alcaraz. En concreto, hay tres préstamos bajo sospecha, de 50.000, 100.000 y 30.000 euros respectivamente.

En conversación con este diario, Miguel Alcaraz defiende su inocencia y se limita a asegurar que quien les “defraudó” fue su antiguo abogado, Joaquín F., que a su vez figura en el escrito del fiscal como una de las supuestas víctimas, pues habría prestado 30.000 euros a los dos emprendedores que luego se esfumaron.

El letrado fue quien se querelló contra sus antiguos clientes, a quienes acusó de destinar los 180.000 euros teóricamente destinados a la compra de 'bitcoins' a la adquisición de acciones de Chip Chap, una aplicación informática que une plataformas bancarias tradicionales con monedas virtuales.

Bitchain fue una de las empresas con renombre en el negocio de los 'bitcoins', la primera de las criptomonedas. Junto a un tercer socio minoritario, los hermanos Alcaraz, hijos de una familia conocida en el sector inmobiliario catalán, la fundaron en 2015 con un capital inicial de 25.000 euros. Fue aceptada y tenía su sede en EsadeCreápolis, el vivero de nuevas compañías de la escuela de negocios Esade. Ahora su web está inactiva y su cuenta de Twitter no emite mensaje alguno desde 2017.

La empresa creció e incluso cerró un acuerdo con los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) para instalar un cajero de 'bitcoins' en la estación de plaza España. Estuvo a punto de obtener financiación europea y, según explicaron los hermanos Alcaraz a La Vanguardia, la firma Palo Alto les había ofrecido 7 millones de euros y un despacho en Silicon Valley a cambio de participar en la sociedad.

El precio del 'bitcoin' oscila en función de la oferta y la demanda, ya que la criptodivisa solo depende de la confianza del consumidor y no está respaldada por ningún banco central del mundo. Sus partidarios ensalzan la criptomoneda como la punta de lanza de una nueva era en las finanzas capaz de sortear cualquier intervención bancaria.

Sus detractores recuerdan que la tecnología en la que se basa es un lastre para el medioambiente (una operación en la cadena de bloques sobre la que funciona la criptodivisa equivale a pasar una tarjeta de crédito por el datáfono 14.262) y que el 'bitcoin' suele estar detrás de operaciones especulativas. Para la Fiscalía, también está detrás de una estafa.