La ciudades nacen, cambian, se metamorfosean, desaparecen y, mientras se parchean, se protegen... Nadie ni nada escapa al modelaje a que expone el transcurrir del tiempo. Las urbes, los volúmenes, son un continuo y sobre estos se da el cambio: a veces por mandato administrativo en forma de plan municipal para acoger unos Juegos Olímpicos; otras es más sutil y hemos de fijarnos en pequeños detalles, a veces improvisados, otras viejos truquillos heredados fruto de lo cotidiano y la experiencia frente a las situaciones concretas o del remedo improvisado. Esto ayuda a adaptarlas a su presente continuo, a los diferentes procesos naturales o humanos que en ella tienen lugar y con los que tienen que convivir y sobrevivirse. De esta suerte, Muntadas en su proyecto Protocolli Veneziani I ha registrado estos microcambios contemporáneos de la ciudad italiana de la Laguna, un lugar con una idiosincrasia “muy propia” que sufre el desafío del turismo en masa, de las inundaciones por las mareas, del paso de los días y la historia...
La exposición la forman una serie de 26 fotografías y tres videoinstalaciones que, a partir de una estética que busca registrar objetivamente y marcar el hecho, hace que lo importante sea el detalle (más que la hechura de la fotografía en sí). Son notas de la percepción que conforman un testimonio. A primera vista la presente exposición entraría en el campo del urbanismo, la arquitectura o la antropología; sin embargo, teniendo en cuenta la trayectoria del artista, viene a ser parte de los campos que en los últimos años estudia: la percepción y la información que inciden en la sociedad o la política.
Muntadas nos da un poco más de información contextual... “Esto comenzó hace dos años y se presentó en Venecia: se llama ‘I’ porque es una serie abierta.” Dice que ha querido comenzar “por la parte más dura, aquella Venecia un poco desconocida que no es la de estereotipo de la postal sino más personal y desconocida”. En este sentido el artista apunta que “muestra la voluntad de la ciudad de sobrevivir contra las diferentes invasiones, los turistas, el agua; la manera que mantienen estas paredes y estos protocolos y ortopedias y prótesis contra el acqua alta, contra los edificios que se desguazan. Hay toda una serie de dispositivos que quizá la gente no percibe”.
La exposición es una un síntesis y está seguro de que el Protocollo II tendrá otro tipo de apertura y añadirá otras informaciones... “quizá acabará con las máscaras y las góndolas; la visión turística que también es Venecia.”
Para el catalán, que se haya presentado el proyecto en la misma ciudad le ha parecido “interesante por la manera que también lo han apreciado allí”. Considera que es importante que “cuando haces una cosa en un sitio, es ese sitio donde se tiene que presentar. Estoy contra alguien que se va a hacer fotos a África y las presenta en Nueva York. Primero ha de gozar de cierta credibilidad de quien lo ve y participa.”
Más allá de lo que se puede mostrar en un cubo blanco el artista ve salida también en muchas distribuciones diferentes, “puede ser un libro, puede ser una serie para una página web. Lo que está claro es que hay una investigación ahí y que tomará tiempo ya que es una serie abierta.”
Tras Barcelona, la exposición viajará a Centro Europa. Además, como modelo de protocolo también está aplicándolo en Asia, concretamente en Corea, Japón y China. Según comenta Muntadas, “aunque creamos que lo oriental es casi todo igual con el proyecto ves que en Tokio, Pequín, Seúl hay grandes diferencias... llevo cuatro años pero claro voy lento ya que no hablo los idiomas y es todo retiniano.”
Preguntas a Juan de Muga, director de la Galería Joan Prats
¿Cómo se mete un proyecto como el de Muntadas en una galería?
Los proyectos de Muntadas son siempre complicados para una galería y cualquier espacio, pero este es un proyecto que funciona perfectamente en una galería y en muchos espacios. Está pensado para una galería, se inició en una galería en Venecia y, además como allí, el espacio es muy especial.
¿Quién es el público o el cliente final de esta tipo de obra?
Eso ya es mucho más difícil de decir... Cualquiera que tenga una cierta sensibilidad. Es un proyecto que puede gustar al que conceptualmente le pueda gustar un proyecto de Muntadas pero incluso para el que encuentra a Muntadas demasiado conceptual es un proyecto estéticamente muy bonito: es mostrar Venecia desde una visión que nadie conoce, la Venecia que la gente no ve, que el turismo no ve.
¿Desde cuándo seguís a Muntadas en la Galería?
Lo sigo desde hace más de 30 años pero la primera exposición en nuestra galería fue ya hace 20 años.
¿Qué vínculo habría entre la presente exposición y las anteriores?
Muntadas es un artista con una proyección tan importante que es muy difícil a veces saber lo que va a hacer. Él hace proyectos que duran años, que los lleva a diferentes sitios y normalmente casi todas las exposiciones son proyectos que están en curso todavía y que en un momento dado él decide presentarlos en Barcelona o en Berlín o donde sea. Este ha sido un proyecto que nació en Venecia, aquí está ahora y después va a ir a Alemania.
¿A la hora de vender obra ayuda el hecho de que el año pasado estuviese en el Reina Sofía?
Creo que el hecho de que esté en el Reina Sofía es muy importante pero Muntadas es el artista catalán más importante que tenemos, el más internacional; su obra –por ser un artista conceptual, un artista que todo el mundo decía que comercialmente es muy difícil– actualmente la gente comienza a comprarla y, sobre todo, es un artista que está en todas las instituciones. Las instituciones compran y esperemos que esta exposición, pese a todos los problemas de la crisis, esperamos que tenga una atracción para el coleccionista.
Hoy en día muchos artistas son nómadas internacionalmente, ¿cómo se puede hacer que Barcelona sea un punto de venta?
En el mundo del arte y en este momento no puedes pensar en Barcelona, has de hacerlo internacionalmente. Una galería que quiere vivir ha de pensar que su cliente es el de Barcelona, el de Nueva York, el de París, el de Tokio... Las redes sociales nos permiten vender en cualquier lado. Si tienes buenos artistas nacionales o internacionales la ventaja que tienes es que tienes un mercado más amplio... habrá dificultades aquí pero se puede vender en otros lados. Ni queremos ni nos limitamos al coleccionista local.
Sobre el artista
Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) fue uno de los pioneros del videoarte (recordemos la incidencia y las repercusiones políticas que acarreó la creación de Cadaqués TV durante la época Franquista y que daba una voz alternativa al aparato mediático, único y unidireccional del Estado). Tiene un pie en Barcelona y otro en Nueva York pero se desplaza continuamente: es uno de nuestros artistas más internacionales y reconocidos, protagonizando eventos como la Documenta de Kasel (1977 y 1997), la Biennal de Venecia (1972, 1976 y 2005), la Bienal de São Paulo y la Bienal de Lyon. En España, como a un hijo pródigo, se le otorgó el premio Velázquez de Artes Plásticas 2009 que reconocía su labor y años después el museo Reina Sofía montaba una exposición antológica de su obra. Esta gran exposición también se está preparando en Vancouver. A parte de las exposiciones que hace en museos de todo el globo desarrolla labores académicas en Europa y América.