Catalunya Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Mazón calca la estrategia del PP en otras catástrofes y sigue sin explicar su comida
La riada se llevó 137.000 vehículos en horas y comprar uno es casi imposible
Regreso a las raíces: Trump, gobierno de “delincuentes”. Por Rosa María Artal

Culpables de estar enfermos

Clara Valverde

Presidenta de la Liga del Síndrome de Fatiga Crónica —

Marcos fue despedido de su trabajo. ¿Qué había hecho para merecerse eso? La carta de su empresa, Telefónica, lo decía claramente: “Usted ya no es rentable”. Marcos Andrés sufre de una hernia discal relacionada con su trabajo como operador técnico. Las bajas de Marcos eran cortas, de dos o tres días en meses consecutivos, y eso ya no está permitido. Las reformas laborales neoliberales de los últimos años convierten a los trabajadores en, según Marcos, “los nuevos esclavos del Siglo XXI”, sin tener en cuenta problemas de salud laborales ni crónicos.

Pero no solo las políticas laborales culpabilizan y castigan a las personas con problemas de salud. También las políticas sanitarias. En un estado de bienestar, todos pagamos la sanidad con nuestros impuestos, estemos enfermos o sanos. La sanidad es de todos para cuando la necesitemos. Pero todo esto ha cambiado con las políticas de Rajoy y de Boi Ruiz que están desmontando un estado de bienestar que tanto había costado conseguir. Ahora los enfermos tienen que repagar los medicamentos, el transporte sanitario y otras necesidades. Como nos explica Francesc Sancho Serena, Secretari de estrategia i coordinació del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya en el excelente documental de SICOM y HOW, “La salut: El negoci de la vida”, el repago (al que él da el eufemismo “co-pago”) es una medida disuasoria para que los pacientes se “responsabilicen”. El enfermo es culpable de crear un gasto sanitario y hay que tomar medidas “disuasorias”, como con niños que se portan mal, por tomar toda la medicación que le receta su médico. ¿Castigado por obedecer al médico?

Hace unos meses, el conseller de Salut de Catalunya, Boi Ruiz, dijo que “el usuario debe tener la responsabilidad moral porque cuando no trata bien su salud la tenemos que pagar entre todos”, y añadió que la salud depende de la genética y del estilo de vida del individuo. Pero más y más personas sabemos que la salud depende mucho más del código postal que del código genético. El barrio en el que uno vive, o sea, el nivel económico, el medio ambiente, el tipo de trabajo y el tipo de comida que uno puede pagarse, sobre todo, determinan la salud y la esperanza de vida.

Carmen Cuchilleros, enferma de párkinson está en huelga de medicamentos. Se niega a repagar. Miguel Tomás es insumiso y no paga el euro por receta cuando va a comprar su medicación a la farmacia. Y Marcos Andrés y otros cuatro trabajadores de Telefónica, Carles Ballena, Josep Bel, Alberto Díaz y Laurentino González, están en huelga de hambre desde el 5 de noviembre para que Marcos sea readmitido.

No verás a Carmen ni a Miguel ni a Marcos en los medios de comunicación oficiales, pero su valiente ejemplo de negarse a aceptar ser etiquetados de “culpables” es la gran noticia.

Marcos fue despedido de su trabajo. ¿Qué había hecho para merecerse eso? La carta de su empresa, Telefónica, lo decía claramente: “Usted ya no es rentable”. Marcos Andrés sufre de una hernia discal relacionada con su trabajo como operador técnico. Las bajas de Marcos eran cortas, de dos o tres días en meses consecutivos, y eso ya no está permitido. Las reformas laborales neoliberales de los últimos años convierten a los trabajadores en, según Marcos, “los nuevos esclavos del Siglo XXI”, sin tener en cuenta problemas de salud laborales ni crónicos.

Pero no solo las políticas laborales culpabilizan y castigan a las personas con problemas de salud. También las políticas sanitarias. En un estado de bienestar, todos pagamos la sanidad con nuestros impuestos, estemos enfermos o sanos. La sanidad es de todos para cuando la necesitemos. Pero todo esto ha cambiado con las políticas de Rajoy y de Boi Ruiz que están desmontando un estado de bienestar que tanto había costado conseguir. Ahora los enfermos tienen que repagar los medicamentos, el transporte sanitario y otras necesidades. Como nos explica Francesc Sancho Serena, Secretari de estrategia i coordinació del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya en el excelente documental de SICOM y HOW, “La salut: El negoci de la vida”, el repago (al que él da el eufemismo “co-pago”) es una medida disuasoria para que los pacientes se “responsabilicen”. El enfermo es culpable de crear un gasto sanitario y hay que tomar medidas “disuasorias”, como con niños que se portan mal, por tomar toda la medicación que le receta su médico. ¿Castigado por obedecer al médico?