La expresión Mos Maiorum (la costumbre de nuestros antepasados) se usó en 2014 para ocultar el operativo policial que, implicando en varios países de la Unión Europea, impulsó el Consejo Europeo contra las personas inmigrantes. España participó en el operativo. El objetivo confesado era detener inmigrantes sin papeles para interrogar y pedir información con dos finalidades: dibujar el mapa de las migraciones (como llegan las personas, qué precio pagan a los que comercian con su transporte, etcétera) y establecer las rutas criminales de las mafias que se enriquecen con el tráfico irregular de personas. La Unión Europea insistió en que no era una operación de control de fronteras (no se trataba de impedir entradas ni de expulsar a nadie): sólo se pretendía obtener información.
Mos Maiorum es también el título que adopta el montaje de los creadores Ireneu Tranis, Mariona Naudin y Alba Valldaura. Nació en 2015 a partir de uno de los naufragios más graves de la historia del Mediterráneo donde casi un millar de personas murieron ahogadas en las costas de Lampedusa. La clase política europea enseguida puso el grito en el cielo, aparentemente indignada por el acontecimiento fatal que tildaron de “tragedia humana”, pero a los pocos días la noticia ya había caído en el olvido y no se tomaron medidas ni se vieron cambios reales. Todo fue una pantomima hipócrita y políticamente correcta que se acabó convirtiendo en humo. El montaje se hace la inevitable pregunta: ¿Por qué no se evita este genocidio oculto?
La pieza se sitúa en la frontera entre España y Marruecos, porque antes de fijarnos en lo que pasa fuera tenemos que saber qué pasa a “nuestras” fronteras. Para hablar de todo ello, han articulado un dispositivo escénico que permite abordar la temática de la inmigración de cara y de la manera más directa posible. Un mecanismo inspirado en los formatos documentales y la investigación sociológica pero con una forma artística, poética y cruda a la vez, donde el público forma parte de la experiencia y la atmósfera desnuda hace llegar con más fuerza los testimonios recogidos en la frontera.
La voz en primera persona es reveladora. Mos Maiorum es fruto de las experiencias vividas de los tres actores-creadores en enero de 2016 en Ceuta y Melilla. Durante una semana entrevistaron y convivieron con protagonistas que diariamente sufren, soportan o se aprovechan del drama de “la valla”: los mismos inmigrantes que intentan cruzarla, miembros de la Cruz Roja, funcionarios, periodistas, traficantes, vecinos de las ciudades autónomas... recogieron diferentes puntos de vista y sensibilidades. Testigos directos registrados en diversos espacios el lado español de la frontera, la costa marroquí, la tristemente famosa montaña del Gurugú... o, incluso, en Barcelona.
Estructurado en cuatro partes, utilizan el castellano, catalán, inglés y francés, recrean los diferentes encuentros y entrevistas que mantuvieron. Los actores reproducen fielmente las situaciones a partir de la gestualidad y los sentimientos de los protagonistas (la angustia, el miedo, el desconcierto o la desconfianza). Las transcripciones de las conversaciones, mediante la técnica del Verbatim, respetando los diferentes idiomas y acentos, hacen el drama más realista. Mos Maiorum es un montaje sin filtros y edulcorantes. No se trata de hacer moralina, según los actores, sino “que el drama se humanice, cree empatía entre el público”. La temática de la inmigración de cara y de la manera más directa posible.
La expresión Mos Maiorum (la costumbre de nuestros antepasados) se usó en 2014 para ocultar el operativo policial que, implicando en varios países de la Unión Europea, impulsó el Consejo Europeo contra las personas inmigrantes. España participó en el operativo. El objetivo confesado era detener inmigrantes sin papeles para interrogar y pedir información con dos finalidades: dibujar el mapa de las migraciones (como llegan las personas, qué precio pagan a los que comercian con su transporte, etcétera) y establecer las rutas criminales de las mafias que se enriquecen con el tráfico irregular de personas. La Unión Europea insistió en que no era una operación de control de fronteras (no se trataba de impedir entradas ni de expulsar a nadie): sólo se pretendía obtener información.
Mos Maiorum es también el título que adopta el montaje de los creadores Ireneu Tranis, Mariona Naudin y Alba Valldaura. Nació en 2015 a partir de uno de los naufragios más graves de la historia del Mediterráneo donde casi un millar de personas murieron ahogadas en las costas de Lampedusa. La clase política europea enseguida puso el grito en el cielo, aparentemente indignada por el acontecimiento fatal que tildaron de “tragedia humana”, pero a los pocos días la noticia ya había caído en el olvido y no se tomaron medidas ni se vieron cambios reales. Todo fue una pantomima hipócrita y políticamente correcta que se acabó convirtiendo en humo. El montaje se hace la inevitable pregunta: ¿Por qué no se evita este genocidio oculto?