Narcís Serra, quien fuera ministro y vicepresidente en varios gobiernos de Felipe González, ha sido renovado en los cargos que ocupa para Telefónica en Latinoamerica. El gigante español de las telecomunicaciones ha informado a la Comisión Americana de la Bolsa (SEC) de la prolongación del contrato de Serra como vicepresidente de Telefónica Chile hasta 2020, según ha avanzado El Mundo.
Esta revalidación en el cargo llega poco después de que la Audiencia Nacional imputase a Serra, junto a otros 41 directivos, por administración desleal, por el presunto reparto de sobresueldos en Catalunya Caixa, entidad de la que Serra era presidente. El socialista catalán compaginará este cargo con otro, también en Telefónica, como consejero de la filial de la empresa española en Brasil, en el que también había sido renovado hace un año.
El currículum de Narcís Serra es abultado, tanto en los cargos públicos como en los privados. Sobre los primeros, el socialista fue alcalde de Barcelona entre 1979 y 1982, ministro de Defensa desde entonces hasta el 91 y vicepresidente del Gobierno desde su salida de Defensa hasta casi la salida de Felipe González de la Moncloa. Tras eso, ocupó la dirección del PSC, entre 1996 y el año 2000. Mientras y hasta el año 2004, Serra fue diputado en el Congreso.
Fue tras su salida de los cargos representativos cuando Serra accedió al mundo de la empresa pública. En 2005, el socialista fue nombrado presidente de Caixa Catalunya, en representación de la Diputación de Barcelona, controlada por el PSC. La entidad, renombrada como Catalunya Banc, acabó haciendo aguas y siendo rescatada por el Estado. A la vez que entraba a la dirección de la caja pública, el exvicepresidente del Gobierno se incorporó al consejo de la filial brasileña de Telefónica.
El caso de Serra tiene claras similitudes con el de Rato, otro vicepresidente que también dirigió una caja hundida, y que también acabó yendo a juicio por su gestión, que en el caso del madrileño ha acabando en condena. Rato se apartó de los consejos de Telefónica en los que participaba en 2015, cuando se conocieron las denuncias por supuesto blanqueo.
Serra, en cambio, ha elegido otro camino. Su renovación en los cargos de Brasil y Chile, cuando la investigación sobre el supuesto agujero contable que su administración dejó en la Caja cierra el círculo sobre él, es entendido como un respaldo de la operadora de telecomunicaciones a su figura.