La CUP se ha negado este martes a valorar los presupuestos de la Generalitat para 2016. El socio de legislatura de Junts pel Sí ha querido centrar la atención en la actuación de los Mossos d'Esquadra tras la manifestación posterior al desalojo del Banc Expropiat de Gràcia, que se saldó con una quincena de heridos. No obstante, el vicepresident y conseller de Economía, Oriol Junqueras, ya sabía qué ideas tenía la CUP para las cuentas.
Los presupuestos incluyen avances en estructuras de Estado como la Hacienda propia y superan el plan de choque que JxSí ofreció a la CUP durante las negociaciones de investidura. Por contra, la gran mayoría de las exigencias de la CUP en materia de política económica y fiscal para dar luz verde a las cuentas no se han incluido. Pese a que Junqueras ha calificado los presupuestos como “los más sociales de la historia”, el gasto previsto en Educación, Sanidad y Servicios sociales todavía es un 7% menor que en 2010.
La travesía de las cuentas por el Parlament se avecina complicada. Toda la oposición salvo la CUP ha anunciado que presentará enmiendas a la totalidad. Tras la jornada de este martes la pelota de los presupuestos seguirá rodando entre los tejados de JxSí y la CUP. Estos son los puntos de fricción y encuentro entre las fuerzas independentistas.
1. Consolidación de los criterios de austeridad
En las primeras cuentas de Junqueras no hay ni rastro de la petición de la CUP a “desobedecer” los límites de déficit. La mayor parte de la mejora de los ingresos del sistema de financiación, así como el ahorro de 850 millones en intereses de deuda, se destinará a la contención del déficit público, que cerró 2015 en el 2,7% del PIB y cumplirá con el 0,7% de este año impuesto por Montoro. Pese a este cumplimiento a rajatabla con Madrid y Bruselas, Junqueras ha vuelto a criticar por “arbitrario” el objetivo de déficit durante la presentación del proyecto.
Junqueras ha destacado que la contención del déficit y el conjunto de las cuentas se basa en criterios “rigurosos”. Y es que por primera vez en cuatro años las cuentas no incluyen importantes ingresos condicionados a la negociación con el Estado. En las cuentas de 2015 estas partidas ascendían a más de 2.000 millones.
Tal y como se ha encargado de recordar la oposición, el Govern ha podido incrementar el gasto social en 875 millones gracias a medidas dependientes del Estado: la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2014 (1.400 millones de ingresos más), el interés cero del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) en 2015, la mejora de tipos de los préstamos avalada por el Gobierno central, y que el FLA asuma créditos a corto plazo. Además, la mejora de ingresos por el sistema de financiación autonómico de 2016 rondará los 600 millones.
Además, las cuentas avanzan poco la reversión de las ventas de patrimonio público de los gobiernos de Mas: los presupuestos no prevén nada respecto 'la madre de la privatizaciones', esto es, Aigües Ter-Llobregat (ATLL). El Supremo debe confirmar si anula el contrato de concesión, tal y como sentenció el TSJC. Hay un mínimo de 300 millones de dinero público en juego. La CUP ha reclamado en infinidad de ocasiones que la empresa vuelva a manos públicas.
2. Sin impuestos anulados por el Constitucional
La CUP pedía incluir en las cuentas impuestos anulados por el Tribunal Constitucional como el impuesto autonómico sobre los depósitos bancarios o el impuesto sobre la producción de energía de origen nuclear. En las cuentas sólo se incluye la compensación autonómica del impuesto estatal sobre los depósitos bancarias, que en el caso catalán apenas será de 60,7 millones. Sí están en las cuentas algunos los tributos que el Alto Tribunal ha suspendido tras aceptar a trámite el recurso del Gobierno central, y sobre los que debe dirimir su constitucionalidad, un hecho que ya se venía produciendo en anteriores presupuestos durante la época de Artur Mas en la Generalitat.
Se trata del impuesto sobre los pisos vacíos, con el que la Generalitat prevé recaudar 14,3 millones; y el tributo sobre las operadoras de Internet, cuya recaudación se cifra en 15,5 milllones. El destino de la recaudación de ambos impuestos es finalista, para garantizar el derecho a la vivienda y apoyar el sector cultural catalán, respectivamente. Junqueras ha reconocido el poco peso de los ingresos que dependen en exclusiva de la Generalitat en el presupuesto y de las dificultades para aumentarlos.
3. Misma fiscalidad
Ni la ley de presupuestos ni la de medidas fiscales incluyen variaciones para conseguir una fiscalidad más progresiva, tal y como reclama la CUP y el resto de la oposición de izquierdas del Parlament. Las cuentas no tocan en profundidad ningún impuesto: el incremento general de la recaudación se explica por la reactivación económica.
Ni el tramo autonómico de IRPF, ni el impuesto de patrimonio, ni el impuesto de sucesiones y donaciones sufrirán cambios a no ser que la oposición de izquierdas de la cámara fuerce una fiscalidad en que los ricos paguen más y los pobres menos. De ser así, volverían a florecer las diferencias entre Convergència y ERC que ya se evidenciaron en el debate sobre la progresividad del IRPF. “Hay margen para estudiar lo que el Parlament quiera estudiar”, se ha limitado a decir Junqueras este martes.
4. Estructuras de Estado
Donde sí pueden encontrar las cuentas menos reticencias por parte de la CUP es en el terreno de las estructuras de Estado para una hipotética Catalunya independiente. Así, Junqueras prevé una partida de 48,5 millones para el desarrollo de la Hacienda propia, aunque para cumplir algunos objetivos que ya preveía el pacto entre Convergència y ERC de la pasada legislatura. Es el caso del plan de lucha contra el fraude fiscal.
La partida para la Hacienda propia también incluye mejoras en el sistema informático, formación para sus trabajadores o la asunción de la liquidación de impuestos que hasta ahora la Generalitat subcontrataba a Hacienda o a los Registradores de la Propiedad. El aumento del 35% del presupuesto para la Hacienda propia también prevé pasar de 342 trabajadores a 600 o incrementar en un 25% el número de oficinas. Por su lado, el presupuesto dedicado a Acción Exterior pasa de los 19,7 millones de 2015 a los 34,1 millones. El objetivo de este aumento es reforzar las delegaciones exteriores del Govern.
5. Plan de choque
El plan de choque contra la pobreza incluido en los presupuestos asciende a 285 millones de euros, quince más de lo que JxSí prometió durante las negociaciones para la investidura (y que parte de la militancia de la CUP aceptaba). Así, se prevé incrementar en 12 millones la dotación para becas comedor para llegar a las 22.340 ayudas, o la convocatoria de becas comedor para 7.600 niños de guarderías, presupuestada con 10 millones.
El plan de choque para Sanidad suma 103,3 millones, entre los que se incluyen partidas para reducir un 50% las listas de espera para primera visita a médico especialista y pruebas diagnósticas o un 10% para las listas quirúrgicas. Asimismo, se prevén destinar 3 millones a la “reapertura o recuperación de horarios” de Centros de Atención Primaria (CAP). Con todo, el entendimiento en materia sanitaria podría saltar por los aires si el Govern mantiene su intención de autorizar al Servicio Catalán de Salud a alquilar espacios públicos para uso privado.